¡¡¡A rey muerto, rey puesto!!! La retirada del gran Martin Fourcade durante el ciclo olímpico transcurrido entre los juegos de PyeongChan y los de Beijing, dejaban desierto el trono de un nuevo rey del Biatlón.
La candidatura nórdica
Por como había transcurrido dicho ciclo olímpico, Noruega parecía la mejor posicionada para ocupar el trono. Sin duda alguna, las tres victorias de Johannes Thingnes Bø en la Copa del mundo en el periodo 2019-2021 albergaban grandes esperanzas.
Para que la cita olímpica fuese todo lo espléndida que se quería, el propio Bø y sus colegas noruegos renunciaron a disputar la Copa del mundo de 2022, para centrar toda su preparación en la cita china. Pero este hecho, tuvo un efecto inesperado. La selección francesa, que no había encontrado un reemplazo de la categoría de Fourcade, vio como uno de sus biatletas, Quentin Fillon Mallet, aprovecho para, prueba a prueba, encumbrarse en el liderato de la Copa del mundo, dejarla casi sentenciada y provocando un efecto psicológico en el galo, que empezó a creerse que podía hacer unos grandes Juegos.
El día D
Y llegó la competición olímpica, y si analizamos los resultados desde el botín total de medallas, podemos ver que ambos ganaron 5 medallas olímpicas, pero que Bø se llevó 4 oros y un bronce mientras Fillon Mallet solo se llevó dos oros. Esto nos haría pensar que el gran vencedor de los juegos era el nórdico.
Pero si analizamos el rendimiento olímpico de los herederos al trono, podemos ver que la diferencia de los oros entre el escandinavo y el francés se basa en las victorias noruegas en las pruebas por equipo (relevos mixtos y relevos masculinos) sobre las escuadras francesas que fueron plata, y que a nivel individual Bø tendría dos oros y un bronze y Fillon dos oros y una plata. Además, Fillon batió a Bø en la prueba reina, los 20 kilometros, si bien el noruego golpeó en pruebas dónde el vigente campeón aún era Fourcade, como la salida en masa. En fin, se podría hablar de un empate, aunque eso depende de la apreciación de cada uno.
Espadas en todo lo alto
En conclusión, el trono de Fourcade parece que no tiene un claro sucesor, y el final de esta temporada, como si de Juego de Tronos habláramos, parece que resolverá con quien gana la Copa del mundo, batalla que ahora mismo se tiñe con la bandera tricolor. Pero no nos engañemos, esta temporada no será la final de la serie, y el próximo ciclo olímpico será apasionante para ver quien es el rey.
Tan solo podemos afirmar una cosa con rotundidad: La reina de los Juegos fue Marte Olsbu Røiseland, ganadora de tres oros y dos bronces. La noruega, a diferencia de sus compatriotas, a basado su preparación olímpica en arrasar en la Copa del mundo, dónde es la absoluta dominadora, y parece que su reinado va para largo. Larga vida a la reina!!!!
