Si hablamos de balonmano asturiano, hablamos de Jose Manuel Prieto Amor, un hombre que lo ha dado todo por el balonmano y que el balonmano le ha dado la fuerza necesaria para superar los momentos más duros de su vida. Desde los 15 años Prieto lo ha sido todo en el mundo del balonmano, desde jugador a directivo, pasando por entrenador.
Prieto nació en Gijón, pero vive por el balonmano ovetense, y a sus 71 años todavía sigue “enganchado” a este deporte, y sufre de “mono” si no disfruta de él. Actualmente forma parte de la directiva del Jofemesa Oviedo Balonmano Femenino. Prieto empezó en el mundo del balonmano en el instituto Alfonso II de Oviedo, para pasar por el Loyola, el Stadium de la Juventud y más tarde por Peritos y CAU. Por motivos laborables tuvo que irse a Zaragoza donde estuvo un muy breve periodo de tiempo con el Stadium Casablanca de 1ª División (máxima categoría por aquel entonces).
Con su regreso a Oviedo empezó su carrera como entrenador, la cual compaginaba con sus entrenos y partidos como jugador. Pasaron los años y Prieto iba quemando etapas y avanzando hacia la labor de coordinación y sobretodo de promoción del deporte, ya en la década de los 80 recaló en las filas del Balonmano Naranco como director deportivo, durante la época gloriosa del club y con Emilio Fariza al frente de la entidad.
En 2005 volvió a la actividad como coordinador del proyecto deportivo del Naranco, para recabar en la temporada siguiente en las filas del Oviedo Balonmano Femenino, como coordinador de las categorías base, club en el que hoy continua como directivo, además también dirige el equipo de veteranas “Astures“, vinculado a OviedoBF.
Prieto lo ha dado todo por el balonmano asturiano, una persona enamorada de este deporte, deporte que en los momentos más difíciles de su vida le sirvió como refugio, durante los año 90 la primera mujer de Prieto falleció y a él le dieron pocos meses de vida, pero guerrero como él es y como el balonmano le ha enseñado a ser, se sobrepuso, aunque a los pocos años perdió a su segunda mujer, él se volvió a arropar en el balonmano, haciendo de su deporte su terapia, una terapia que resultó ser más que útil. , y ahora, en otro de sus momentos difíciles de su vida, ha encontrado gente que le apoya y le da fuerzas para superar estas dificultades, volviendo a su particular terapia que tan buenos resultados le ha dado.
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