En el fútbol de hoy en día cada vez es menos común que un club sea coherente con sus decisiones. Los propietarios quieren ver resultados inmediatos para sentir que no han desperdiciado su dinero, las directivas acortan los plazos que en su momento prometieron a los entrenadores y los jugadores no tienen el tiempo mínimo necesario para asimilar un sistema determinado o la forma de trabajar de su técnico.
Pocas instituciones son capaces de mantener la cabeza fría en situaciones desfavorables y situarse al margen de esa espiral de búsqueda de cabezas de turco que parece no tener fin, y el Southampton era uno de ellas, al menos hasta la semana pasada.
Ralph Hassenhuttl, extécnico del Southampton. Fuente: skysports.com
ESTA VEZ NO HUBO PACIENCIA
Ocho derrotas en lo que va de Premier League, rematadas con el 1-4 recibido en casa contra el Newcastle en la última jornada acabaron con la paciencia de los mandamases del Sotton, lo que no deja de ser sorprendente, porque cuando vinieron mal dadas en temporadas anteriores, con goleadas escandalosas como el 0-9 que le endosó el Leicester, o los 9 tantos que le hizo el Manchester Unitedl, sí decidieron arropar a Ralph Hasenhüttl, el líder de este proyecto que muere en su cuarto año de vida.
La valiente propuesta del preparador austriaco, enmarcado dentro de la estimulante corriente de entrenadores centroeuropeos que tienen el Gegenpressing como máxima innegociable, resultaba muy atractiva para un equipo cuyo objetivo temporada tras temporada era simplemente no pasar apuros en las últimas jornadas.
Con una plantilla joven, promediando una edad de tan solo 25 años, Hasenhüttl contaba con el perfil de jugador necesario para llevar a cabo su plan.
Sin embargo, la falta de acierto arriba, motivada por un Ché Adams en un bajo estado de forma (únicamente 3 goles en esta liga) y la desaparición sin dejar rastro de Adam Armstrong (que se supone que debería ser la punta de lanza de los Saints), sumada a la pérdida de solidez defensiva en el mercado estival que le daba la pareja Bednarek- Vestergaard, son factores que han hecho que Ralph tenga que salir por la puerta de atrás antes de tiempo.
Romeo Lavia, actual jugador del Southampton. Fuente:transfermarkt.nl
EL CÓMO TAMBIÉN IMPORTA
Se van cuatro años en los que se ha demostrado la a liga que es posible jugar bien aún siendo un equipo destinado a acabar en la mitad baja de la tabla, porque puede que hayan conseguido una cantidad de puntos similar a la del Aston Villa o el Everton, pero el cómo también importa, y en este sentido nadie le puede reprochar a los blanquirrojos que su peculiar identidad no haya sido siempre reconocible. Han sido fiel a sí mismos en las duras y en las maduras, y quizá esta tajante lealtad hacia sus principios ha acabado suponiendo su dulce condena.
Como todo buen trabajo, con el transcurso de la temporada y de la carrera del técnico de Graz, se podrá valorar lo que se ha tirado por la ventana en este mes de noviembre, y además se podrá hacer de forma tangible, ya que con casi toda seguridad, jóvenes a los que ha dado la alternativa esta temporada, como Bella-Kotchap (23 años) o Romeo Lavia (18 años), dejarán en las arcas de la entidad una cantidad importante de dinero más pronto que tarde, algo muy valioso especialmente para un club formador y vendedor como es el Southampton.
