Opinión

Un error imperdonable para la Euroliga

Tras casi la mitad de la primera fase de la Euroliga ya disputada, a poca gente le cabe duda de que se haya dado un paso de gigante para la creación de una de las mejores competiciones de clubes de Europa, pero la realidad es que esta primera edición de la nueva Euroliga está teniendo un fallo garrafal imperdonable.


Todos los seguidores del baloncesto europeo estamos encantados con el nuevo sistema de competición. Al contrario de lo que muchos agoreros advertían, con esta liga unificada de 16 equipos, la Euroliga, lejos de convertirse en una fase decidida desde su inicio se ha transformado en una competición donde las sorpresas están al orden del día.

De esta forma, y pese a que ya estamos apenas a una jornada de llegar al ecuador de la primera fase, no solamente no hay un solo equipo clasificado de oficio o algún equipo que esté a punto de ser eliminado, sino que entre el segundo y el octavo clasificado apenas hay un triunfo de diferencia.

Pero hoy no quiero hablaros de las bondades de esta Euroliga, sino de uno de los grandes fallos que evitan que se pueda calificar al torneo continental como una de la mayores competiciones de clubes del viejo continente.

El último ejemplo de este fallo, que empieza a ser recurrente en la Euroliga, lo tuvimos en el encuentro que enfrentó a los dos últimos finalistas del torneo continental, el CSKA de Moscú y el Fenerbahçe, y que acabó dirimiéndose en favor del conjunto de Zeljko Obradovic. Tras un partido muy competido, justo cuando ambos equipos se disponían iniciar el tiempo extra, todo tuvo que detenerse. La electrónica no funcionaba y Daniel Hierrezuelo, el colegiado español de la contienda, pedía un tiempo muerto hasta que los técnicos lograsen arreglarlo.

El día del Real Madrid-Galatasaray, los turcos «jugaron» con la plantilla del Baskonia (Foto:Twitter @Writer1971)

Esto, que de haber sido un hecho aislado, no habría sido más que una mera anécdota, comienza a ser un hecho más que preocupante. Uno que es habitual en el Palacio de los Deportes -ahora WiZink Center– ya ha vivido unas cuantas este mismo año.

Desde el propio encuentro inaugural de la competición entre el Real Madrid y Olympiacos se comenzaron a ver estos problemas. Durante todo el primer cuarto las canastas de uno y otro equipo no subían hasta que anotaba el rival y cada vez que entraba un triple la canasta valía ¡10 puntos! Pero aquí no acabarían los fallos y en cada partido de Euroliga el marcador nos sorprendía con un error diferente, cuando no era que los puntos no subían y había que llevar el marcador manualmente, era que el reloj de posesión no funcionaba o que el resultado no era el correcto y si no que directamente el equipo blanco tenía que jugar ante un Galatasaray pero que jugaría con jugadores de Baskonia.

Estos son algunos de los fallos que se han producido en Madrid durante esta Euroliga, pero que nadie se equivoque, estos fallos se están produciendo(en mayor o menor medida) en todas las canchas de la competición debido a un inefable sistema de estadísticas que falla más que un servidor comprando el décimo de la Lotería de Navidad. Unos errores inexplicables que le quitan calidad a una competición que debería brillar por su perfección.

 


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Foto destacada vía: www.losojosdeltigre.com

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