Aunque el balonmano se estrenó en Berlin 1936, lo cierto es que la inclusión oficial no se produjo hasta las olimpiadas de Munich 72 para los hombres y en las siguientes, Montreal 76, para las mujeres.
En estas primeras olimpiadas masculinas, el podium lo formaron la extinta Yugoslavia que consiguiera la medalla de oro sin perder ningún partido, la hoy separada Checoeslovaquia y Rumanía. Por nuestra parte, la selección, cuyo gran mérito ya fue su clasificación, lo que no consiguió para la siguiente edición, realizó un buen torneo cediendo derrotas muy ajustadas en un grupo complicado con Rumanía, RFA y Noruega.
En el caso de las mujeres, en Montreal 76, el podium lo formaron la también extinta URSS, la integrada RDA y Hungría. La Unión Soviética se mostró intratable no perdiendo ningún punto en toda la competición.
En las sucesivas ediciones han dejado su huella grandes mitos del balonmano. Para comenzar hay que destacar la participación con su selección en Munich 72, al considerado como mejor jugador de la historia del balonmano: el mítico rumano Gheorghe Gruia, una zurda para recordar. Luego vinieron los Mile Isakovic, Veselin Vujovic, Erhard Wunderlich, Vasile Stinga, Viatcheslav Atavin, Talant Dujshebaev, Jackson Richardson, Ivano Balic, Magnus Andersson, Christian Schwarzer y muchos más que podrían entrar en esta lista.
En cuanto a nuestro país, también muchos son los nombres de diferentes décadas, como: Fernando De Andrés, Quico López-Balcells, José Luis Sagarribay, Cecilio Alonso, Juanón de la Puente, Francisco Muñoz Melo, Rafa Guijosa, Rolando Uríos, Enric Masip, Iñaki Urdangarín, los hermanos Alberto y Santi Urdiales, Alberto y Raúl Entrerríos, etc. Y desde luego la gran escuela de porteros emblemáticos: José Perramón, Lorenzo Rico, David Barrufet, José Javier Hombrados, etc.
En la parte femenina y a nivel internacional podríamos nombrar a: Zinaida Turchina, Tirca, Trine Halvitk, Svetlana Dasic-Kitic, Erzsébet Kocsis, Jasna Kolar-Merdan, Kim Hyun-Mee, Anja Andersen, Zhai Chao, Cecilie Leganger, Nadine Krause, etc.
A nivel nacional se podría mencionar, entre otras, a: Sagrario Santana, Montse Puche, Amaia Ugartemendia, Noelia Oncina, Karmele Makazaga, Cristina Barrios, Serrano, Tati Garmendia, Cristina Gómez, Cristina López-Quirós, etc.
Hasta el momento el medallero masculino arroja un empate a 2 oros de las selecciones de URSS, Yugoslavia, Francia y Croacia. Es evidente que las medallas de Yugoslavia y Croacia podrían sumarse para elevar a los balcánicos al liderato de este medallero. Por otro lado es muy meritorio de que “les experts” son los ganadores de las dos ultimas ediciones.
Tambien habría que destacar, a pesar de no contar con el oro, las cuatro platas de una Suecia a la que le faltó un poco de suerte ya que perdio tres de las cuatro finales por un sólo gol.
Por otro lado, las cuatro medallas de Rumanía, tres de Alemania y tres de España configurarían las selecciones más laureadas en su trayectoría olímpica.
Por la parte femenina la selección de Dinamarca lidera el medallero con tres oros, debido a su epoca dorada (1996-2004). A pesar de ello la selección con más medallas olímpicas es Corea del Sur que cuenta en su haber con 6 preseas (2 oros, 3 platas, 1 bronce), seguida de Noruega con 5 (2 oros, 2 platas, 1 bronce) cuyos dos oros han sido logrados en las dos últimas ediciones. Hungria y la URSS completarían la parte alta de la lista.
Mucho ha cambiado el balonmano como deporte desde la primera olimpiada balonmanística, tanto en la concepción del juego como en su desarrollo en pista, proporcionando al espectador un gran evento deportivo.
En este momento hay un amplio número de selecciones que son candidatas a entrar en la fase final de esta competición y también a conseguir entrar en el podio. Podio que cada día está más difícil y donde tener un mal día de competición puede dejar fuera de las medallas a cualquier selección.
Una muestra de ello es que, para nuestros #hispanos, va ser la segunda edición en la que España no consigue la clasificación, lo que no pasaba desde Montreal 76.
Apesar de esto, la tradición olímpica siempre pesa en la competición y seguramente volveremos a ver las selecciones que en la última década han estado en la parte alta de la clasificación volver a ocupar estas posiciones, siempre con permiso de la selecciones emergentes que en las competiciones previas han mostrado su buen hacer y estado de forma.
Igualmente deseamos que en esta olimpiada surja un nuevo mito para el balonmano en el que los jóvenes jugadores puedan tener un referente.
Gracias al buen trabajo realizado por nuestras #guerreras, ellas sí estarán en esta edición y que nos promete (gracias a los últimos resultados) una participación con la vista puesta en el podio.
De ser así será la segunda medalla (magnifico bronce el conseguido en Londres 2012) y les deseamos que esta vez sea de otro metal. ¿Oro? Todo es posible…
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