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El balón oval

Así empezó todo

La gran mayoría de los aficionados al rugby hemos oído la historia del joven inglés William Webb Ellis que un día del año 1823, mientras jugaba al fútbol con sus compañeros en las instalaciones de la Rugby School, harto de pegarle patadas al esférico, recogió el balón con las manos y lo llevó hasta la línea de gol. De hecho, el trofeo que cada cuatro años se entrega a la selección que gana el mundial lleva su nombre.

El balón no era igual

Pero uno se pregunta: si Ellis y sus compañeros estaban jugando con un balón esférico, cómo es que en la actualidad el balón de rugby es oval. Para resolver este enigma debemos volver a la primera mitad del siglo XIX. Si bien en 1823 se empezaron a escribir las reglas del rugby, los balones seguían siendo los de fútbol. Fue entonces cuando un fabricante de zapatos y botas que tenía su taller frente a la Rugby School empezó a fabricar balones para la práctica del nuevo deporte. Incorporó una vejiga de cerdo llena de aire como relleno para su balón, lo que le aportó ligereza y resistencia. La forma de la vejiga hizo que el balón perdiese esfericidad y se asemejara más a una ciruela. Como eran para jugar básicamente con la mano la falta de esfericidad no supuso un problema. 

Forma de vejiga de cerdo

El dueño del taller William Gilbert, junto con su socio Richard Lindon empezaron a fabricar balones para la Rugby School con cámaras hechas de vejigas de cerdo que hinchaban a pulmón y al inflarlas adquirían la forma de una ciruela gigante. No fue hasta el año 1870 que Richard Lindon, empezó a usar cámaras de aire de caucho y, debido a la flexibilidad de este, la forma cambió gradualmente de una esfera a un huevo. (En la foto que acompaña al artículo podemos ver al señor Lindon con dos de sus productos a la venta). Lindon y Bernardo Solano empezaron a fabricar balones para la Rugby School sin costuras de cuero, que no estaban cosidos a mano, ni tenían cámaras hechas con vejigas de cerdo.

Sustituyen vejigas por caucho

Y es que 8 años antes Richard Lindon ya no sabía qué hacer para sustituir las vejigas de cerdo, (sobre todo porque la encargada de inflar los balones hechos con vejiga de cerdo era su mujer, la cual enfermó al inflar la vejiga de un cerdo que a su vez estaba enfermo y, como consecuencia de ello, murió). Usó en su lugar cámaras de caucho. El caucho era demasiado rígido para hincharlo a pulmón, así que se inspiró en las jeringas de aire para crear la bomba manual y con ella poder  rellenar de aire sus nuevos balones.

Lindon no fue el único

Lindon siempre reclamó la autoría de la invención del balón de rugby, las cámaras de aire y las bombas manuales pero nunca patentó ninguno de estos inventos, por lo que en la década de los años ochenta del siglo XIX había varios fabricantes de balones en Inglaterra que usaban el mismo procedimiento que él.

Balón reglamentario

El tamaño y la forma del balón de rugby no se incluyeron en el reglamento hasta el año 1892, momento en que se determinó lo siguiente: Longitud de 11 a 11 ¼ pulgadas – Circunferencia máxima de 30 a 31 pulgadas – Circunferencia mínima de 25 ½ a 26 pulgadas –  Peso de 12 a 13 onzas – Cosido a mano con no menos de 8 puntadas por pulgada.

Nuevo materiales

También en 1892 la Rugby Football Union incluyó la forma oval como obligatoria. El achatamiento gradual continuó a lo largo de los años. La llegada de los materiales sintéticos y su sustitución en los balones de rugby vino en su origen determinada por las condiciones meteorológicas. Si las condiciones eran de humedad se usaban los de material sintético, ya que no absorben agua y, por lo tanto, no se vuelven más pesados. Al final los balones de cuero desaparecieron. El poliéster se utiliza ahora como material de respaldo para mantener la forma ovalada de la pelota, otros materiales son usados para mejorar el agarre y el rendimiento. El balón está cosido con hilo de poliéster encerado para hacerlo más resistente al agua. 

Planeta Oval

Hoy en día nadie se plantea que el balón de rugby pudiese ser de otra manera, pero bien podría haberse quedado esférico, como lo demuestra el fútbol gaélico, que se juega con balón esférico, mientras que su “vástago” el fútbol australiano se juega con un balón oval. El hecho es que ese es el balón que mueve el mundo del rugby y el que hace que los aficionados llamemos a la tierra “el planeta oval”, ya que desde Inglaterra hasta nueva Zelanda es el que mueve nuestros corazones.

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