En SextoAnillo hemos tenido la oportunidad de charlar con Pablo Hayali, jugador de Complutense Cisneros durante las temporadas previas a la pandemia. Nos viene a contar su vivencia dentro del rugby y la conexión que este deporte tiene con otros ámbitos de la vida. Es un intercambio de preguntas y respuestas con este toledano de 30 años, trabajador social, que ha ejercido de capitán con el club colegial. Lo ha sido en unos años en los que el club se volvió a afianzar en la División de Honor, coincidiendo con el 75 aniversario y las finales de Copa y Supercopa disputadas en 2015.
Los orígenes de Pablo Hayali
Sextoanillo.com: Buenas tardes Pablo Hayali, cuéntanos sobre tus inicios en el rugby
Pablo Hayali: Empecé jugando en Toledo, mi ciudad natal. Unos amigos del colegio jugaban a rugby y me insistieron en probar. Tenía 13 años, por ver que era eso del rugby…
Algo típico de este deporte, el boca a boca y la transmisión a través de sus aficionados y escuelas deportivas, que no contando con la capacidad mediática de otros deportes, trata de afianzarse con las cerca de 40.000 licencias de estos días, creciendo desde las 25.000 con las que se contaba en 2014.
El rugbier
SA: Pablo Hayali, han sido muchas las temporadas disputadas en División de Honor, ¿siempre en la delantera?
PH: Siempre he jugado de talonador o tercera línea. No obstante hay que estar siempre preparado para aportar al grupo. Recuerdo un partido con Hernani, contábamos con muchos lesionados y tuvimos que acabar jugando los delanteros en la tres cuartos. Anécdotas que nos deja este deporte.
SA: Porque un delantero puede jugar en otra posición pero no al revés, ¿verdad?
PH: Los delanteros están preparados físicamente para la melé, una de las facetas más importantes del juego. Un tres cuartos no puede entrar a disputar una melé (como primera línea) porque puede ser muy peligroso si no se está preparado. Existe una preparación y formación específica para la posición.
Desde categorías inferiores es importante trabajar la técnica individual, para que cuando los niños vayan creciendo ya tengan una base.
SA: ¿Te han respetado las lesiones?
PH: He tenido dos lesiones graves, rotura de menisco y la mandíbula, pero no me puedo quejar, la verdad. La preparación física es muy importante, además de contar con una vida saludable y ordenada, aunque la suerte siempre tiene que acompañarte.
Cisneros, su club
SA: ¿Cuántos años de capitanía?, ¿cómo has visto evolucionar a Complutense Cisneros desde tu llegada?
PH: Han sido cinco años dentro del grupo de capitanes. El club ha crecido muchísimo desde el 2009 cuando llegué, cada año se va viendo el fruto del buen trabajo realizado en la Academia, con jugadores que suben a los diferentes equipos senior del club. Es una tarea que me ilusiona mucho, la formación en categorías previas al senior y actualmente estoy muy centrado en ella.
SA: ¿En qué momento empezaste a involucrarte para trabajar con la cantera?
PH: Pues desde el principio. Llegué al Colegio Mayor becado por la Universidad Complutense y empecé a entrenar en la cantera. La primera categoría que entrené fue sub10 y algunos de esos jugadores están ahora en los equipos senior, como “Chino” Laforga y Tobias Saínz-Trápaga que juegan ambos en el primer equipo.
SA: Dejaste la alta competición la temporada 2018-2019, ¿es posible un regreso?
PH: En principio no tengo pensado volver a competir. Es cierto que me entra el gusanillo a veces, máxime en un club que cuenta con varios equipos senior y hay competición para disfrutar y aportar, pero estoy contento con mi nuevo rol de entrenador.
La maldita pandemia
SA: La pasada temporada interrumpida por la pandemia, la actual con un formato y condiciones muy diferentes, ¿qué aprendizaje te llevas del impacto que tuvo en nuestro deporte?
PH: Creo que nos ha servido para ser más imaginativos, los entrenamientos han dado muy buena cuenta de hasta donde hemos tenido que llegar para no perder, ni la forma, ni la conexión con el juego y la importancia del contacto. Hemos tenido que adaptarnos y resulta complicado pero en todo momento hemos seguido con nuestro deporte, aunque fuera con limitaciones.
SA: ¿Qué nos puedes decir sobre la dificultad de este deporte cuando se compagina actividad formativa y profesional en un deporte para muchos amateur, pese a estar en la alta competición?
PH: Es difícil por el tema de horarios y tiempo libre que te queda para ti, pero se hace con gusto. Competir en División de Honor y trabajar o estudiar se hace muy difícil, de ahí que lo que hacen los jugadores del Cisneros y otros tantos clubes tenga tantísimo mérito. Más en estos años que hay muchos jugadores profesionales en la liga y que existe la posibilidad de competir con quienes pueden dedicarse exclusivamente al rugby.
No solo tienes que compaginar los horarios de trabajo o estudio con entrenamientos y la competición sino que también tienes que dedicar tiempo extra para complementar trabajo físico o de recuperación.
El rugby, un trabajo social
SA: El rugby lleva en sus venas los valores propios del deporte, y quizá un poco más, ¿cómo lo relacionas con tu actividad profesional?, ¿eres trabajador social, verdad?
PH: Si, soy trabajador social. Pues la verdad es que tengo suerte, el rugby me ha enseñado muchos valores que aplico a mi actividad profesional. El sacrificio, el respeto al rival, el apoyo como grupo y los beneficios del trabajo en equipo.
SA: Entiendo pues que el caer y levantarse será clave en los destinatarios de tu trabajo, ¿con qué tipo de colectivos sueles tener más contacto?
PH: Tal cual, con los destinatarios de mi trabajo es muy importante levantarse de circunstancias complicadas y para para poder salir de las situaciones en las que se encuentran es fundamental esa actitud, perseverar, que no es nada fácil. He trabajado con muchos colectivos diferentes: menores tutelados, personas mayores, personas en riesgo de exclusión y sin hogar.
SA: ¿Qué aprendizajes del rugby crees que tienen equivalencia con el soporte que aporta tu profesión?
PH: Como te decía antes, el trabajo en equipo y el apoyo a las personas que tenemos alrededor es fundamental. Si gracias a mi apoyo le va mejor a las personas que tengo al lado, salimos todos ganando.
SA: ¿Cuáles son bajo tu experiencia las necesidades más urgentes, además de las sanitarias, que está requiriendo la pandemia?
PH: Debido a la pérdida de empleo que se está produciendo, muchas familias se están viendo en situaciones de necesidad a las que no están acostumbradas, eso es muy duro. En este país tendemos a recurrir a nuestra familia para apoyarnos en todas las dificultades pero, en la actual situación, creo que muchas personas lo está pasando realmente mal porque no tienen los apoyos suficientes.
SA: ¿Qué pedirías a los responsables de las administraciones públicas y a la sociedad en general, sobre todo, empresas y particulares que pueden sobrellevar mejor la crisis?
PH: Que hagan un último esfuerzo, llevamos un año en esta situación y es muy duro.
El futuro
SA: Volvamos al rugby para acabar, ¿cómo ves la evolución que está teniendo el Rugby en los últimos años?
PH: Todo es mucho más exigente, ahora los detalles definen cualquier jugada. Lo estamos comprobando en la actual competición, tanto por arriba como en la parte baja. A la hora de entrenar se trabajan aspectos muy específicos porque el deporte ha evolucionado mucho y los partidos se deciden en estrategias y tácticas muy definidas.
SA: ¿Cuáles son desde tu punto de vista las claves para la solidez de este deporte con lo poco profesionalizado que está?
PH: Darle mayor visibilidad. Todos los que formamos parte de este deporte estamos muy orgullosos de lo nuestro, pero cuesta hacerse un hueco entre los deportes más populares en España. Creo que en los últimos diez años ha crecido bastante, pero no soy partidario de la profesionalización todavía. Antes de eso, hay mucho trabajo por hacer en las canteras, con los entrenadores y consolidar el buen hacer de los gestores de clubes que se encuentran con cada vez mayores necesidades de patrocinio.
Muy grato charlar con Pablo Hayali, una institución dentro del rugby madrileño y sin duda un ejemplo para toda la chavalería que ha ido pasando por sus consejos y dirección en entrenamientos, tanto en su club como en la madrileña. Y aportando su granito de arena en la actual crisis, como tantos héroes anónimos, en su caso ayudando a placar las repercusiones sociales. Gracias Hayali.
Fotos vía @pablohayali y @chuchi_guerra