El trofeo más anhelado por los clubes de Sudamérica y México es el entregado al ganador de la Copa Libertadores, premio a la escuadra que venza a sus rivales en todas las fases. El equipo que logre obtenerla, quedará registrado en la historia de este apasionante torneo.
Trofeo creado por Don Alberto de Gásperi en el Perú, por artesanos peruanos guiados bajo su mando. Esto en 1959 cuando el dirigente peruano Teófilo Salinas, entonces directivo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), le encargó a De Gasperi que creara el trofeo que se le daría al campeón de la Copa Libertadores.
El trofeo original fue hecho en varias piezas de plata 925 y fue diseñada imitando la figura redonda de un balón formada por dos piezas semejando estar tapada por el listón. En principio esa cinta iba a albergar el nombre de los ganadores hasta que se dieron cuenta de que no entrarían todos. Otro elemento resaltante es el hombrecito que está en la cúspide pateando un balón y cada pieza unida desde la base por un perno.
El argentino Raúl H. Colombo, entonces presidente de la Conmebol. Aprobó el diseño del trofeo y quedó muy conforme con el trabajo hecho. Desde su creación, la Copa ha sufrido varios cambios sobre todo en la base. Sin embargo, en el 2004, quedó casi destruida cuando se le cayó de las manos al colombiano Herly Alcázar del Once Caldas, campeón de ese año.
La Copa fue enviada a reparar, pero lejos de devolverla al Perú donde fue creada, la Conmebol la envió a la empresa Alzaimagen de Chile, que la restauró. Ahora, las asas son más grandes y el hombrecito que antes pateaba con la derecha, ahora lo hace con la zurda. Pese a los cambios, sigue siendo el objetivo de todos los clubes que participan en el torneo, con el sueño de alzarla y ser parte de la historia.
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