Mucho se está hablando de la hidroterapia en los últimos tiempos y no es por casualidad.
Empieza a sernos familiar la imagen del deportista realizando diversos ejercicios sumergido en una piscina.
Propiedades
Pues bien, esto se debe sin duda a las grandes virtudes que el medio acuático posee y que, puestas al servicio del deportista, pueden significar un gran impulso en la recuperación tanto a nivel físico, ya que mecánicamente el deportista se ve capaz de realizar movimientos o reproducir gestos deportivos imposibles fuera del agua, como a nivel mental, por el impulso anímico que todo ello significa para él.
El agua tiene una propiedad fundamental que al fisioterapeuta/readaptador le beneficia especialmente, y es la ingravidez. Poder reducir hasta en un 80% el peso corporal nos permite realizar una carga precoz en una lesión de tren inferior.
Este hecho es determinante en la primera fase de una rehabilitación, donde el trabajo en carga está contraindicado o notablemente reducido.
Beneficios
El impacto, ese primer contacto del pie con la superficie de apoyo, se ve disminuido de tal modo que deja de ser una preocupación en esta fase inicial.
Además, los movimientos se ven frenados cinéticamente por la propia resistencia del agua, lo cual será un buen acicate para el trabajo de tonificación muscular.
Pero no solo existen beneficios y aplicaciones para miembros inferiores. También podemos favorecernos de esas propiedades en los superiores, en el raquis o en el core, por lo que habrá pocos deportes en los que, ante una lesión, la introducción de la hidroterapia no nos resulte interesante.
En cualquier caso, y tratando de ser más conciso, se podría interpretar que en todos aquellos deportes en que el impacto esté muy presente, como pueden ser el atletismo (tanto en carrera como en saltos), el fútbol, el baloncesto, balonmano, voleibol, etc, la hidroterapia siempre tendrá un papel relevante en caso de lesión.
Reproducir el gesto técnico sin dolor, mantener la actividad muscular en todo momento previniendo la atrofia, trabajar progresivamente desde la flotación más básica hasta la máxima resistencia, el entrenamiento isocinético y propioceptivo… todo ello contribuirá a mejorar la calidad del tratamiento rehabilitador en una fase en la que el deportista estará pasando por un proceso delicado a todos los niveles.
Fuente de la imagen: @NatureHealzYou y piscina de #KlynosVital.
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