Tras el fin de semana de parón por la ventana de selecciones, la DH Plata Masculina volvía con más fuerza en su lucha por el ascenso. En el primer partido de la tarde, el TROPS Málaga conseguía un valioso a la par que polémico punto, tras empatar 29-29 contra el Club Cisne Colegio Los Sauces. La polémica llegaba con el último gol del Cisne tras una acción de obstaculización de saque malacitano. Se decretó penalti para los gallegos con las protestas malagueñas por estar el tiempo cumplido. Los árbitros no lo vieron así y el Cisne transformó un penalti que le permite seguir segundo.
A la misma hora tenía lugar el partidazo de la jornada, a la par que el más loco. El UBU San Pablo Burgos conquistaba por 46-47 la pista del Barça B para continuar soñando con el ascenso a ASOBAL. En un duelo entre equipos con objetivos muy distintos, el Fertiberia Puerto Sagunto aprovechaba los tropiezos de los líderes para acercarse al ascenso directo, tras ganar 38-21 a un Amenabar Zarautz ZKE que se aleja de toda posibilidad de ascenso.
En el último turno de la tarde, el Eón Horneo Alicante conseguía una victoria incontestable ante el líder BM Guadalajara por 37-27, los alcarreños continúan lideres pero ven como se quedan a un solo punto de perder las posiciones privilegiadas de ascenso directo. Por último, la UD Ibiza Handbol Club Eivissa derrotaba 25-23 al Acanor Novás Valinox para seguir con su racha inmaculada en esta segunda fase de la competición.
Barça B-UBU San Pablo Burgos
El choque empezó con un ritmo frenético y con un intercambio de goles que mantenía la igualdad hasta que una exclusión de Basela antes del minuto tres, daba al Burgos la primera renta de dos para despegarse en el electrónico (4-6). La velocidad sobre la pista era de altas revoluciones y el Barça B igualaba poco después para mantener el duelo en un puño.
El cuadro catalán apretaba y lograba despegarse con una renta de dos tantos, que pronto era compensada por los cidianos. Con el empate a 11, el técnico burgalés, Nacho González, recibía una sanción de dos minutos que obligaba a Burgos a jugar con un hombre menos.
Sin respiro
Ambos equipos corrían en exceso lo que permitía a los culés alcanzar su mayor ventaja en el minuto dieciocho (15-12) y obligar al técnico visitante a pedir tiempo muerto. Los burgaleses tomaron buena nota de las palabras de su míster y se reorganizaban para dar la vuelta al marcador y ponerse dos por encima en el veintidós (17-19).
En el veintisiete, Andrés Alonso era excluido, lo cual era aprovechado por el conjunto barcelonés para empatar de nuevo con un lanzamiento de puerta a puerta desde su portería (21-21). Tras una acción calcada, el filial blaugrana lograba colocarse por encima en la siguiente acción para llegar al descanso 22-21.
Sigue el toma y daca
La segunda mitad comenzaba con el mismo guion que la primera, con un intercambio de golpes veloz. Fruto de ello en el minuto treinta y cinco, el luminoso ya sumaba un 28-27 que anticipaba un tanteo final de locura. En el treinta y ocho, Burgos se colocaba con ventaja de dos goles y obligaba al filial blaugrana a pedir tiempo muerto.
En esta ocasión, la charla no propició la reacción de los azulgranas sino lo contrario, los rojinegros lograban distanciarse hasta los cinco goles (30-35) y solo tres minutos después, con un 31-37, el técnico catalán volvía a detener el partido.
Los burgaleses lograban amarrar su renta mientras el ritmo del partido se ralentizaba ligeramente. El cansancio empezaba a ser protagonista, los ataques comenzaban a ser más pausados y los tiros, menos acertados. A falta de cinco minutos para el final, el Barça B trataba de alejar el peligro con una defensa 5:1, lo que no tuvo el éxito esperado, ya que recuperaban balones en defensa, pero Ibrahim aparecía para desbaratar el ataque.
El Barça no se rinde
Espinosa recibía una exclusión al borde del final por desplazar el balón y el conjunto culé aumentaba su presión para tratar de apurar sus opciones. A falta de treinta segundos, Nacho González paraba el partido. Tras la charla del burgalés, el equipo local robaba el balón y anotaba.
En el saque de centro, Ernesto López hacía pasos y desplazaba el balón, por lo que los colegiados le mostraban la roja y señalaban los siete metros a favor de los catalanes. Así, el último gol lo marcaba el bloque blaugrana sobre la bocina pero no sirvió para lograr puntuar en un choque de locura.
Foto vía: @eonalicante
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