Ciclismo Noticias Opinión Vuelta a España

¿Se le puede llamar karma a esto?

Final en la penúltima etapa

Vaya final de La Vuelta que hemos vivido en esta “última” etapa (y sí, queda la etapa de mañana, el “paseo” dominguero).
Una jornada que prometía, pero que al final se quedo en eso: en el final, en los últimos dos kilómetros, que fue cuando Richard Carapaz recordó que si quería ganar esta 75 edición de La Vuelta debía atacar, casi por primera vez en esta edición. Y lo hizo, como suele acostumbrar el ecuatoriano, con furia, un ataque seco, pero como suele ser una mala costumbre en el ciclismo moderno, demasiado cerca de meta.

Roglic merecido campeón.

Y mire usted, querido lector, eso (que a ningún aficionado al ciclismo le gusta) puede estar bien si la carrera esta en sus primeras etapas, pero si es la última etapa en la que puedes recortar tiempo, pues ya vas bastante justo, y más si encima es ante un ciclista máximo, como lo es Primoz Roglic, y que te saca cuarenta y cinco segundos.
Los potenciómetros están haciendo mucho daño al ciclismo, gracias Pogaçar por este soplo de aire fresco.
Pues como íbamos diciendo, no puedes atacar cuando, entre la niebla, se atisba la línea de meta. Hay que tener más ganas de victoria, más sangre en los ojos, sembrar el miedo, que piensen que estas muy loco, … habrá quién diga que quizás no tenía piernas para más, seguro, o que Roglic se mostraba los días anteriores mejor, seguro, pero si no lo pruebas nunca lo sabrás, que luego te abres de patas, pues mire usted, si tiene que ser un desastre, que al menos sea un desastre glorioso. No vas a perder la segunda plaza, la primera de los perdedores, y vas a hacer tu nombre más fuerte en el pelotón, y dentro de tu equipo, y además, si el otro tiene el día tontorrón, te haces con una de las tres grandes, tu segunda grande.

Esto no va a terminar así. Continuará.

Y a todo esto, mientras centramos los debates y discusiones en foros de Telegram y Twitter, y ya que esta pandemia nos manda La Vuelta a casi las Navidades, incluso en las cenas navideñas con nuestros queridísimos cuñados, en si es tarde para atacar, llega Movistar (da para otro artículo las estrategias de Lastras, la cual luego podremos constatar con la segunda parte del documental de Netflix) y le echa más pimienta a su carrera, a añito, porque vaya añito de los telecos.
Claro que antes es justo abrir un paréntesis, y referirnos a dos cosas: la estrategia del Jumbo, metiendo un corredor en la fuga, el cual le vino de lujo a su líder cuando peor lo estaba pasando. Bien por el Jumbo. Y la segunda sería, para poner en perspectiva la fuerza del tardío ataque de Carapaz, como el americano Kuss se queda seco, no lo habíamos visto en toda la temporada, siempre dando la sensación de ir más fuerte que su líder, sobrado en la subida del Angliru, pues seco hoy, seco como cuando llegas al último puerto de la QuebrantaHuesos, que no hay gel ni barrita ni isotónico que te haga recordar que esas dos piernas que intentan moverse son tuyas.

El karma.

Cerrado el paréntesis volvamos al karma, o al Movistar, o a Lastras “The Pushiner”, a saber, cómo bautizar ese momento. Vaya por delante, que el que esto escribe no es una persona rencorosa o vengativa, pero que si Movistar, en vista de como se ha encontrado la carrera en ese último kilómetro, decidió pasarle la factura a Carapaz del 2.019 pues en su derecho esta, y ni tan mal, aun no siendo elegante, tampoco lo fue el comportamiento de Carapaz. Ahora, que sepa Movistar, que la vida es bidireccional.

Netflix.

Para quién no viera el documental, fantástico de Netflix (El día menos pensado), decir que en el mismo se ve a un Lastras muy dolido con Carapaz, que cobrando de Movistar, firmando con Ineos para el año siguiente, decide correr un Critérium (en Holanda) contra la opinión del equipo profesional que le paga, y que le ayuda a ganar su primer grande, el Giro de ese mismo año, en ese Critérium además se lesiona, y eso empresarialmente lastra a la empresa que le paga, que no puede hacer que participe en otras pruebas, y más habiendo sido el último ganador del Giro, y por supuesto, deportivamente. Y ojo, que el daño es enorme: se pierde La Vuelta, el malestar es lógico y entendible. El daño a nivel económico y deportivo es importante.
Honestamente, no parece que sin la “ayuda” de Movistar Roglic no hubiese perdido 46 segundos, aunque eso, nunca lo sabremos, ¿verdad?



Juan Antonio SAN INOCENCIO GONZÁLEZ             @Juanan_Illescas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *