Luego de salir campeón las últimas dos semanas en Róterdam y Doha, Daniil Medvedev volvió a llevarse el máximo premio en un nuevo torneo que se añade a su palmarés. El 18vo de su carrera y el 3ero de esta notable racha que lleva fue el ATP 500 de Dubái, donde volvió a exhibir un gran tenis.
Venía de imponerse al 1er sembrado, Novak Djokovic, que iba invicto este año, en semifinales, y ahora a su compatriota y amigo, Andrey Rublev, 2do preclasificado, en la gran final, que ya nos aseguraba al 3er ruso campeón de manera consecutiva en tierras emiratíes.
Luego de sendos triunfos de Aslan Karátsev en 2021 y Rublev en 2022, este fue el año de Danya, quien no le dio oportunidad a su rival de defender el título exitosamente, quebrándole en el 1er juego del partido, tras lo cual dominó de manera aplastante el set inicial, que se llevaría con doble break de diferencia.
Misma fórmula repetiría en la siguiente manga, aunque con más resistencia de un Rublev que nunca se sintió cómodo en la cancha y, una vez cedió su saque cuando servía 2-2, terminó de sucumbir ante un infranqueable Daniil que volvería a ponerse 5-2 y, al igual que en el 1er set, cerraría el parcial y ahora también el partido con un sólido 6-2, 6-2 en 1 hora y 8 minutos de acción.
Con este triunfo, el ex N°1 del mundo vuelve a escalar posiciones en el ránking, donde se ubicará 6to a partir del lunes y volverá a ser el ruso mejor rankeado de la actualidad, a expensas de su víctima de hoy, que se quedará en el 7mo lugar en este inicio de un mes de marzo que promete mucho y pronto llevará todos nuestros focos a Indian Wells y Miami, donde los dos moscovitas estarán entre los favoritos para consagrarse en tales torneos.
Foto de: @DaniilMedwed.
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