Un joven Karim Benzema, destacaba ya en el Lyon. Toda Europa iba tras sus pasos, hubo un señor llamado Florentino Pérez, quién se citó con los padres del futbolista para que firmase con el Real Madrid.
Una vez presentado con el Real Madrid, tuvo un impacto que en comparación con los fichajes de Cristiano Ronaldo y Kaká quedó relegado a ser la futura promesa.
Le costó adaptarse al Bernabéu, con el que tardaría tiempo en entenderse. Siempre dejaba destellos que prometían su continuidad, por mucho apodo puesto por José Mourinho.
Carlo Ancelotti, nunca tuvo dudas sobre cuál sería su delantera. La famosa BBC inamovible, llegando a ganar la ansiada Décima Copa de Europa, lesionado.
Con la salida de Cristiano Ronaldo, Karim asume todo el legado y poco a poco con un dedo escayolado para no perderse ni un solo encuentro, demostró su compromiso y llegaría a ser el segundo máximo goleador del Real Madrid.
A sus 34 años, el francés, se alzó con un Balón de Oro. Quedó consolidado como uno de los mejores jugadores de la historia de su equipo, el Real Madrid.
Tuvo su metamorfosis, como la de Ovidio.
Artículo escrito por Alejandro Guerrero
Twitter del mismo: @mrgwerrero
