El duelo entre Tom Brady y Aaron Rodgers finalizó con probablemente la más importante de las victorias desde la llegada de Brady a Tampa. Los Buccaneers (4-2) consiguieron sorprendentemente una cómoda victoria por 38-10 ante unos Packers (4-1) que no estuvieron a la altura y esto significó su primera derrota en lo que llevamos de curso.
Una conexión familiar
Vimos a un cuidadoso Brady en el terreno de juego y digamos que su partido fue más que correcto. Llegó, lanzó 166 yardas, logró dos anotaciones, y con eso le bastó para sentarse en el banquillo con la victoria en el bolsillo. Evitó con gran precisión lanzar intercepciones y además no sufrió ningún saqueo.
Su conexión con Rob Gronkowsky volvió a parecerse a aquella que deleitó en Foxborough cuando vestían los colores de los New England Patriots. Y los pases del primero y las recepciones del segundo fueron el factor diferencial en el partido ante el conjunto de Wisconsin. “Gronk” lideró el cuerpo de receptores de los “Bucs” con cinco pases atrapados para 78 yardas y fue un quebradero de cabeza para la defensa de Matt LaFleur.
El entendimiento en el terreno de juego entre las piezas clave de los Buccaneers parece aumentar. Un Brady cada vez más familiarizado con el sistema y una defensa imponente que ilusiona a los seguidores de la franquicia de Tampa. Unos “Bucs” que viajarán a Las Vegas para enfrentarse a los Raiders, donde tratarán de dar continuidad a las buenas sensaciones mostradas.
Rodgers no fue Rodgers
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El gran estado de forma de Rodgers antes del encuentro era evidente. Números de MVP con 13 touchdowns en tan solo 4 juegos. Es más, Rodgers había realizado 157 intentos de pase consecutivos sin ser interceptado. Pero este pasado domingo ante el conjunto dirigido por Bruce Arians, protagonizó el error que cambió el rumbo del partido.
Tras finalizar el primer cuarto con una ventaja de 10 a 0, Rodgers fue interceptado por Jamel Dean. Este último lograba así anotar un pick 6 de 32 yardas y dar vida al conjunto de Florida. Más tarde en el encuentro, el quarterback de los Packers lanzó una segunda intercepción esta vez a Mike Edwards, quien recogía el pase en la 40 y se acercaba hasta la yarda dos. Tras esta jugada, Ronald Jones empujaría el balón a la endzone para así anotar y colocar a su equipo por delante en el marcador. Un marcador que no volvió a cambiar de líder.
Se podría decir que Aaron Rodgers, realizó esta jornada su peor partido de la temporada. El mariscal de campo completó 16 de 35 pases para 160 yardas, y no logró ninguna anotación. Además lanzó las ya mencionadas dos intercepciones y fue cuatro veces saqueado. Aún así, conocemos el talento Rodgers y veremos cómo se recuperan los hombre de LaFleur en el siguiente enfrentamiento tras sufrir su primera derrota de la temporada. Un partido a priori más que asequible ante unos Texans de Houston que solamente ha conseguido ganar un solo partido hasta el momento.
Fotos: NFL; ESPN;
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