Van der Poel y el Tour de Flandes: Dos caminos dispuestos a encontrarse

Si bien es cierto que el Tour de Flandes (Ronde van Vlaanderen) es una carrera pensada solo para los conocedores, no representa un problema para un ciclista como Mathieu van der Poel, quien continúa avivando nuestra pasión, afición y emoción por el calendario de clásicas, monumentos y toda la temporada del ciclismo en general.

Cualquiera pensaría que el corredor neerlandés enfrentaría una presión mayor a la normal, considerando sus increíbles habilidades técnicas y su talento incomparable incluso en condiciones adversas. Sin embargo, lo que Van der Poel nos ha demostrado durante más de 5 años consecutivos, manteniendo un nivel de rendimiento por encima de lo excepcional, disipa cualquier duda sobre si es un corredor destinado a escribir su propia historia.

La previa

En unas aproximadas 6-7 horas los valientes 175 hombres dispuestos a asumir este recorrido, tenían que enfrentarse a 270 kms del segundo monumento del año, (y el primero de los belgas). Con 24 sectores adoquinados, en los que se encuentran los famosos Oude Kwaremont  (2.2 kms al 4,8%) y Paterberg (360 m al 12,9%) que subirían 3 y 2 veces respectivamente. Subidas donde sin duda, se definiría de forma absoluta el devenir de la carrera.

Tras el accidente estrepitoso de días anteriores en Dwars door Vlanderen, en el que Wout Van Aert, Girmay, Pedersen y otros favoritos muy serios sufieron serios percances y lesiones, (en el que sólo Pedersen sobrevió de los afectados). Teníamos una carrera que si bien es cierto, estaba muy cantada para la tercera victoria de Van der Poel, pero además nos podíamos encontrar con gratas sorpresas; copando los dos cajones del podio restantes y el top 10 sin duda: Lazkano, Jorgenson, Matthews, Kristoff, Politt, Bjerg, Bettiol entre otros.

Primera Parte: El viacrucis

Inicialmente, una fuga breve de 8 corredores se armó la cual no tuvo mayores complicaciones para atravesar la primera parte de la carrera, pero eso si. como cada año, los nervios entre los ciclistas eran más que evidentes, aunque hubo uno que otro tímido movimiento, no fue sino hasta a falta de 110 kms a meta, en donde Mateo Jorgenson (Visma Lease a Bike), hace ua declración de intenciones fuerte en la que avisaba que Van der Poel no lo iba a tener fácil, tras el paso por el Wolvenberg, a 100 kms de la linea de meta ya el pelotón estaba a 1:40 min. Pero el movimiento de Jorgenson nos hacía pensar que iban a ocurrir gratas sorpresas.

Así pues, llegaba a falta de 99 kms a meta el primer ataque serio de la carrera, por causa del corredor danés del Lidl- Trek, Mads Pedersen. En el que puso en problemas serios a más de uno, pero como podemos ver en la imagen, Van der Poel estaba atento junto a los Visma para cerrar ese primer hueco.

EL MOLENBERG NOS PONE EN PROBLEMAS

Entre otras cosas, las alarmas saltaban para el Movistar Team tras la mala ubicación de Oier Lazkano, donde se quedaba cortado con un primer grupo de los “gallos” que se armaba con un ataque de Alaphillipe, en compañia de Van der Poel, Jorgenson, y demás. Pero antes de los 90 kms a meta se re agrupaba este primer colador de los que realmente estaban llamados a triunfar.

Pese a los esfuerzos de Van der Poel y su equipo, se armó nuevamente un corte en el que Van Baarle, Pedersen, Politt, Naesen, Turner, Van Moer, Benoot y Gianni Vermeersch tenían 30 segundos de ventaja respecto a Van der Poel, pero con los esfuerzos del Alpecin iniciales para recortar dichos 30 segundos, Mathieu más pronto que tarde decide en primera persona salir a recortar esa diferencia.

Segunda Parte: De Ronde is in the House

No en vano Pedersen fue campeón del mundo en aquel lejano mundial de Yorkshire en 2019, ya que insistió varias veces con ataques en los cuales ya empezaban por atrás a preocuparse para capturarlo, tras su segundo cambio de marcha a 85 kms a meta, Gianni Veermersch, cicilista del Alpecin- Fenix, que se encontraba en la primera fuga del día fue quien salió a marcarlo de inmediato. Fue una cabalgata de más de 30 kms a meta en donde ambos corredores iban por lo suyo.

¿LE PODEMOS DEDICAR A OIER LAZKANO UNA CANCIÓN?

Alguna vez me enseñaron que en el mundo del ciclismo sólo triunfan los valientes, y es esa frase que tiene marcada en el corazón don Oier Lazkano López, cicilista del Movistar Team que no quería dejar ir su oportunidad de protagonizar este metraje belga y dar batalla, y a 55 de meta lanza su primer ataque junto a Van der Poel, que ya avisaba que tenía unas piernas descomunales. Oude Kwaremont fue el escenario para ver este derroche de vatios en donde provocó la captura de Pedersen y Veermeersch.

Digo que si le podemos dedicar una canción a Lazkano, y también al Movistar, porque el alma la pusieron al ruedo en el Paterberg junto a Iván García Cortina, y no sé me ocurre otra forma de describir la actitud de los dos hombres del Movistar Team, de toreros absolutos. Con el ataque de García Cortina al grupo principal a 48 kms a meta. donde les sacó más de 10 segundos de ventaja. Lo que se veía era una inminente masterclass del Movistar.

Para desgracia de la afición Hispanoamericana,  en cuestión de minutos lo que parecía el camino a la gloria para el equipo español, terminó en tragedia. Ya que a 45 kms a meta, García Cortina tuvo una falla mecánica en lo que al fondo, en un “frame” más que histórico, se ve como Mathieu van der Poel viene con el arreón del año dispuesto a matar o morir.

Tercera parte: Todo en uno, Crucificxión y Resurreción.

Se sabía que las rampas del 11% que ibamos a encontrar en el Koppenberg iban a ser determinantes, pero nadie se imaginó que muchos corredores tendrían que subirlas con la bici a la mano, ya que la dificultad se incrementó más por causa de la lluvia y el adoquín mojado. Sólo dos corredores fueron capaces de subirlas sin poner en ningún momento el pie a tierra. Mathieu Van der Poel, por supuesto y un sorprendente Matteo Jorgenson.

Una vez puesto en marcha el motor, ninguno de los mortales fue capaz de seguir al corredor neerlandés, Van der Poel iba a lo suyo. Su tercer Flandes a su palmarés, para ponerse a la par de Boonen, Cancellara y el olimpo de los clasicómanos de leyenda. Justamente, ya 10 kms más tarde les había metido algo más de 1 min al grupo perseguidor.

¿ QUÉ PASÓ CON LOS MORTALES?

Una vez Van der Poel fue en caza de lo suyo, la lucha por el podio quedaba demasiado abierta, y con 40 kms restantes y un par de tramos de adoquin más, las posibilidades eran más que infinitas, y cualquier cosa podía pasar. Un grupito que cazó a un Mateo Jorgenson en busca de Van der Poel conformado por Cortina, Bettiol, Wellens y Teuns eran los que inicialmente se embarcaban a la aventura de la lucha por el podio.

Entre varios ataques, el más serio fue el hecho por Alberto Bettiol (EF- Education First) y Dylan Teuns  (Israel – PremierTech) fueron quienes a 23 kms a meta lograron escapar por un buen tiempo de este pequeño pero decisivo grupo en busca de acompañar a Mathieu en los otros dos cajones del podio. En donde una escasísima diferencia de 15-20 segundos fue lo que pudieron mantener con sus perseguidores (ya habiendo pasando los tramos más duros de la carrera). Y con el cuchillo en los dientes estaban a la espera, los UAE, con Bjerg, Politt y Morgado. Naesen por el AG2R, Matthews por el Jayco, Benoot y Skujins por Visma y Trek respectivamente, o un asolapado Luca Mozzato en representación del Arkea B&B Hotels.

Pero aunque aquí siempre honraremos a los valientes, en esta ocasión Bettiol y Teuns fueron atrapados por este grupo grande de corredores talentosísimos en el que Luca Mozzato, como el que mejor sprintaba de ellos se hechó a las espaldas un segundo lugar en un monumento, y un sprint debatible de Matthews que lo pusó parcialmente como tercero, fue descalificado por movimiento irregular al sprintar para dárselo al alemán del UAE -Team Emirates Nils Politt.

Ansiamos el Flandes 2025, por supuesto.

Mientras pasa un año completo para ver una edición más de De Ronde, nos llevamos conclusiones más que positivas. La actitud de los Movistar: Lazkano y Cortina, sin duda es para enmarcar. Por supuesto, la marcianda de Van der Poel que se cola entre los más ganadores de Flandes en la historia y va de camino a más. El corazón y garra de Bettiol, las sorpresas con Morgado y Mozzato. La desaprición un año más de los Soudal- Quickstep en clásicas donde alguna vez fueron dominadores. El resurgir del Visma con Jorgenson y Benoot. Conclusiones más que agradables seguro y muchas cosas a desatacar.

Por lo pronto, para calmar las ansias, repasemos el top-10 de la carrera.