Los San Francisco 49ers han iniciado la temporada con un récord de 3-3, un resultado mucho peor de lo esperado. Así pues, el titular de este artículo es una de las preguntas más repetidas en estas seis semanas de NFL. ¿Realmente hay crisis en los 49ers? ¿Son los malos resultados a causa de las lesiones? ¿Hay motivos reales para estar preocupado por San Francisco?
Antes de tratar de averiguar las posibles causas de este horrendo inicio, hay que destacar lo que llevamos destacando desde la semana 2. Sí, las lesiones. En este caso no se trata de una excusa, ni mucho menos. San Francisco jugó un par de semanas con muchos jugadores del practice squad a causa de las lesiones de piezas como Nick Bosa, George Kittle, Jimmy Garoppolo, Richard Sherman, Deebo Samuel, Raheem Mostert o Dre Greenlaw. Y nos estamos dejando multitud de nombres, creedme.
El primer punto de discusión lo encontramos en la defensa. Está claro que los 49ers no defienden ni la mitad de bien que el año pasado. Para plasmar esto, podemos destacar que llevan un total de 1615 yardas recibidas, siendo el 12 mejor registro de la liga. En 2019, fueron los segundos que menos yardas permitieron al rival. Además, el número de big plays ha caído en picado. Los 49ers llevan 10 sacks, vigésimoprimer registro de la liga. En 2019 fueron los sextos. En recuperaciones totales, son los vigésimosegundos, con 5. Acabaron el 2019 sextos en este aspecto. Así pues, nos damos cuenta de que estos 49ers no están siendo malos en defensa, simplemente carecen de talento para, por ejemplo, acabar los drives del rival con jugadas que permitan un mejor posicionamiento al ataque.
Por el lado ofensivo, los problemas siguen. El principal agujero (nunca mejor dicho) lo encontramos, sin duda, en la línea ofensiva. Los QB de San Francisco han recibido 18 sacks en 5 partidos, el cuarto registro más alto. El año pasado fueron el décimosegundo equipo que menos sacks permitieron. Y todos sabemos que, con cada golpe del rival, el QB se va saliendo del partido y pierde precisión. Los 49ers tienen un 64,8% de pases completos, el decimoctavo mejor de la liga. En 2019, fueron los teceros mejores en ese aspecto. Pese a estos números, los 49ers tienen excusa, pues no es fácil ganar cuando juegan tres QB diferentes en cinco partidos.
Para acabar, debemos hablar de los entrenadores. Cada uno puede sacar sus propias conclusiones del nivel del trabajo desde la banda, pero sorprenden mucho situaciones como la del CB Brian Allen, quien el domingo pasado fue incapaz de defender a su receptor y, sin embargo, Robert Saleh no optó por sentarle hasta bien entrado el segundo cuarto o los nulos ajustes de la defensa en los partidos.
Como resumen, podemos decir que esta defensa carece de talento para girar los partidos, y eso se traduce en que un ataque bastante limitado no es capaz de generar suficientes puntos. Aún así, este artículo no valdrá de nada si los 49ers consiguen encontrarse en los próximos partidos y sacan buenos resultados ante equipos como Patriots, Seahawks o Packers. Habrá que estar atentos.
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