El tenista serbio ha derrotado esta pasada madrugada del sábado al domingo al francés Gaël Monfils para medirse al japonés Kei Nishikori en la final de la Rogers Cup.
Novak, fiel a la personalidad de estos últimos meses, ha conseguido avanzar a una nueva final ante un rival que no ha dado su brazo a torcer en ningún segundo del encuentro. Monfils ha sido un tenista impecable que ha demostrado tener solucionados sus problemas extradeportivos que tantos estragos le causaron durante los pasados meses de competición, y ha plantado cara al número uno del mundo.
Tal y como marca la logística del tenis, la estrella no sufrirá en los primeros compases del encuentro, dado que lo debe tener todo controlado. Sin embargo, durante la madrugada del domingo, esas reglas se violaron, se pasaron completamente por alto, dado que Gaël, que venía de derrotar a un gran Milos Raonic finalista en Wimbledon y de ganar en Washington, estuvo a pocos pasos de escribir su nombre con letras de plata en la historia.
El francés quebró en el 1-1, pareciendo que el enfrentamiento iba a marcharse de su lado en esos instantes en los que los peloteos de larga duración eran los que imperaban en la pista central. Por desgracia para él, ese tipo de juego beneficiaba al mejor tenista desde el fondo de la pista del circuito. En efecto, Novak tardó poco menos de cinco minutos en romper el saque de su rival, permitiéndole únicamente un solo juego más para sentenciar con tres seguidos el set. En un visto y no visto, ‘Nole‘ tenía consigo el 1-0 en parciales gracias al 6-3.
Fue entonces cuando llegó la segunda manga. En ella, se vio a un Monfils mucho más tenso y sin la capacidad de los pasados días. Las cosas no parecieron salirle como más le gustaría que lo hubiesen hecho, y el catorce de la ATP se mostró frustrado consigo mismo y con la circunstancia. Por otro lado, su oponente se lució y dio un recital deportivo sin precedentes que le valió para certificar el 6-2 en el marcador. Era el final, era, de nuevo, el camino hacia otra final más para el ‘Djoker‘.
Así pues, se enfrentará al japonés Nishikori en el mayor evento de la semana en Toronto, un profesional ante el cual ostenta un récord de 9-2 a su favor, y que ha sido capaz de mandarlo de vuelta a casa en un escenario de gran nivel como fue el US Open 2014 (Semifinales). En cuanto a finales, será la segunda en este año entre ambos, dado que hace varios meses en Miami ya se vieron las caras (la victoria fue para Djokovic por doble 6-3). Además, será un choque totalmente igualado en esta ocasión, debido a que los dos Top 10 llegan con cuatro victorias consecutivas y sin haber disputado torneo alguno desde el Grand Slam de Wimbledon.
De esta forma, la historia quedará aún por escribirse, al menos, hasta la madrugada del domingo al lunes.
Imagen: novakindiafans.wordpress.com.
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