Si hay algo que sabemos todos los aficionados del fútbol, es que en cualquier momento lo inesperado puede hacerse realidad y que todo lo bueno puede convertirse en un desastre. Normalmente es ese uno de los atractivos de este deporte, uno de los motivos por los que la concentración y la entereza no se deben perder en ningún momento.
| CD Leganés | 1 | 0 | Athletic Club |
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Esto puede asemejarse al cambio que sufría el Doctor Jekyll para convertirse en Míster Hyde en la novela de Robert Louis Stevenson. Un hombre con fines nobles se convertía en un maleante capaz de lo peor, un gran cambio en la personalidad en los pensamientos y en los actos. Este arquetipo puede utilizarse para los dos equipos protagonistas de este partido: el Club Deportivo Leganés y el Athletic Club.
En lo que a los locales se refiere, al equipo de Asier Garitano le corresponde el cambio de Mr. Hyde al Dr. Jekyll. Una temporada anterior en la que, teniendo también en cuenta su condición de recién ascendido, le costó mantener la categoría y que hizo un esfuerzo tremendo para conseguirlo. Sin embargo, de esa temporada a la actual ha habido un cambio total. El equipo demuestra una regularidad y contundencia en su juego tremenda. Confianza, efectividad y calidad se han unido en un equipo que finaliza esta jornada en una quinta posición que muy pocos preveían. Este rendimiento se ve refrendado por su racha de 5 partidos con la portería a cero, incluso contra grandes como el Atlético de Madrid.
Por parte del Athletic, el equipo que las últimas temporadas siempre ha peleado por puestos europeos y que ha plantado cara en todo momento, se ve a la deriva, en una situación de desesperación tanto a competición local como europea. Si bien el jugar la Europa League puede suponer algún desgaste a la hora de afrontar la competición doméstica, solo valdría usarla como excusa si el equipo se desenvolviese bien en la primera. Un desastre que ha hecho que los rojiblancos, de las temporadas anteriores a la actual, hayan sufrido una transformación como la del noble Jekyll al pérfido Hyde.
El partido en sí también tuvo dos caras, una para cada parte. La primera fue de buen recuerdo para el espectador, si es que del sopor que dio se quedó dormido y soñó con ver a su equipo campeón de la Champions League. Ni ocasiones ni fútbol. Únicamente destellos (sobre todo de Gabriel, el jugador más determinante del Lega) que ni llegaban a materializarse ni por un bando ni por el otro. Puede parecer extraño que una parte se pueda analizar en un único párrafo pero es lo que hay. Una primera parte horrible, una parte al estilo Mr Hyde.
Luego llegó la transformación, tanto por un lado como por el otro. Los del “Kuko” Ziganda comenzó arrollador, dispuesto a usar las garras de león para tratar de marcar el gol, pero le faltó concretar en los momentos clave, lo que supuso, como se vio a continuación, un error fatal. Tanto un desaparecido Aduriz como Williams tuvieron ocasiones de oro en los primeros diez minutos, minutos de claro color rojiblanco.
Sin embargo, el Leganés reaccionó. Cuando más estaba sufriendo, Beauveu se sacó de la manga un golazo con el que batió a Kepa y puso por delante a su equipo. El jugador guadalupeño, cedido por el Celta, se redimió así de un fallo en una de las pocas jugadas de peligro creadas por su equipo. Goles en un momento así, en un momento de sufrimiento, tienen un gran impacto moral tanto en los que se ven favorecidos como en los que se ven perjudicados.
A partir de entonces, el ritmo volvió a disminuir. Aunque el Athletic tenía que remontar, las pulsaciones le hicieron actuar más con el corazón que con la cabeza y eso, si encima no estás en un buen momento de juego ni de forma, no sirve para nada. Los locales, cómodos y conscientes de cómo debían manejarse en el partido, supieron poner nerviosos a los leones, lo que les hizo perder la paciencia y que desde que encajase el gol fuera incapaz de crear casi ninguna ocasión de peligro, siendo la más relevante una de Susaeta en el tiempo añadido.
Victoria blanquiazul y una nueva derrota rojiblanca, que no paran de recibir varapalos. Los partidos europeos, la mala racha liguera… todo eso se está aglomerando en un equipo que ve como su objetivo ha pasado de aspirar a puestos elevados, a evitar sufrimiento en lo que resta de campaña. Totalmente opuesta es la situación del Leganés, que ha visto pasar su objetivo de evitar sufrimiento a aspirar a lo mejor. Una transformación completa. Una transformación digna de la obra de mayor prestigio de Robert Louis Stevenson.
Imagen destacada vía: Marca
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