Desde que el pasado mes de Octubre ASO, la empresa encargada de la organización del tour de Francia, desvelara cual sería el trazado de la 104º edición de la ronda gala, que se disputará entre los días 1 y 23 de Julio de 2017, muchos han sido ya los juicios y análisis emitidos para intentar descubrir quién de los máximos favoritos cuenta con más posibilidades de victoria.
El director de la carrera, Christian Prudhomme, calificó el recorrido como “un regalo para los atacantes”, con tan solo 36kms de contrarreloj, 13 de ellos correspondientes al inaugural prólogo en la ciudad Alemana de Düsseldorf y los 23 restantes que se disputarán en el marco de la penúltima etapa con salida y llegada en el velódromo de la costera Marsella, todo hace pensar que los escaladores puros, véase Quintana y Bardet como máximos exponentes de este gremio, cuentan con más ventaja que el triple vencedor en Paris y hombre a batir, el Británico Chris Froome.
La prueba una vez disputada la primera etapa, pisará tierras Belgas y Luxemburguesas para adentrarse la en la cuarta jornada en territorio doméstico, por primera vez en su historia el recorrido pasara por los cinco macizos montañosos del país, y es en el de los Vosgos donde presenciaremos el primer final en alto con la llegada a La Planche des Belles Filles, Peyragudes e Izoard serán los otros dos y Chambéry y Serre Chevalier albergaran el final de lo que se presume dos grandes etapas montañosas, ambas de ellas con la meta situada tras el descenso de Col du Chat y Galibier respectivamente, cinco etapas de media montaña y nueve etapas llanas completan el trazado.
Con todos estos ingredientes que conforman el recorrido se puede desprender cierto interés en buscar un antídoto anti-Froome por parte de la organización, pero cabe recordar, que en la pasada edición, fue lejos de los terrenos ascendentes donde el Británico labró su victoria, primero en la 8ª etapa, con el ataque sorpresa en la cima del Col du Peyresourde y su correspondiente descenso efectuado de manera frenética que le valieron para adquirir valiosos segundos de renta en la meta de Bagnères–de–Luchon y días después en una undécima etapa llana donde su magistral lectura de la carrera ante las condiciones de viento lateral provocaron los famosos abanicos, dejando cortados y casi sin opciones, a sus principales rivales a falta aún de muchos días de carrera.
El dúo Quintana-Bardet tendrá que mostrarse valiente y decidido desde los primeros compases de la carrera, dado que Froome se muestra impredecible y además como se lleva demostrando en los últimos años goza de la escuadra más potente del World Tour.
Foto imagen destacada: reporterosasociados.com
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