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“Si vuelvo a mi país podrían matarme” Feyisa Lilesa

Si el maratón es la máxima prueba de resistencia del hombre, el llegar a la meta con una señal de protesta, significa ser doblemente resistente.

Al finalizar el maratón olímpico de Río 2016 podíamos ver llegar a un etíope volteando para ver si alguien lo alcanzaría. Lo que no sabíamos es que tiempo después, al cruzar sus brazos sobre su cabeza, este hombre que se convertía en medallista de plata, se sabría blanco de otra persecución. Feyisa Lilesa mostraba con este gesto su protesta ante la situación que vive la etnia a la que pertenece.

Los Oromo son el grupo más grande de habla cushitica, y se asientan en el centro-sur de Etiopía al norte de Kenia, y algunas regiones de Eritrea y Somalia. En el año de 1931, el emperador Haile Selassie, de origen oromo, asume el trono, y cuatro años después fueron invadidos por la Italia de Musolini. Por la derrota italiana en la segunda guerra mundial, le es regresado el trono a Selassie. Al pasar de los años Etiopía sufre una crisis política y social, así surge el Frente de Liberación Oromo (OLF) lo que genera una agitación política en la zona. A esto se junta que en 1973 hubo una hambruna que causa la muerte de más de doscientas cincuenta mil personas antes de que el gobierno reconociera el desastre y permitiera medidas de socorro. La mayoría de los muertos eran oromos. En 1974 suceden huelgas y manifestaciones en Addis Abeba, lo que causa que una revuelta comunista logre derrocar a Selassie. Una junta militar conocida como el Derg asume el poder. En 1975, el gobierno de Mengistu Haile Mariam declara todas las tierras rurales como propiedad estatal.

A fines de 2009, un informe de los Defensores de Derechos Humanos documenta las violaciones de los derechos humanos de los oromo en Etiopía bajo tres regímenes en este periodo; el imperio de Haile Selassie, el Derg marxista y el gobierno etíope actual del Frente Revolucionario del Pueblo Etiope Democrático (EPRDF) dominado por un frente que fue acusado del arresto de veinte mil presuntos miembros del Frente de Liberación Oromo, lo que ha llevado al exilio a la mayoría de sus líderes, y ha neutralizado al OLF como una fuerza política Etiope.

De acuerdo con el ACNUDH, el Grupo de Apoyo de Oromia (OSG) registró 594 ejecuciones extrajudiciales de los oromos de Etiopía por las fuerzas de seguridad del gobierno y 43 desapariciones en detención entre 2005 y agosto de 2008.

Esto es parte por la que Lilesa se ha manifestado al terminar el maratón olímpico. En conferencia de prensa en la sala de prensa del Sambódromo, lugar donde finalizó el maratón, declaró que “Fue una protesta, porque soy oromo, y en Etiopía los oromo somos reprimidos por el Gobierno. Nos matan y nos encarcelan, somos sospechosos por el simple hecho de ser oromo. Tengo parientes presos y llevaré la protesta de mi gente allí adonde vaya”

Explicó que el gobierno les obliga a dejar sus tierras, los encarcela y los mata. Continúa con una petición “Yo les pido que ustedes, los periodistas, que hablen de la democracia que no existe en mi país, y de los intereses económicos que apoyan la represión de los oromo”

El maratonista declara que ha discutido el tema con su familia, incluso dijo “Si vuelvo, sé que podrían encarcelarme o incluso matarme” pero insiste en que al representar a su pueblo, cree que debe dar a conocer lo que sucede en su país. Además, admite aún no saber si volverá a Etiopía o se quedará en otro país.

Durante la entrega de reconocimientos en el Sambódromo, un preámbulo a la premiación oficial que sería durante la ceremonia de clausura, volvió a cruzar los brazos sobre su cabeza, lo mismo hizo durante la conferencia de prensa. Sin embargo, en la premiación oficial se abstuvo de volver a hacer la protesta. Es conocido por todos que el Comité Olímpico Internacional intenta mantenerse lejos de actos de protesta política.

Foto vía marca.com | AFP

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