Fuera llueve, dentro el ambiente no es mucho mejor. Será el inusual horario, los últimos coletazos del macro puente, la irregular trayectoria del equipo o las inclemencias de un tiempo que ni hace ni deja hacer.
La Fonteta pierde ángel
Mucho asiento naranja y blanco en las gradas y poco ruido en una Fonteta que anda algo desconcertada con la incertidumbre continua que provoca el equipo. Se nota en los mentideros taronja el run-run sobre un Mumbrú que no parece haber acertado todavía con la tecla que haga funcionar al equipo con la continuidad necesaria.
No se quedan solo a pie de pista estos rumores, ya que la confección de la plantilla por parte de Chechu Mulero no se libra de la acidez de la afición, contagiada quizá del fruto de temporada que da nombre y color a nuestro equipo.
Con la llegada del invierno tampoco llegan las mandarinas. Prepelic sigue con la muñeca torcida de cara al aro contrario y no es el martillo pilón que ametrallaba las canastas rivales. Jared Harper no es el jugador que define el ataque. Alexander anda buscándose a sí mismo dentro del entramado defensivo y no aparece en el ofensivo. Radebaugh todavía no ha demostrado el porqué de su fichaje vía pago de clausula al Tenerife. Y así, suma y sigue con demasiados jugadores lejos de su mejor rendimiento.
El Uni Girona resucita a un muerto
Ni la presencia de un ovacionado Marc Gasol animó al equipo de Aíto García Reneses que solo aguantó 20 minutos de pie en Valencia. El parcial de 34-9 en el tercer cuarto rompió el partido y dio pie al lucimiento personal de jugadores necesitados de ello. Se le enderezó la mano a Prepelic, Ferrando vio el aro como un hula-hop y Puerto remató su exhibición de la primera parte.
Matinal balsámica en la Avda Hermanos Maristas para un Valencia Basket que necesita muchos más partidos como este para hacer creer a una afición desenganchada y algo desilusionada con lo que ve.
@VicentSarrion
