CV Guaguas consiguió el pase a la gran final de la Superliga con la autoridad y el poder que recuerdan a la Bernarda Alba de la obra de Federico García Lorca.
Ante un buen equipo cómo es Melilla, que nunca pudo seguir el ritmo de los canarios en ningún momento de la eliminatoria, dieron otro recital de voleibol: “aquí se hace lo que yo mando”. Los centrales de Melilla fueron minimizados por un Matthew Knigge que fue uno de los mvp de la ronda de semifinales merced a su dominio absoluto en la red tanto en ataque cómo en bloqueo directo y defensivo.
Los canarios consiguieron su billete cómo lo vienen haciendo toda la temporada: pasando por encima de su rival y pasando muy poco tiempo en la cancha. Con Dani Ruiz y Alejandro Fernández rotándose en el líbero durante la eliminatoria, Guaguas rozó la perfección en recepción (Almansa catedralicio) y pudo jugar cómodo los 2 partidos.
Melilla no puede hacer daño en el Imbroda
El equipo melillense confiaba en hacerse fuerte en su pabellón y poder dar un susto a los canarios. Sin embargo, en todos los sets se vio muy por debajo en el marcador prontísimo (9-14 en el primero 10-16 en el segundo y 8-18 en el tercero) , y es que en cuanto pestañeas, Guaguas se ha ido de 4-5 puntos. Salim Abdelkader lo intentó por activa y por pasiva cambiando jugadores y rotaciones: modificó receptores, cambios colocador-opuesto, centrales… pero sólo en un pequeño tramo del primer set (12-14) se acercó un poco en el marcador.
Camarero apenas vio peligrar los sets y sólo al final del tercer set dio descanso a un titular (Bertassoni por De Amo) para liquidar el partido en poco más de una hora. El nivel de recepción de Guaguas se fue a un mareante 78% de recepción positiva y 100% para Almansa en 14 recepciones, lo que indica que si no se le hace sufrir a los canarios con el saque no le puedes aguantar el ritmo de partido en ningún momento.
Guaguas sentencia en el CID
Melilla mejoró en el segundo partido. Con 1 set a 0 abajo tiró de casta y al ver nada tenia que perder empezó a jugar sin presión y se puso por primera vez por delante hasta el 6-11 del segundo set. Guaguas en ese momento volvió a saber sufrir en defensa y a tirar de su K2 y de Escobar para igualar a 16 y llevar el set igualado a los puntos finales.
Con el 22 iguales volvieron los fallos en el saque de Melilla y Guaguas sentenció con una tensa de De Amo con Ramos y un ace de Jorge Almansa. Los visitantes, con Martina y Jean Pascal al mando, apuraron sus opciones obligando a Sergio Camarero a pedir un time out con 18-16 en el tercer set. pero Melilla volvió a estar blandito y entregó a cuchara con un 25-20.
La temporada de Guaguas en Superliga es sublime, con todo victorias por 3-0 y 3-1, recibiendo muy poquitos sets y dejando la sensación que juega en una liga distinta al resto de los mortales. Camarero ha dado con la tecla estropeada la temporada pasada y tiene a todo el equipo enchufado y con hambre de reivindicarse. No está sufriendo lo más mínimo ante muy buenos equipos cómo es Melilla e indiscutiblemente es el gran favorito para alzarse con el título de liga.
La temporada de Melilla es buena, evidentemente peor que la temporada pasada en la que ganaron un título y jugaron la final de otro. Sin embargo el proyecto se reafirma con 2 semifinales y la sensación de que sigue comiendo en la mesa de los mejores equipos de la Superliga.
