En los últimos años el balonmano se ha convertido en un deporte donde el físico cada vez tiene mayor importancia y esto ha afectado de forma importante el juego ofensivo de los equipos.
Por una parte, las defensas cada vez son más cerradas con un bloque central defensivo con muchos quilos y envergadura. A diferencia de los años 80-90, los especialistas defensivos, tipos en general que sobresalen por sus medidas antropométricas más que por su calidad con el balón, son piezas básicas en los equipos de alto nivel y en las selecciones. A modo de ejemplo, la selección española actual mide 1,93m i pesa 94Kg de media por jugador. Esto provoca que cada vez sea más complejo encontrar soluciones ofensivas y ejecuciones en los 6 metros por parte de la primera línea así como combinaciones para la segunda línea. En este sentido, los pivotes y especialmente los extremos, son los principales damnificados al no recibir tantas asistencias de gol y no ser tan partícipes de la ejecución del equipo.
Por otra, la evolución de la preparación física también ha permitido ganar potencia de lanzamiento y salto en los jugadores de la primera línea ofensiva de los equipos. En este sentido, actualmente cada vez es más frecuente que los goles de los equipos sean de la primera línea y más concretamente con goles de chut exterior de 9m, o más allá.
Esto se refleja claramente en los datos de la Liga ASOBAL. En esta última temporada 2015-2016 la liga ASOBAL ha promediado un total de 13,3 goles de 9 metros por partido, cifra superior a los 9,7 goles por partido des de los 6 metros (incluye goles de pivotes y de extremos). La comparativa respecto otros años no deja lugar a dudas: el F. C. Barcelona, campeón de las últimas ediciones, ha encajado este año 9,2 goles por partido des de los 9 metros, casi el doble de goles por partido que hace tan solo 5 temporadas (5,1 goles por partido).
Estos dos factores provocan que el juego estático en balonmano, en general, actualmente sea un juego directo a veces poco estructurado y combinativo. La mayoría de las acciones colectivas de un equipo tienen como objetivo facilitar el lanzamiento exterior de los lanzadores del equipo. Se trata de un estilo de juego eficaz y que se adapta actualmente al rendimiento de unos jugadores con unas condiciones físicas extraordinarias.
Sin embargo, como en todas las reglas generales aún quedan excepciones y propuestas alternativas. Se trata de aquellos equipos de élite con entrenadores y propuestas de juego nostálgicas donde prevalece la preparación del ataque, donde la colectividad y la táctica del ataque con centrales tipo Balic o Bombac se antepone al físico y donde la velocidad del balón y el juego combinativo repercute en mayor medida a la ejecución de las acciones por parte de las segundas líneas del equipo, especialmente por los extremos.
No solo es la percepción por parte de los entrenadores de que si llegan balones al extremo es señal de que el equipo juega mejor. Un estudio de los lanzamientos en balonmano demuestra que el rendimiento de los equipos es directamente proporcional a los goles que se hacen por los extremos. Es decir, cuantos más goles se consigan por los extremos más posibilidades de ganar el partido.
Más allá del balonmano, en otros deportes podríamos sacar conclusiones parecidas sobre el modelo de juego. Sin ir más lejos en la Eurocopa’16 de futbol de este verano han sobresalido selecciones como Francia o Portugal marcadas por su potencial físico. En este campeonato el físico se ha impuesto a la técnica/habilidad de jugadores de otras selecciones como España o Alemania, con un mejor juego combinativo.
Bienvenidos al debate sobre el modelo de juego del ataque estático. El debate sobre el poderío físico contra las habilidades técnico/tácticas. Sobre la verticalidad y simplicidad contra la nostalgia del juego combinativo. En definitiva, y en nuestro querido balonmano, el modelo de juego para potenciar el lanzamiento exterior contra el modelo de juego para finalizar desde la segunda línea.
Montoya M., Moras G. i Anguera M.T. “Análisis de las finalizaciones de los extremos en balonmano” Universidad de Barcelona, 2010 http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/42370/1/MMF_TESIS.pdf
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