Hautacam: muerte o destrucción
En el ciclismo de hoy ya no sabemos si es mejor la muerte o la destrucción, al final todo tiene que destruirse para ser reemplazado. En este Tour están en ello Pogacar y Vingegaard, van a dar batalla hasta el ultimo kilometro en cada etapa, pero tiene toda la pinta que estos dioses de la guerra del pedal van a decidir todo en un puerto mítico de los Pirineos, Hautacam.
La subida maldita
Esto podría ser toda una ironía pues el pueblo que hay en el valle mas abajo es conocido por sus poderes curativos, pero la magia de Lourdes no se extendió a las rampas de este coloso llamado Hautacam. La pendiente es esquizofrenica, un 8% de media con un 13% que alcanza en un tramo. La carretera sube en zigzag desde Argeles-Gazost, al principio muy estrecha y empinada hasta desembocar en las fantásticas praderas pirenaícas.
La historia
Hautacam debe su fama en una de sus apariciones míticas, en 1994 con una cima cubierta de niebla Luc Leblanc se alzaba con la victoria, seguido de un tal Miguel Indurain que entraba después con su habitual tranquilidad, para defender su cuarto de sus cinco Tours. Seria también aquí dos años después en 1996, donde Bjarne Riis puso punto final a la carrera del gran Miguelon y que muchos años después casi diez, admitiera una transformación alimenticia por las drogas llamada EPO.
El hechizo
En el año 2000, por allí se paseaba Lance Armstrong, defendía su título y estaba picado por que el año anterior le habían dicho que su victoria se debía a que no estaban ni el Pirata, ni Ullrich. Era un día gris con lluvia en la cima y como si fuera a echarse la noche, la carretera era una línea negra de carbón brillante sobre Hautacam.
La escapada se había truncado delante, pero un español Javier Otxoa del famoso Kelme, se había puesto en cabeza. Tenía nada menos que nueve minutos sobre el grupo de Amstrong. El americano ponía la propulsión y a su lado se pegaba el Pirata Pantani, pero solo aguantaría unos metros pues se rendiría unos metros después. Solo sería capaz de seguirlo otro mito de las escaladas, don Jose Mª Jimenez el Chava, por todos conocido.
Los dos iniciaban una persecución a un ritmo impensable, y recortaban casi ocho minutos pero Otxoa conseguía la proeza, ganaba esa mítica etapa. El Héroe de Hautacam.
El destino
Por desgracia y exceptuando a Lance Armstrong, para todos seria una carrera truncada, Javier Otxoa sufrió un grave accidente de coche junto a su hermano gemelo, permaneció en coma mucho tiempo, y aunque volvió incluso a competir en Paralímpicos fallecía demasiado pronto en 2018 tras una larga enfermedad. Pantani y el Chava morirían por su adicción a la cocaína. Para el americano desposeído de todos sus Tours, nada menos que siete, una maldición para todos ellos.
Por todo esto deseamos toda la suerte del mundo a Pogacar y Vingegaard en la batalla de Hautacam, que sea solo muerte y destrucción este jueves para vivir otra etapa mítica para la historia del ciclismo y del Tour de Francia.
Fuente de fotos: wikipedia, atsoutpatientrehab.com, a 200 pulsaciones.com, Letour
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