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Maldito Sylvester Stallone

Qué difícil es no caer en la analogía de Rocky para hablar de cualquier pelea de boxeo. Uno
intenta resistirse y desmarcarse un poco de ese cliché e ir de diferente y sofisticado pero las
circunstancias a veces lo ponen difícil. El maldito Stallone captó y retrató como nadie el
camino del héroe versión pugilística, poniéndonoslo fácil a los que tenemos poca
creatividad.

Para este sábado, con el Usyk vs Chisora hay varias similitudes con los personajes
e historias de Sly que no podemos obviar. En una esquina, el púgil de origen soviético (o al
menos de antigua república soviética) con métodos de entrenamiento sofisticados,
modernos y heterodoxos. Eso sí, con muchísimo más carisma, mejores dotes que Ivan
Drago y sin esteroides y la lagarta de su mujer. En la otra esquina, el obrero del noble arte,
eterno underdog, duro como las piedras y al que muchos quieren retirar. Rocky Balboa
aunque con actitud y maneras de Clubber Lang.

Muchas son los contrastes entre ambos boxeadores que al mezclarlos en el ring no hay otro
resultado que la guerra. Con un juego de piernas y elegancia dignos de Barýshnikov, el zurdo
ucraniano Usyk se presenta a su reto más difícil en su segundo combate en el peso pesado. Subirá
con más kilos que nunca, pero que no engañe su tamaño de peso crucero. Aunque fuera en
amateur, ya sabe lo que es zurrarse con gigantes y además con éxito. Y si seguís dudando,
echar un ojo a un tal Holyfield, que anduvo el mismo camino. Si se adapta a esa carga extra
y muestra a lo que nos tiene acostumbrado, le veremos descargar napalm que desarme la
defensa rival y rematar con la metralla.

Sin embargo, en la otra esquina se encuentra Dereck Chisora, al que le gusta más una
refriega que al típico coronel de las películas que siempre aconseja al presidente que la
solución es el conflicto bélico. Un púgil que ha enfrentado a Fury y Whyte dos veces, Vitali
Klitschko y David Haye entre otros, con más escuela que un profesor de los noventa fumando
Ducados en el aula. Asimismo, el estar presionado, en guardia y contra las cuerdas, donde
su contrincante cree que lo tiene hecho y le está haciendo sufrir, en realidad es su hábitat natural. Aprovecha ese exceso de confianza de su oponente para soltar la contra que le mostrará la ingenuidad de su postura mientras cuenta los dedos que le enseña el réferi.

Esperando esta pelea desde su cancelación en Mayo por la pandemia, no tiene el hype que otras peleas del pesado y
no tiene el premio de algún cinturón mundial ni falta que hace. Los estilos, personalidad y el
estatus es más importante y atractivo para los fans que además gustan de una buena guerra
como Rambo, que hasta la buscaba donde reinaba la paz. Vaya, Sylvester Stallone otra vez.
Maldito.

Imagen: talksport.com
@Chris_Le_Gabach

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