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Tiger Woods se libra de una leyenda negra

Una vez conocido que la vida de Tiger Woods no corre peligro después del trágico accidente de ayer, la historia nos recuerda otros trágicos accidentes donde conocidos golfistas no tuvieron tanta suerte, conformando una especie de leyenda negra del golf.

Muchos golfistas han tenido accidentes que han puesto en peligro su trayectoria profesional.

Tiger Woods es el último exponente de una lista de jugadores que sufrieron graves accidentes pero que, afortunadamente, no cercenaron su vida.

Todo el mundo se acuerda hoy de Ben Hogan, quien sufrió un accidente contra un autobús en Febrero de 1949 donde tuvo múltiples fracturas que parecían poner en peligro el resto de su carrera.

Sin embargo, sólo 16 meses después,  en junio de 1950,ganó su título más especial, el US Open, con una remontada épica tras jugar el último día 36 hoyos y clasificarse un playoff donde batió a sus dos competidores.

Fue el inicio, además, de sus como golfista, culminados en 1953 cuando se llevó el Masters, el US Open y el British de manera consecutiva.

Sin embargo, otros tres protagonistas no pudieron salvar su vida en un accidente. A continuación se cuenta su historia, junto con una anécdota más alegre protagonizada por nuestro golfista más universal y un político actual al que una “genialidad” del jugador le salvó la vida.

Payne Stewart, el  gentlemen de los bombachos

El accidente más mediático fue el sufrido por Payne Stewart en octubre de 1999.

El jet privado en el que viajaba junto con otras tres personas y los dos pilotos perdió contacto  a los 26 minutos del despegue, pero siguió volando durante mas de 2.000 kilómetros.

Este hecho tan sorprendente hizo que varios cazas del ejercito americano se acercase al avión en vuelo, sin obtener respuesta de los pasajeros, pero detectando escarcha en los cristales, lo que parecía indicar una despresurización en la cabina.

Volando a más de 13.000 metros de altura, la pérdida total de oxígeno se habría producido en cuestión de segundos y sólo el tener activado el piloto automático permitía que el avión siguiese en vuelo.

El gobierno de EEUU, gobernado en aquel entonces por Bill Clinton, llegó a contemplar la posibilidad de abatir al avión en el aire mediante misiles si había posibilidad de que se estrellase en zonas pobladas.

Finalmente, el jet siguió volando hasta quedarse sin combustible, estrellándose en una zona montañosa y despoblada.

El colmo de la desgracia: Tony Lema

Tras unos años turbulentos al principio de su carrera, Tony Lema llegó al PGA Tour en el año 1957, consiguiendo su primer título ese mismo año.

La fama le sentó mal, y paso varios años sin grandes resultados, y hasta 5 años después no consiguió su siguiente título en el circuito.

A partir de 1963, donde quedó 2º en el Masters, tras “un tal” Jack Nicklaus, su nivel de juego subió, logrando 11 títulos y otros 11 subcampeonatos.

Su regularidad fue excepcional: Acabó Top 10 primeros más de la mitad de los torneos que disputó y superó el corte de los 15 Majors que jugó, finalizando entre los 10 primeros en 8 de ellos y ganando The Open en 1964. Además, jugó y ganó las ediciones de la Ryder Cup de 1963 y 1965.

A finales de julio de 1966, y para participar en el Little Buick Open, al sur de Chicago, Tony alquiló un pequeño avión para él y su esposa.

La idea era llegar rápidamente y aprovechar a la vez para poder ver el campo desde el aire y así contar con más datos.

Sin embargo, a menos de un kilómetro de su destino, y cuando estaban sobrevolando Lansing Sportsman’s Club, un campo cercano, el avión se quedó sin combustible, precipitándose contra la orilla de un obstáculo de agua, cercano al green del hoyo 7, incendiándose y provocando la muerte de todos los ocupantes, un total de 6 personas.

Sean Fredrickson, la muerte más reciente

En Julio de 2020, Sean Fredrickson perdió la vida en un trágico accidente entre dos aviones en Idaho, con su hijo y dos hijastros.

Sin un gran palmarés en el campo del golf profesional, Sean fue un miembro durante muchos años del PGA , primero como jugador y después como directivo.

Sean había alquilado un hidroplano que hacía paseos a turistas con capacidad para cinco pasajeros, cuatro de los cuales eran Fredrickson con sus chicos, además del piloto.

En pleno vuelo, chocó contra una avioneta Cessna, que llevaba dos personas a bordo, cayendo a un lago y hundiéndose a 40 metros de profundidad, sin supervivientes.

Como Severiano Ballesteros salvó la vida de Miguel Angel Revilla

El 7 de diciembre de 1983 una nave de Aviaco que hacía el viaje Madrid-Santander sufrió un accidente, provocando la muerte de la totalidad de los pasajeros del vuelo, más de 80.

Entre ellos debía estar Severiano Ballesteros, de vuelta desde Sudáfrica tras ganar el torneo Sun City y que tenía billete para el día 7 pero que,  por cansancio, decidió adelantar un día su vuelta.

Al llegar a Madrid e intentar anticipar su vuelo a Santander al día 6 se encontró en la puerta con, en aquel entonces, diputado regional cántabro, Miguel Angel Revilla.

A Seve le daban el billete en el vuelo del día 6, pero a Revilla no le permitían el cambio. Severiano intercedió y consiguió que pudiese volar el día 6 y, por tanto, evitar que volase al día siguiente en el avión finalmente estrellado.

No son los únicos que se libraron de esa tragedia. Emilio Botín y su esposa, Paloma O’Shea,  no pudieron coger el vuelo siniestrado pues el vuelo que los traía de Miami tuvo que ser desviado a Barcelona debido a la fuerte niebla existente en Madrid, provocando que perdiesen el enlace previsto con Santander.

 

 

Fotos: golfhistorytoday.com

José Ramón Ramos Iglesias

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