Tras casi dos años, volvió el Indian Wells, primer torneo afectado por la pandemia del covid-19. Las circunstancias del regreso, aun muestran cómo la crisis de salud continúa afectando a todo el mundo. Y es que el torneo, el cual se celebraba tradicionalmente en la fresca primavera de California, tuvo que llevarse a cabo en un otoño más cálido de lo que las jugadoras hubieran querido. A pesar de lo anterior, hay circunstancias que no han cambiado. Y es que tenemos una vez más, dos finalistas que, basado en su ranking, no debieron llegar a esta etapa. Pero esto, ya es la norma en la WTA.
Por un lado, tenemos a Victoria Azarenka, una veterana que ha sabido coronarse dos veces en este torneo, y aunque su mejor momento ya quedó en el pasado, aun es suficientemente talentosa, como para mostrar destellos de esa brillantez que la llevó a la cima del ranking hace varios años. Por el otro lado, tenemos a un joven que ha demostrado durante la temporada, tener todos los recursos físicos, para vencer a cualquier oponente. Me refiero a Paula Badosa.
La bielorrusa no ha tenido una buena temporada. Atrás quedó el verano del 2020, periodo donde logró coronarse en Cincinnati, alcanzó la final del US Open y volvió a colocarse en el top 15 del ranking. Molestias físicas la llevaron a retirarse de cinco partidos durante el 2021. Esto, unido a cierta inconsistencia, la llevaron a perder importantes puntos, y bajó a la trigésima segunda posición al momento de comenzar el Indian Wells. Sin embargo, en el sur de California, pudo reencontrase, y vencer a jugadoras como Petra Kvitova, Jessica Pegula, quien ha tenido una magnífica temporada, y recientemente a Jelena Ostapenko, quien lleva varias semanas mostrando un gran nivel.
La española por su parte, ha dejado saber a lo largo de la temporada, que es una jugadora que hay que respetar en toda superficie. Su gran temporada de arcilla, donde venció a Ashleigh Barty, y se coronó campeona en Belgrado, se trasladó efectivamente al césped londinense, donde alcanzó la cuarta ronda de Wimbledon. Posteriormente, en el cemento estadounidense, ha confirmado en más de una ocasión, que tiene las armas para triunfar. En Indian Wells, dejó en el camino a jugadoras como Coco Gauff, Barbora Krejcikova, Angelique Kerber y Ons Jabeur. Sin duda, un trayecto impresionante hasta la final.
No hay partidos oficiales registrados entre ambas jugadoras. De manera que no hay un punto de partida para analizar este enfrentamiento. Azarenka tiene de su lado la veteranía, la certeza de saber que ha ganado este torneo en más de una ocasión. Badosa por su parte, tiene la juventud, que ayuda a reponerse con más rapidez luego de haber tenido un partido duro y, sobre todo, el deseo de demostrar, que pertenece a la elite de la WTA.
Un triunfo de Azarenka, la volvería a colocar en el top 20 del ranking, donde sin duda pertenece. Badosa se pondría a las puertas del top 10, una posición privilegiada a la que pocas tenistas llegan.
Siento que el nivel de la española está un poco por encima del que ha demostrado Azarenka durante el torneo. Pero la experiencia de la ex número uno podría ser determinante, si se da un partido reñido.
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