La semifinal entre Soria y Teruel fue sencillamente antológica. Ambos equipos sabían que era la final de los equipos mortales y a fe que se dejaron la piel en cada punto de los 3 partidos vividos. En ambos pabellones hubo de todo: intercambio de golpes, montaña rusa de emociones, piques, momentos de gran juego, provocaciones, intensidad, defensas, aviones, peinetas, tiburones, discusiones, polémica y un largo etcétera.
La puesta en escena de ambos equipos y ambas aficiones, con el voleibol muy afincado desde hace años, debe ser un espejo al que mirarse y una palanca para afianzar este deporte en otras ciudades más grandes. Pasó a la final Río Duero cómo podía haberse clasificado Pamesa de haber tenido más templanza en los finales de muchos sets.
Teruel da la vuelta a un 0-2 para ponerse por delante
En el primer partido en Los Planos, Soria ganó los 2 primeros sets igualadísimos sabiendo manejar mejor los instantes finales de set con Moreno ejecutando por 2 y Pele Vargas con la pipe. Sin embargo, el equipo aragonés volvió ha hacer lo que más sabe: sacar la casta y rehacerse cuando peor tenía las cosas. Víctor Méndez fue el amo de la red y entre él, Pernambuco y Ferrández llevaron el timón para esta vez si tener templanza en los puntos finales de los 2 siguientes sets.
El quinto set vivido en Los Planos fue sublime, tenso, tremendamente largo, algo polémico y apoteósico. Pamesa tomo las primeras ventajas de 3 puntos, pero Río Duero lo enjuagó con un polémico nulo pitado cuando el punto lo tenían los del Torico en el bolsillo. Así se llegó a los puntos extra, en los que los 2 equipos dieron una batalla genial. Moreno machacó el 16-18 pero se pitó una invasión que dejó perpleja a la hinchada soriana. En la última jugada del partido Pernambuco estorba a Lucas en la colocación pero la jugada no se señala y Teruel consigue una victoria épica.
Río Duero cambia el rumbo en el segundo partido
Para el segundo partido de la serie, Toribio y Serna resolvieron dar una vuelta de tuerca en la estrategia y Soria cambió su forma habitual de jugar dejando de un lado a Moreno para jugar casi todo por el centro. Mario Junior y Domenech aparecieron en la serie y Torcello, con el paso cambiado, no pudo contrarrestar esta situación, por lo que el equipo local se llevó los 2 primeros sets con comodidad.
El fantasma del primer partido volvió a aparecer en los castellanos, que volvió a verse con el partido en el bolsillo y se relajó de manera inexplicable. El turno de saque de Pernambuco (gran nivel de saque en toda la serie) fue una losa y sentenció el tercer set a las primeras de cambio para un Teruel de nuevo exhibiendo su resiliencia.
El cuarto set fue punto a punto, golpe a golpe e incluso verso a verso. Ninguno de los equipos se despegaba y se llegó al final con 19-19 y con el agua al cuello Lucas ya tiró de un Moreno descansado mientras que Teruel seguía destrozando por el centro. El set y el partido se cerró de la manera más cruel para los aragoneses con un balón caído del cielo que era free y mientras Rubén Lorente y Pernambuco se colocaban para ejecutar ningún compañero fue a rescatar el balón.
No sabéis ganar, no sabéis perder
El partido del domingo en Los Pajaritos fue sin duda el más tenso de los 3. Tanto que al final del mismo las aficiones se reprochaban mutuamente el típico no sabéis ganar y no sabéis perder. En la pista mucha provocación, gestos, mofas y también mucho voleibol. Es normal que un partido de alta tensión como este los nervios estén a flor de piel y las pulsaciones revolucionadas y las reacciones de uno y otro (jugadores y aficiones) son desproporcionadas pero con seriedad hay que decir que es la vidilla del deporte ya que la cosa no fue más allá.
Río Duero sólo vivió tranquilo el segundo set, que lo resolvió viniendo de atrás con el saque de Pele Vargas, excepcional toda la serie. Los otros 3 sets fueron igualadísimos y pudieron caer para cualquiera.
En el primero, nuevamente Teruel levantó 4 puntos abajo ya avanzado el set (19-15) metiendo en muchos problemas a su rival en la rotación 1 tras saque de Lucas Lorente. Víctor Méndez estaba intratable otra vez en la red y cerró el set cazando a un Moreno que no tuvo el día más afortunado de la temporada.
Tras el 1-1, los de Toribio salieron enrabietados y a través de la defensa y la K2 se fueron al 16-11 con comodidad. Ahí Torcello jugó sus cartas y metió en pista a Coutinho por Ferrández y el plan le salió bien tras los 2 bloqueos del brasileño que volvieron a meter a su equipo en el set. Por enésima vez el set llegaba al final igualadísimo y allí apareció la figura de Mario Junior para con un bloqueo a fuego y un saque directo le dio el 2-1 a Soria.
Teruel ya no tenía red, pero anímicamente es un equipo muy duro y sobre todo en esta fase del campeonato. Nuevamente desde el 13-13 se jugó a uno arriba uno abajo y llegaron los momentos en que para sacar un punto había que sudar sangre y atacar 3-4 veces. Vildósola y Vargas sujetaron a sus equipos hasta el 21-22: el ataque de Mario lo rescató la defensa de Teruel pero el balón tocó de rebote en Pernambuco y Vildósola antes de armar la jugada y los visitantes no entendían los 4 toques.
Teruel se vino abajo en ese punto y tiró la serie con 2 ataques fuera en buena situación y un saque al limbo de Axel Téllez.
Soria vuelve a ser finalista de Superliga casi 30 años después y además mete al otro equipo de la ciudad, el Moreno Sáenz Sporting en Superliga 2, certificando la salud voleibolera de esta ciudad. Teruel, otra ciudad que respira voley, ha vuelto este año a pelear por los títulos y siembra las bases para volver a ser el que fue.
IMÁGENES CEDIDAS POR LOS CLUBS Y ORGANIZACIÓN,
TOMADAS DE LA WEB DE LA RFEVB,
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