Análisis Rugby VI Naciones

El 6 Naciones 2021 de abajo a arriba: Francia – Gales

Una semana después de acabar el torneo y con todo más reposado, concluimos esta serie de artículos con el desempeño de los dos primeros clasificados. Uno partía como la alternativa a Inglaterra a ganar el torneo, el otro como un equipo en horas bajas que, a priori, parecía con más opciones de luchar por evitar la cuchara de madera que de luchar por la parte alta. Al final las circunstancias fueron las que fueron y el título se quedó en casa del más inesperado.

 

Francia

Un equipo en clara construcción con miras 2023.

Francia es un equipo joven, en construcción, la iniciada desde el final del mundial de Japón, con la que quiso hacer borrón y cuenta nueva a una década de oscuridad. El cambio fue total tras su eliminación en cuartos en Ōita. Nuevo equipo técnico y nuevo plantel basado en la U20 que deslumbraba en categorías inferiores. Y esto ya se notó el año pasado. Pasó de la mediocridad a un equipo capaz de enfrentar y superar a cualquiera. Si bien, la pandemia nos impidió ver realmente el nivel del cambio con respecto a las potencias del sur, en el norte ha dado un paso al frente. El objetivo, refrendar esta mejoría vista todo el año pasado con un título en 2021 que se le resiste desde 2010.

El inicio esperado

El XV del Gallo comenzó como se esperaba en Roma. Victoria cómoda (10-50), pero sin demostrar estar todo lo conjuntado que se esperaba. La primera prueba dura vino en la jornada 2, en Dublín. Consiguió imponerse a una venida a menos Irlanda con un apretado 13-15. Francia siempre dio la sensación de tener contralado el partido. Fue mejor en todas las facetas, pero no llegó a convencer del todo de ser un equipo fiable en la lucha por el título ante una Irlanda que mostró aún menos que “Les Bleus”.

Aun con esto, encaraban en una posición inmejorable el Torneo con miras de Grand Slam, ya que la otra favorita, Inglaterra se había dejado la Calcuta Cup e iba a remolque.

El partido aplazado y sus consecuencias

En la jornada 3 llegó el caos a la concentración francesa. Todo el cuerpo técnico y varios jugadores daban positivo por COVID19. El escándalo en el que se vio que su cabeza Galtié fue el rompió la burbuja acudiendo a un partido de categorías inferiores. Llegó a tener connotaciones incluso políticas hasta el punto de poner en peligro la continuidad del equipo en el torneo. Finalmente, todo se saldó deportivamente con el aplazamiento del partido de la tercera jornada contra Escocia.

Con todo este desorden se llegó al partido de la cuarta jornada ante Inglaterra. Esta había perdido todas sus opciones al torneo la semana antes Cardiff. Los de La Rosa parecieron recobrar la motivación ante el enemigo histórico y el partido fue muy aguerrido. Cualquiera de los dos equipos pudo ganar, pero en el “Le Crunch” no importa como vengan los dos equipos, se dejan la piel y el honor es demasiado importante para dejarse ir del partido.

Con dos tiempos bien diferenciados, el primero jugado a toda velocidad haciendo las delicias de los aficionados y el segundo más táctico y lento, las alternativas se sucedieron e incluso Francia pareció coger una ventaja importante mediada la segunda mitad. Todo se resolvió finalmente con remontada británica con un try de Itoje en el minuto 76 y la posterior conversión de Farrell para dar la victoria a Inglaterra por 23-20 y romper el sueño de Gran Slam para el XV del Gallo.

La locura de la recta final

Tras el varapalo en Twickenham, Francia tenía que ganar sus dos partidos restantes para seguir optando al título. El primero era ante el aspirante, la sorprendente Gales que había ganado contra pronóstico todos sus encuentros anteriores y podía salir de Paris con todos los títulos a los que aspiraba. Esa noche Parisina, fue la noche del “Partido”, con mayúsculas, del torneo.

Fue una oda al Rugby, una reivindicación del juego del Norte. Con dos equipos lanzados al ataque, ritmo altísimo y el objetivo de ambos en juego. Francia quería seguir optando al torneo y Gales finiquitar el título. Y en ese escenario hubo de todo. Intercambio de puntos, de golpes, de tarjetas, incluso de genialidades. Hasta que “El Dragón” cobró una ventaja que parecía definitiva. Pero esta Francia no se iba a rendir y apretó hasta el final. Incluso hasta después del final para acabar remontando con el tiempo cumplido y mantener las opciones al torneo. Que gran noche de Rugby vimos.

Aún quedaba el partido atrasado ante Escocia, que parecía victima propicia, pero los del Cardo no estaban dispuestos a asumir ese papel. Francia necesitaba ganar de 21 puntos, pero los caledonios querían refrendar que este podría haber sido su torneo. La magia de Francia parecía haberse agotado en el partido anterior y Escocia apretaba muchísimo.

Francia, que a priori es mejor equipo consiguió ponerse por delante con mucho trabajo, pero no se veía con claridad que pudiera ganar el partido. Aunque estaba por delante, el sueño de los 21 puntos cada vez se alejaba más y Escocia seguía apretando. Al final, la inercia de los escoceses acabó por tumbar a una Francia entregada en el descuento y finiquitar el partido (23-27 para los visitantes) y el sueño del torneo en Paris. Dura forma de acabar su participación en este 2021.

El futuro se ve ilusionante de cara a 2023

Ha sido un torneo en el que Francia pudo reivindicar que está de vuelta al primer nivel de los “Tier One” pero que aún le falta madurez para afrontar las metas que buscan, con el ojo puesto en su mundial en 2023. Es un equipo muy joven que va a aspirar a recuperar el cetro del norte en los próximos años, pero que al igual que Inglaterra, la pandemia no nos dejó ver a qué nivel está realmente frente a los grandes del Sur, la verdadera piedra de toque para el Rugby de este hemisferio.

Algunos, ven ya la vuelta del “Rugby Champagne”, pero parece apresurada esta afirmación. Según los que vivieron esa época dorada del rugby francés, entre los que no se encuentra quien suscribe estas líneas, aún falta bastante para retomar ese burbujeante adjetivo, pero el camino parece bien trazado. Como en todo, solo el tiempo dirá si se sigue esta senda o nos quedaremos en el enésimo intento de descorche de las botellas de tan codiciado vino.

 

Gales

Del pesimismo del 2020 a la gran sorpresa de 2021

Gales, ganador del VI Naciones 2021. Quién lo iba a pensar viniendo de donde venían los Dragones. Tras un 2020 horrible, se plantó en el VI Naciones como víctima propicia incluso para que Italia pudiera luchar por evitar una nueva cuchara de madera. El rugby suele ser un deporte muy justo, donde rara vez gana un equipo que no lo merece y la suerte no existe. La suerte se sustituye por el trabajo y lo único que desequilibra las situaciones es el desempeño de los equipos y quizá un poco de magia.

Las circunstancias de las dos primeras jornadas los ponen en la lucha por el título

Llego al primer partido contra otra selección en horas bajas como es Irlanda, y supo llevarse un partido que parecía que iba a perder. Si bien siempre estuvo en el partido, daba la sensación de ser inferior ante una Irlanda que jugó con 14 por la temprana expulsión de O’Mahony pero desde el minuto 13 hasta el 80 son demasiados minutos para aguantar con uno menos y poder llevarse el partido, y Gales se llevó una trabajada victoria, pero su juego seguía generando las mismas dudas que en 2020, pero el fantasma y la presión de la cuchara de madera quedaron disipados.

Sin mucho que perder, se plantó Murrayfield en para enfrentar a una Escocia que venía de conquistar la Calcuta en Twickenham 37 años después y tenía la oportunidad de optar a un torneo que nunca ha ganado en su actual formato. Sin embargo, el guion fue muy parecido al del primer partido, Escocia haciendo las cosas mejor pero sin destacar demasiado y una expulsión que acabó por desequilibrar el partido hacia el lado gales. Un final muy apretado. Dos partidos con dos circunstancias parecidas que lo dejaban una situación tan inmejorable como inesperada.

El paso adelante y la confirmación en la lucha por el título

Tras estas dos primeras jornadas con victorias, pero sin confirmar realmente el nivel llegaba la hora de demostrar que realmente podía ganar el torneo ganando al campeón. Inglaterra había gastado su comodín de derrota en la primera jornada y necesitaba ganar en Cardiff para mantener las opciones al título. Partía a priori como favorita, pero según pasaban los minutos se veía a un XV de La Rosa cada vez más fuera del partido, como si no le importara el torneo y Gales sacó el Rugby que no encontraba desde el 2019 para ser mejor.

Muy contundente en defensa, incisivo en ataque y acertado en la toma de decisiones, fue golpeando el ingoal y los palos rivales poco a poco pero con constancia, estirando cada vez más en el marcador alejando a Inglaterra del título del 2021. Sorprendente 40-24 y dando la sensación que pudieron ser más. La estocada estaba dada, la “Triple Corona” en el bolsillo, la imagen ganadora y de buen equipo estaba de vuelta, el calendario le favorecía y Gales se convirtió tras ese partido en el máximo aspirante al título.

La recta final a -2 minutos del Gran Slam

Con todo a favor para culminar la sorpresa, el primer escollo era en Roma ante una Italia que, como se esperaba, poca resistencia pudo poner al XV del Dragón. 7-48 y a jugárselo todo a Paris.

Francia venía de perder con Inglaterra pero aun optaba al torneo y ahí transcurrió el memorable partido de Saint-Denis. Los dos equipos se lo jugaban todo a una velocidad más propia del otro hemisferio y hubo de todo. Cambios de marcador que se estiraba o se acortaba según trascurría el partido. El factor diferencial estuvo en las desigualdades numéricas a causa de las tarjetas de ambos colores, hasta que se cumplió el tiempo con Gales mandando en el marcador y acariciando el título y el Gran Slam, pero con 13 jugadores frente a los 14 de Francia.

Los galos que querían salir con opciones de ganar el título una semana después en su partido aplazado. Y pasó. Francia lo intentó más allá de los 80 minutos y en el 82, tras una rocosa defensa no pudo evitar el desenlace y Dulin apoyaba el Try que daba la victoria a los del Gallo y le arrebataba el trofeo y el Gran Slam a los del Dragón. Que final de torneo y que mazazo para Gales.

Tuvo que esperar 6 días después para levantar el trofeo tras la derrota de Francia en su partido aplazado frente a Escocia. Ahora sí, todo se culminó y el menos aspirante de los cinco aspirantes reales del torneo se alzó con la victoria final.

Un título que podría enmascarar una decadencia palpable

Gales llegó al torneo con muchas dudas y salió con la única certeza del título, pero eso no debe enmascarar que es un equipo envejecido, que salvo contadas apariciones no parece tener una renovación de garantías asegurada y que en el futuro difícilmente le bastará la experiencia para seguir estando en inercia ganadora. Pivac que llegaba muy cuestionado, quizá haya salvado su puesto, pero la situación no es nada halagüeña.

No muestra nada nuevo, parece el mismo equipo que dejo Gatland tras Japón 2019, pero con dos años más de sus veteranas figuras, que presumiblemente tiene muy difícil llegar a 2023. Los Jones, Biggar, Navidi, Halfpenny y compañía siguen siendo la base cuando deberían ser el puente con las nuevas generaciones para que estas tomen la responsabilidad de tirar de este equipo, pero de momento no se intuye nada de eso en una inamovible WRU que no parece querer ver el problema que se les viene encima según avance el tiempo.

By Herbes

@JoseEusebioMora

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