Cine y deporte

El ingenuo salvaje (This Sporting Life, L. Anderson, 1963)

Es sólo un gran simio jugando a rugby.

Introducción

Cuando comencé esta serie de colaboraciones, pensé que además de un entretenimiento, tendría una oportunidad para descubrir algunas películas a las que no había prestado atención. Esta obra ha constituido una verdadera epifanía en términos cinematográficos y justifica el compromiso adquirido, tan sólo albergo la duda de ser capaz de trasladar ese entusiasmo al lector, al que aliento a su visionado.

Conviene como preludio exponer algunas cuestiones contextuales respecto de la película. Lindsay Anderson es tributario del movimiento social Angry Youngs, una corriente de pensamiento contestataria. Este grupo trató de llevar al debate público los problemas que asolaban a las zonas deprimidas de Inglaterra, dando a conocer de manera fría la dura realidad de los pueblos obreros enraizada en una fuerte conciencia de clase. Los Angry Youngs sirvieron de inspiración para literatos y cineastas que tomaron algunas de las prebendas y acabaron por conformar el Free Cinema.

Este movimiento, que en términos estéticos acabó denominadose Kitchen Sink Realism -Realismo del Fregador de Cocina- se caracterizaba por mostrar situaciones cotidianas de esas zonas deprimidas absteniéndose de eufemismos estéticos. Los autores, quedaron imbuidos por el género documental y rechazaron las lindezas que podían distraer de alguna forma el mensaje principal del relato en cualquiera de sus formas. Realismo, costumbrismo y lucha de clases convergen para construir auténticas elegías de la decadencia.

Frank Machin y su entorno social

Frank Machin -Richard Harris- es presentado a partir de una retrasmisión de un partido de rugby en que ya el espectador puede deducir qué tipo de hombre va a protagonizar la película. Machin es un jugador arrogante, violento, tramposo, triste, decadente, en definitiva. Es justo decir, que el personaje tiene reminiscencias del de Marlon Brando en Streetcar named Desire (E. Kazan, 1951) y no es el único paralelismo visible en el largometraje, puesto que en buena parte la cosmovisión de Anderson se asemeja a la de Tennessee Williams en tanto el pesimismo subyacente de sus composiciones.

El Anciano

Machin es un hombre aislado, huérfano, al que le cuesta socializar y que se erige como héroe de su propia desgracia. Esto reluce en el sentido en que el mundo le ha dado la espalda, se aferra a si mismo para continuar con su destino. Su universo social está compuesto únicamente por un anciano y una viuda con dos hijos. El anciano es un personaje esencial para conocer la idiosincrasia del protagonista, éste le llama daddy pero le trata con formas bruscas.

A pesar de todo, parece ser el único ser humano con el que Machin es capaz de mostrar cierta confianza y su sobrenombre prueba psicológicamente el estado de un ser confuso y abandonado. Cuando se da el punto de inflexión de la película -su fichaje por un club de rugby profesional- pretende compensar económicamente al anciano, algo que éste rehúsa argumentando que jamás le interesó el dinero del fichaje y que sólo le mostraba un apoyo y cariño genuino, algo que Harris parece no comprender.

Precisamente esa escena muestra otra clave de la historia. Cuándo consigue firmar el contrato y acude a anunciarlo al anciano, la expresión que utiliza es: ¿Cuánto cree que valgo?. Las carencias afectivas le hacen equiparar su valor al de sus circunstancias. En este punto, entra la principal disyuntiva relacionada con la temática deportiva, puesto que la gran agitación en la vida de Machin consiste en profesionalizarse, encontrándose súbitamente con un dinero que no sabe utilizar y una posición social que no le corresponde. El deporte ejerce de ascensor social carente de una guía moral que permita gestionar esa nueva circunstancia.

La viuda

El submundo del protagonista se completa con el personaje de la viuda, Margaret Hammond -Rachel Roberts-. Se trata de una mujer de mediana edad y viudedad reciente con dos hijos a su cuidado. Esta mujer vive condicionada por el recuerdo de su difunto marido y las habladurías locales, no sólo es viuda, sino que tiene que parecerlo.

La señora Hammond se ha hecho cargo de la pensión donde reside Machin -aún reside allí cuando firma el contrato profesional- y pasa los días realizando tareas domésticas sin el mínimo atisbo de ociosidad. El personaje de Harris, parece tener una buena atención con los niños y procura agradarle a la viuda, recibiendo siempre el rechazo de ésta.

La relación en ciernes entre ambos, está revestida de la más desafecta necesidad; uno busca su sitio en la sociedad intentando comprar una familia y la viuda combate a la soledad y el hastío. Decía que Machin pretende comprar una familia y en efecto, la actitud del jugador es en todo momento racional, ofreciendo a la viuda aquello que ahora posee, incluida su nueva posición, obviando un amor genuino.

Los acontecimientos se recrudecen cuando el director opta por confundir al espectador mediante una escena sexual entre ambos, que bien puede confundirse con una violación, por el tratamiento de esta. Una escena perturbadora que subraya el despertar sexual de la viuda de forma explicita y a la que sucede una actitud mucho más indulgente con él. La señora Hammond sacrifica un placer y una felicidad que nunca conseguirá por ofrecer satisfacción sexual a Frank a cambio de una mejor vida para sus hijos, un escenario perverso cuando la sensibilidad de Machin, pasado un tiempo, despierta reclamando un mínimo de afecto. La felicidad que nunca llega.

Epílogo

La atmósfera se enrarece cada vez más conforme se va llegando al epígono de la obra. Frank Machin, insatisfecho y frustrado, es incapaz de adaptarse a ninguna circunstancia que no sea una violenta cancha de rugby y Margaret Hammond es señalada por el pueblo como una mujer indecente. La relación entre ellos se vuelve insostenible y acaban por separar sus caminos, lo que culminará en el fallecimiento de la viuda y la indiferencia de Frank Machin hacia los dos niños huérfanos, en un plano secuencia realmente dramático.

Síganme en @kapy_95 y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram @sextoanillo

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *