ATP Tenis

Novak Djokovic: Resumen de una semana loca en París

Nole est inévitable. Podríamos llenar un montón de líneas narrando un sinfín de récords y números para justificar esta frase, pero nos quedaremos con uno para empezar este artículo: Desde que ganó en esta misma ciudad el Torneo de Roland Garros, solo ha perdido un partido en la temporada, la final de Wimbledon contra Alcaraz.

Solamente jugó 3 torneos después de esa dura derrota en Londres, que parecía un llamamiento a un cambio de monarca en la cima del tenis mundial. Un cambio que, tarde o temprano, llegará, pero no todavía. Novak tenía algo más para decir. Así, se tomó revancha de Carlitos en Cincinnati y cerró a lo grande la temporada de Grand Slams con un nuevo título en Flushing Meadows. Después de aquello, decidió tomarse un descanso, hasta ahora. Y aquí es donde empieza nuestra historia de la semana.

Miss me?

Mes y medio después de su último partido oficial, contra Davidovich Fokina por la fase de grupos de la Copa Davis, el Djoker volvió a las andadas, y lo hizo como si nunca se hubiera ido. El destino era Bercy. El objetivo era su 7mo título en esta localidad y su 40mo de Masters 1000. ¿Su debut? En 2R con el argentino Tomás Martín Etcheverry, cuyo ídolo es bien sabido que es el serbio. ¿El resultado? Un cómodo 6-3, 6-2. Un día más en la oficina para empezar con buen pie luego de un largo descanso.

Al día siguiente, el jueves, se vería las caras con el neerlandés Tallon Griekspoor. Al principio, parecía que sería otro partido tranquilo para Djokovic, que se puso 4-1 en el 1er set. Hasta que llegaron los problemas. Su rival ganó los siguientes 5 juegos y se puso set arriba.

El 2do set sería una batalla muy ajustada, donde Nole estuvo contra las cuerdas al punto de tener que recuperar dos bolas de quiebre que habrían dejado a su oponente sacando para partido. A pesar de esto, Djokovic resistió y, una vez en el tiebreak, la balanza se decantó para el de siempre. Ya en el set decisivo, un Nole que seguía algo apagado, pudo sacar una ventaja que luego se le escaparía. Ahí, ante el fervor de un público bastante adverso toda la semana, despertaría la bestia y liquidaría un partido más complicado de lo que parecía a priori: 4-6, 7-6 (2), 6-4.

Revancha de 2022

La próxima parada eran los cuartos de final, aunque bien podía decirse que tenía aroma a duelo por el título, y es que en esta instancia se reeditó la final del año pasado, que acabó perdiendo Novak contra el danés Holger Rune. Un año más tarde, Nole seguía igual de embalado y su rival escandinavo recién empezaba a recuperar buenas sensaciones tras unas semanas muy irregulares.

En cualquier caso, este partido fue todo menos irregular. El 1er set fue una batalla de saques, donde no solo no hubo ningún break point en los primeros 11 juegos, sino que ni siquiera se llegó a un 40-40, hasta que Rune sacaba 5-6 y, tras forzar el primer deuce del partido, Nole pegó primero y se llevó el set. El 2do set fue muy ajustado también, con un intercambio de quiebres y un punto de partido para Djokovic que levantó Rune sirviendo 4-5. Todo nos volvía a encaminar a un jeu décisif…

Acá, y aunque parezca extraño, un Djokovic que ha sido casi invencible en tiebreaks este año, no pudo reafirmarlo y, tras una gran muestra de carácter, Rune llevó el partido al último set. Este sería igual de apretado que los anteriores, sin ningún deuce en toda la manga y apenas un game donde hubo chance de quiebre, que aprovecharía el serbio para ponerse 2-1 y no mirar atrás hasta llegar a la meta, las semifinales: 7-5, 6-7 (3), 6-4.

El partido del torneo

Lo que esperaba a Novak en las semis era otro partido contra el ruso Andrey Rublev, a quien ya había eliminado previamente en dos majors este año (AO y Wimbledon). Para el moscovita, era un nuevo partido ante su bestia negra, a quien ya había encarado de mejor manera en la Catedral, a pesar de la derrota. En esta oportunidad, sin embargo, pocos esperábamos ver el nivel que mostraría a lo largo del encuentro.

Djokovic quebró de arranque, mal augurio para Rublev. O eso creíamos, pues devolvería inmediatamente el break, tras el juego más largo del partido. El nivel de Rublo fue en ascenso constante en medio de la irregularidad del Djoker. El serbio incluso debió levantar un 0-40 para evitar que el adversario sacara para set, pero no pudo hacer lo mismo cuando servía 5-6 y, tras tanto esfuerzo, el ruso se llevó el 1er parcial.

Lo que vendría desde entonces sería una batalla feroz entre un león herido y un guerrero que mostró la mejor versión que hayamos visto de él. Ambos levantaron break points, destacando el 0-40 que Rublev salvó contra pronóstico para ponerse 3-2 y mantener la paridad, que así quedaría hasta el tiebreak, uno donde, de vuelta a la normalidad, Nole pondría orden en la cancha.

Novak estaba jugando cada vez mejor, pero Rublev no estaba dispuesto a dejar ir un partido donde hizo tanto por ganarlo. Tanto fue así que se repuso de un 15-40 sacando 1-2, cuando parecía que era mucho su rival para seguir haciéndole frente, pero así lo hizo, hasta que sacó 5-6 y, tras tanto nadar, el tiburón lo atrapó en la orilla. Por 9na ocasión en su carrera, Djokovic jugaría una final en Paris-Bercy: 5-7, 7-6 (3), 7-5.

La cuadragésima carita feliz

A lo largo de la semana pudimos ver el bolso de Nole, aquel donde lleva sus raquetas y todo lo que necesite tener en cancha. Varias veces pudimos apreciar ciertos detalles que representaban sus numerosos éxitos, entre ellos sus títulos de Masters 1000. Estos últimos se contaban por caritas felices, llenando casi 4 hileras de ellas, por los 39 trofeos de este calibre que había alzado hasta esta jornada.

Hoy, sin embargo, era el día idóneo para completar esa cuarta fila de caras sonrientes. Solo quedaba un rival más por derrotar, el búlgaro Grigor Dimitrov. La final, eso sí, y a pesar de los partidazos que habían jugado ambos en los últimos días, se decantó claramente hacia un lado. En medio de cierta irregularidad de Dimitrov, Nole capitalizó el único break point del 1er set para acercarse al título y, con otro quiebre solitario sin respuesta, se llevaría también el 2do y levantaría un nuevo arbolito en la ceremonia de premiación: 6-4, 6-3.

Con este nuevo logro, Djokovic consiguió su 70mo título grande, desglosado en 24 de Grand Slam, 40 de Masters 1000 y 6 de ATP Finals, siendo el máximo candidato también para ganar las 7mas de estas en Turín dentro de un par de semanas. Además, casi asegura su 8vo año finalizado como N°1 del mundo y las 400 semanas en ese lugar de vanguardia en toda su carrera, bastándole con ganar un solo partido en las ATP Finals para sellarlo. Finalmente, se acerca al centenar de torneos ganados, con 97, cada vez más cerca de Federer (103), y Connors (110). ¿Los alcanzará? Está difícil, pero Nole nos ha demostrado que, para él, nada es imposible, y así lo vimos esta semana, una vez más.

Foto de: @DjokerNole.

Síganme en @Superfrio9 y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo, en nuestro Instagram sextoanillo. Entérate de todas las noticias de raquetas en @Raquetas_6A.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *