El ahora 10 veces campeón en Melbourne derrotó con superioridad en sets corridos a Stefanos Tsitsipas y continua haciendo historia. La contundencia fue tan clara en los momentos claves que el recambio generacional en los Major no vendrá antes del 2025 si el serbio mantiene este nivel

PRIMER SET

El serbio, nueve veces campeón de este torneo, salió a jugar con una convicción y solidez sabiendo bien lo que estaba en juego. Desde el primer juego demostró superioridad y mucha eficacia en sus tiros. Quebró en el tercer juego y esa diferencia le bastó para llevarse la primera manga por 6-3.

Djokovic demostró firmeza con el servicio y cometió muy pocos errores no forzados. Fue prácticamente una muralla desde el fondo de la cancha.

Tsitsipas mostró muchos nervios. Estuvo muy errático desde el principio y tomó malas decisiones que le costaron caro.  Salió a jugar como si no tuviera nada para demostrar, cuando en realidad es todo lo contrario.

SEGUNDO SET

El rayo griego dejó atrás la opaca imagen de la primera parte y cambio la imagen. Se soltó mucho mas y aprovechó un pequeño bajón en el rendimiento de Nole, que tuvo que trabajar un poco más en sus turnos de saque.

La paridad fue absoluta, aunque con mayor control por parte del griego. En el 5-4-30-40 tuvo set point Stefanos, pero fue salvado de manera fenomenal por Djokovic. Todo desembocó en el tiebreak, donde ambos demostraron inestabilidad. Nole sacó ventaja de 4-1, pero entre errores no forzados y doble falta se puso 4-4. Tsitsipas tenia una gran oportunidad de atacar y romper, pero tiró dos derechas afuera y eso fue imperdonable. Novak lo aprovechó y ganó el desempate por 7-6 (7-4).

A lo largo del set se lo vio molesto a Novak, intercambiando palabras y gestos de roma muy seguida con su entrenador Goran Ivanisevic. Todos esos momentos de desconexión y disconformidad no fueron aprovechados al máximo por el rival, que terminó cediendo el set y con un partido que se lo tendrá muy cuesta arriba.

TERCER SET

Estaba en duda como podía reaccionar el griego ante el golpazo de estar 0-2 en sets. Quebró en el primer game y parecía que definitivamente podía tener e control del juego, pero no. Rápidamente el serbio recuperó el saque y desde ese momento se mantuvo una paridad absoluta.

Fueron contados los puntos que perdió Djokovic con el servicio. Tsitsipas mantuvo su nivel, abriendo más la cancha y sacándole mas poder de fuego a su derecha. La historia terminó en otro tiebreak.

Acá la superioridad fue más acentuada por parte del serbio. Sacó una ventaja de 5-0 y parecía que se lo llevaba ahí. El sembrado numero 3 reaccionó, pero no le alcanzó y finalmente el ahora 22 veces campeón de Gran Slam se consagró en una nueva edición del abierto australiano por 6-3 7-6 7-6.

CONCLUSIONES FINALES

La actuación del ganador fue prácticamente impecable de principio a fin. Salió a comerse al rival, y pese a haber tenido algunas desconexiones durante el encuentro, mostró una superioridad donde no le dio chance a Tsitsipas de meterse en partido. Cuando tuvo set point, lo jugó con una frialdad tremenda. Cuando le quebraron el saque, se recuperó de inmediato y después fue imbatible con el servicio. Definitivamente, es el mejor jugador de la actualidad, el GOAT y el justo vencedor a lo largo de todo el torneo.

Respecto al griego, hoy no supo estar a la altura. No entró a la cancha con la convicción de que podía ganarlo, sino todo lo contrario. Haber perdido el primer set no fue lo mejor e hizo que entrara tarde en partido.

Los tiebreaks fueron momentos clave del partido y lamentablemente Stefanos no jugó al máximo. Empezó con desventaja y no pudo empatarlo. Todo también gracias al serbio, que jugó con la gran experiencia que tiene en estas etapas de torneos grandes.

No se le pudo dar al joven, que perdió su segunda final de Grand Slam (ambos ante Djokovic).

Las lagrimas y la profunda emoción del “jocker” luego del partido son un gran mensaje. Pensar que hace un año se fue deportado y de muy mala manera, siendo alojado en un hotel de inmigrante y haciéndole pasar vergüenza. Hoy, el tiempo puso todo en su lugar y el reinado sigue su camino.

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FOTO PORTADA: Twitter @AustralianOpen