Novak ya había perdido esta semana con Sinner, y no pensaba volver a hacerlo. El serbio venció a Alcaraz (6-3,6-2) en un partido en el que partía como favorito pero que a priori parecía más igualado de lo que acabó siendo.
El español llegaba al partido con buenas sensaciones tras no perder ningún set frente a Rublev y Medvedev. Por la otra parte, Djokovic afrontaba el encuentro con más horas en pista y con sets en contra en todos los partidos disputados. Pero las semifinales no entienden del pasado ni de estados de forma.
Alcaraz empezó el partido de forma excelente: un 100% de primer saque en los juegos iniciales y una frescura en pista que hacía soñar al espectador español. De hecho, en el turno inicial de servicio para Djokovic, el murciano dispuso de dos bolas de break a favor para empezar de la mejor manera. Aun así, Nole no se lo puso tan fácil y salvó ambas, llevándose el juego finalmente.
Hasta el 4-3 para Novak, los servicios se impusieron. El problema llegó a partir de entonces, cuando Djokovic tuvo las primeras bolas de rotura en un juego decisivo -si lograba el break, sacaba para llevarse la manga-. Un Alcaraz fallón, con varios errores no forzados, bajó el nivel y facilitó el quiebre de Novak, el cual no desperdició la oportunidad de colocarse 1-0 en el marcador.
Tanto el espectador como el público esperaban un segundo set más igualado y con mayores puntos espectaculares, tal como nos tienen acostumbrados el número 1 y el 2 del mundo. Aun así, Alcaraz siguió con la dinámica negativa y Djokovic con una seriedad y soltura en el juego que crecía exponencialmente. No tardó mucho Carlos en ceder su servicio y Novak en aumentar todavía más su nivel. Desde ese momento, lo del español fue un quiero y no puedo: llegó a tener otras dos bolas de break, pero Djokovic estaba intratable y él frustrado, agobiado, bloqueado. Algunos puntos espectaculares nos dejaron los últimos juegos pero probablemente fue el peor Djokovic-Alcaraz del año o -mejor dicho- el Djokovic-Alcaraz menos igualado.
Novak se apuntó el partido rompiendo de nuevo el servicio de Alcaraz y cumpliendo con el suyo propio. Este domingo le espera el reto que no logró cumplir el pasado martes contra Sinner. Y Djokovic no piensa tropezar en la misma piedra dos veces. Le dan igual los obstáculos que haya: que si Hurkacz, que si Alcaraz… él quiere revancha. Y si Djokovic quiere revancha, va a haber revancha.
Imagen: ATP Tour
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