El 15 de noviembre, el fútbol femenino volvía a estar en el punto de mira. No, las jugadoras de Primera Iberdrola no conseguían ser el foco de atención por su aumento de salario, por batir récord de audiencia o porque el espectáculo que ofrecen en cada una de las jornadas de la competición diese de qué hablar. El motivo era, nada más y nada menos, que un balonazo.
Sí, aunque cueste creerlo, el fútbol femenino conseguía por fin tener la repercusión mediática que debiera gracias a un disparo que acabó de la forma menos oportuna. La colegiada Sara Fernández Ceferino (Asturias, 1988) recibió un fuerte balonazo durante los últimos minutos del encuentro entre el Athletic Club y el Real Madrid, que se disputó hace dos domingos en Valdebebas.
Accidente futbolístico
Lo que pretendía ser un tiro a puerta de la defensa de las leonas Naroa Uriaet, acabó siendo un desafortunado impacto contra la colegiada en el minuto 93 del partido. En ese momento, el comentarista dice: “Ojo porque se ha llevado un buen pelotazo Sara Fernández. Escuchen los gritos de dolor”. El segundo interlocutor añade: “Ha sido un buen disparo, eh. Fuerte, potente y bastante cercano”. Tras esta valoración, Fernández tuvo que retirarse del campo con un llamativo hematoma en el ojo izquierdo y fue sustituida por su compañera Sandra González López-Rey.
Lo que podía haberse quedado en un susto se convirtió en otro episodio de machismo a raíz de los gritos y expresiones de dolor de la árbitra tras recibir el golpe. Las burlas por sus quejas, exageradas para algunos, no tardaron en inundar las redes sociales, consagradas como el caldo de cultivo perfecto para comentarios denigrantes -incluso para aquellos cuya trayectoria profesional es incuestionable-.
Fernández Ceferino ascendía a la máxima categoría del fútbol femenino español en el año 2017, cuando ésta se reinventó para que la Primera División Femenina de España fuera arbitrada únicamente por colegiadas. Tres años son los que Sara lleva pitando en esta categoría para que en 140 caracteres se ponga en duda a golpe de tuit su profesionalidad o su labor en el campo durante aquel encuentro.
Se fraguan en las redes cientos de comentarios machistas
El vídeo que recoge el talonazo obtenía, en primer lugar, cierta repercusión en Twitter, donde se vertieron mensajes de una extrema crueldad y sin lugar a dudas, machistas: “aunque recibas ese pelotazo no puedes tirarte al suelo y llorar como una niña”, “luego pretendéis que nos tomemos en serio el fútbol femenino”, “si hubiera estado fregando y planchando, no le habría pasado”.
Los tuiteros no solo consideraron que el dolor que Fernández sufría como consecuencia de un infortunio se debía realmente a su condición de mujer, también pusieron en duda sus conocimientos futbolísticos, asegurando que lo primero que debía hacer Fernández “es saber estar en el lugar apropiado. Cosas de fútbol”. Por otro lado, hubo quien se pronunció apuntando haber recibido golpes más duros e infravalorando el que sufrió la colegiada: “con 9 años recibía peores balonazos”. La realidad es que, señores tuiteros, la tecnología aún no ha avanzado lo suficiente como para que puedan comprobarlo, aunque no negamos que la idea de que futuros avances puedan darles la oportunidad resulte tentadora.
Nuestros ejemplos
Llamarme machista y todo lo que queráis pero él fútbol femenino no se puede tomar en serio, es de risa que quieran igualdad salarial viendo la poca profesionalidad de la colegiado e visto pelotazos en los huevos a jugadores y han seguido jugando él partido como si nada.
— israael17 (@17Israael) 17 de noviembre de 2020
Si hubiera estado fregando y planchando, no le habría pasado
— El Escriba (@JoraGolkien) 16 de noviembre de 2020
Ese pelotazo te lo aguanta cualquier chaval de 3º de la ESO https://t.co/n8Opk6Y8pq
— Skywalker ?? (@Skywalker3689) 15 de noviembre de 2020
La polémica da el salto a Instagram
Decidimos agrupar dichos mensajes para trasladarlos a la red social por excelencia en la actualidad. Algo que los datos avalaron posteriormente cuando más de 3.000 opiniones fueron dadas en el post publicado en la cuenta de Instagram de @latarjetamorada. La publicación se hacía viral con más de 63.000 ‘me gusta’ y, dejaba tres posturas bien diferenciadas sobre lo sucedido.
Había quien repetía los obscenos comentarios machistas que veíamos anteriormente, llegando a afirmar que el moratón en la cara de Sara se correspondía con el efecto del rimel. Otros achacaron el balonazo a la mala posición que la colegiada tenía en ese momento, dejando el debate en cuestiones puramente técnicas. Por último, existían las personas que vieron en dichas publicaciones un mensaje machista y que condenaron, al igual que este equipo, el odio que recibió Fernández. Afortunadamente, fueron bastantes.
La Tarjeta Morada, ¿sensacionalista?
Sara Fernández no ha hecho ningún tipo de declaración, fuentes cercanas a la colegiada han confirmado al equipo de La Tarjeta Morada que se está recuperando. No conocemos el diagnóstico de la colegiada y no vamos a entrar en conjeturas, pues no tenemos información más allá de la imagen de su ojo morado. No obstante, el hecho de que un duro golpe en el ojo pueda desembocar en desprendimientos de retina o daños en el nervio óptico, entre otras muchas dolencias, no es ninguna sorpresa. Por ende, consideramos que cualquier valoración sobre el golpe es innecesaria y que los comentarios alejados del debate de su posición están fuera de lugar.
Durante la última semana, se han vertido acusaciones sobre el equipo de @latarjetamorada. Nos acusan de buscar la viralidad y el sensacionalismo, de categorizar enunciados que no son machistas como si lo fueran o de crear polémica donde no la hay a pesar de que el resto de medios tradicionales también hayan dado voz a la noticia. Nuestra única intención ha sido denunciar, informar y concienciar a nuestro público.
Argumentos vs insultos
Consideramos que este artículo era necesario para exponer de manera larga y tendida nuestra opinión. Escogimos seis tuits que, a nuestro parecer, eran machistas. Ahí está el quid de la cuestión: la interpretación. Expusimos un hecho del que extrajimos unas conclusiones. Estamos orgullosas de la repercusión que tuvo, de haber puesto el debate sobre la mesa y de que al menos, la gente que ha visto el post haya reflexionado sobre lo ocurrido. Orgullosas también de que se generaran diversas opiniones, aunque no compartiéramos aquellas fundamentadas en faltas de respeto, tanto a las mujeres, como hacia la propia Sara o a nuestro equipo.
Por ello y a pesar del impactante vídeo, nosotras nos preguntamos: ¿qué es lo más doloroso? ¿un balonazo o los miles de comentarios de internautas que se atreven a poner en duda la profesionalidad de una persona, en muchos casos, simplemente por el hecho de ser mujer? Algo nos dice que Sara tiene la respuesta.
