Un Derby representa normalmente la florecida historia de una rivalidad que data desde hace algún tiempo.
Esta es la misma impronta que caracteriza al Derby del norte de Londres protagonizado por Arsenal y Tottenham. Este encuentro se registra desde hace 130 años, convirtiéndose en uno de los más añejos de los anales del fútbol.
Ayer por la Premier League volvieron a verse las caras, esta vez ambas escuadras con escenarios protagónicos en la tabla de posiciones. El Arsenal intentando sumar para que no se le escape el pelotón estelar, por su parte, el Tottenham pretendía acercarse al Manchester City, puntero absoluto del certamen.
Los gunners plantearon un esquema que era apenas un ensayo semanas atrás. Línea de tres defensores; dos stopers: Koscielny–Monreal y un líbero: Mustafi. Dos volantes de marca: Ramsey-Xhaka; carrilero por derecha Bellerín y por izquierda Kolasinac. Por izquierda Alexis, libre (enganche) Özil y Lacazette como centro delantero. Por su parte Pochettino planteó el mismo esquema, con Sánchez-Dier -Vertonghen atrás y Trippier–Davies por las bandas; Dembelé-Sissoko en el ida y vuelta, mientras que Eriksen, Alli y Kane quedaron para el ataque.
La gran diferencia del partido ante similares propuestas tácticas, estuvo en la estrategia. Wenger propuso pressing alto y bloque conjunto y corto, reduciendo espacios y administrando bien el contragolpe. Presión sobre la salida de los centrales blancos y agresividad en la marca. Ramsey sacrificio, equilibrio y dinámica en la transición; Özil creativo, Alexis punzante. El partido del Arsenal de manera general, fue brillante. En posesión de pelota ensancharon la cancha con incursiones de los carrileros Bellerín-Kolasinac, profundizando por las bandas y ganando el fondo para proyectar jugadas de peligro en los contragolpes. En defensa concentrado, articulado y solidario. Corrió 90 minutos y le sobró un tiempo.
Por su parte Pochettino expuso un equipo cansado y resquebrajado tácticamente. Con la ausencia evidente de Winks en la media cancha, el pobre estado físico de Kane y Alli (quienes llegaban el encuentro siendo dudas) y el estrago del exceso de partidos por la fecha FIFA, los Spurs naufragaron sobre el césped del Emirates Stadium. A pesar de contar con mayor posesión del balón (58 %), su dinámica tuvo dificultades para imponerse ante el bloque defensivo local. En las contadas ocasiones que lograron superar el bloque, tuvieron la intervención de un iluminado Cech. El portero checo ahogó el grito de gol en algunas ocasiones a Kane.
A los 36′ un cobro libre de Özil conectado por Mustafi puso la primera ante la mirada de un Lloris impávido por la colocación del cabezazo. El alemán superó en el salto a Vertonghen, apuntó al poste cambiado y con fortuna ingresó.
Los Spurs tuvieron poco tiempo para la reacción, pues al 41′ una proyección de Bellerín precedió al movimiento al vacío de Lacazette, provocando un centro al corazón del área que definió en segunda instancia Alexis, tras potente remate al pie de la línea de gol.
Para el segundo tiempo el partido cambió. Wenger decidió esperar y defenderse con orden; Pochettino con el cuchillo entre los dientes en búsqueda del descuento. Dispuso el ingreso de Winks por Dembelé al 62′, con lo que mejoró la posesión y proyección, pero Kane tuvo una mala noche y erró algunos remates al arco. Al 73′ Wenger ingresó a Coquelin por Lacazette para mitigar incursiones de Trippier, controlando las acciones y sosteniendo el volumen rival. El mal encuentro de Kane significó su salida por Llorente y de Son por Alli. Sin embargo, las acciones de ambos delanteros no tuvieron significancia sobre el arco local.
El partido concluyó 2×0, reduciendo las posibilidades en la tabla a los Spurs y metiendo a la pelea a los gunners. El Arsenal se quedó con el North London Derby mejorando su situación y afirmando sus nuevo análisis táctico y modelo de juego.
Fuente de imagen: @Arsenal
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