Atletismo Crónicas

800 Masculino: ¿ será tiempo de zancudos ?

Con el debido respeto hacia las otras carreras del programa olímpico, siempre he pensado que en las competiciones de alto rango internacional las pruebas más duras y exigentes son el 400 y 800. Superar la sucesión de cribas en poco más de tres jornadas prácticamente consecutivas, acariciar la marca personal en cada una de ellas y, además, dejar al margen tácticas preconcebidas, me parecen pruebas más que suficientes para argumentar mi hipótesis, basada en la crueldad deportiva y el estrés psicológico que se producen en cada una de ellas. Río no podía apartarse de la cruda realidad: campeones abatidos, líderes crecidos y actitudes insospechadas.

ELIMINATORIAS

Los atletas inscritos en las dos vueltas al anillo se encuadran en 7 series, con una distribución homogénea en función de las marcas atesoradas esta temporada. Casi todos los favoritos se hacen con un puesto en semifinales, menos el subcampeón olímpico N. Amos. Parece que los favoritos han llegado en la puesta a punto adecuada para afrontar el resto de carreras con garantías. A primera vista, impresionan tanto D. Rudisha como P. A. Bosse con registros por debajo de 1’45”. También presentan sus credenciales el “millero” argelino T. Makhloufi, el atleta afincado en Sabadell A. Souleiman, el keniano campeón del mundo junior A. Kipketer y el siempre correoso corredor polaco A. Kszczot. La competición no ha hecho más que empezar………..para algunos!

LOS ESPAÑOLES

Buen papel tanto de Álvaro Arriba como de Daniel Andújar. Han tenido la actitud correcta, corriendo próximos a sus registros de la presente temporada. Quizás y, por poner algún pero, pienso que Daniel se mostró levemente incierto a falta de 300 metros, hecho que le hizo perder momentáneamente el discurso de la carrera aunque después se volvió a inmiscuir, acariciando la sorpresa; un cuarto puesto rozando el pase a semifinales. Kevin, tácticamente impecable pero sin la forma ni salud adecuada para este tipo de campeonatos sin tregua.

SEMIFINALES

Las tres semifinales planteadas han servido para aclarar dudas y anunciar una final apoteósica. Los favoritos, D. Rudisha, P. A. Bossi, Kipketer y Makhloufi han competido sin vacilaciones evitando las hostilidades e imprimiendo un paso en el 400 merodeando los 52”, que se traduce en marcas cercanas a 1’43’’. Sus aguerridos adversarios padecen lo indecible para poder hacerles sombra, pero el empeño siempre recoge sus frutos. Tanto los americanos B. Berian y C. Murphy como el Polaco M. Lewandowski han sido las víctimas agraciadas de los ritmos infernales impuestos por sus maestros y líderes. Se han quedado fuera gente tan ilustre como el etíope M. Aman o el Bosnio A. Tuka.

¿FINAL?

Para ir amenizando este “carnaval carioca”, me permito la osadía de apuntar algunas de las claves que podrían definir los escalones del podio. Seguro que no seré capaz de analizar todas las variables de la esperada final de una forma tan minuciosa como lo hacía nuestro campeonísimo F. Cacho. Pero creo adivinar que es época de “zancudos”. Tanto Rudisha como Bosse necesitan correr fácilmente sin interrumpir su propia inercia, manifestando su zancada de una forma letal pero sin brusquedades ni aceleraciones a destiempo. El paso planteado sospecho girará en torno a los 51”, ritmo muy selectivo solo al alcance de los grandes corredores de esta distancia. Correr muy por encima de este registro les hace tremendamente vulnerables, a merced de otros atletas más versátiles provenientes de otras disciplinas menos específicas.

Y quién sabe, si su estado de forma no es el adecuado o quizás el ritmo que impongan es absolutamente imprudente o irracional, en la última recta seguro que aparecerán los teloneros para aguarles la fiesta.

Fotos vía: The telegraph

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