El danés reafirma que no es un one hit wonder
Tras la cancelación de la Roubaix esta semana, la Gante Wevelgem se convertía en una de las últimas oportunidades de las grandes clasicómanos para poder dejar su marca en esta extraña temporada en las que las clásicas de primavera corren en otoño,
La Gante lo tiene todo, supera de largo los 200 Km, tiene partes de barro que manchan las monturas y las caras de los ciclistas, tiene cotas de pavé que nos recuerdan a Vuelta a Flandes y la edición de este año además nos regaló unos abanicos a 70 Km de meta que marcaron lo que sería la resolución de la prueba.
Generalmente la carrera es favorable a los velocistas, pero este año se le exigió demasiado y el vigente campeón Alexander Kristoff y otros velocistas como Sam Bennett o Pascal Ackermann desaparecieron de la ecuación muy lejos de meta. Fue bonito también ver a Mark Cavendish infiltrándose en una escapada lejana y dando la cara hasta llegar a las cotas.
Los nueve elegidos
Después la lógica se impuso y solo los pata negra del pelotón volverían a mostrarse. Tras mucha guerra los nueve hombres que entraron juntos en los últimos 10 km fueron los siguientes:
Woult van Aert y Mathieu van der Poel que además de generar vatios como para iluminar una aldea y poner la carrera del revés en el Kemmelberg, parecían más preocupados de no perder frente a su viejo rival del ciclocross que de ganar la carrera, tanto fue así que al final Van Aert derrotó a Van del Peol por una pírrica octava posición.

Fuente: Jumbo-Visma
Deceuninck no podía faltar en una carrera que incluía barro, viento y adoquín, así que llegó al tramo final con dos candidatos, Florian Senechal e Yves Lampaert, poco antes se había cortado el campeón danés Kasper Asgreen. En la línea de meta Senechal conseguiría una meritoria segunda plaza.
Componían el grupo también un ganador de etapa en Giro, Vuelta y Tour además de dos monumentos del ciclismo como Roubaix y San Remo, que responde al nombre de John Degenkolb, el vigente ganador de la Vuelta a Flandes Alberto Bettiol.
Enumerados todos los anteriores y con permiso de Florian Senechal los únicos que llegaron a los últimos 300 metros con posibilidades de llevarse la victoria fueron exactamente los mismos que llegaron juntos a la meta del mundial de 2019.
Mads Pedersen, al que muchos consideraban uno de esos ciclistas que consiguen el arcoiris un día de suerte, ha demostrado que es mucho más que eso y que es un corredor muy a tener en cuenta tanto en las llegadas en grupo como en las clásicas. Tras demostrarlo en el pasado Tour de Francia hoy lo ha dejado claro en Bélgica y se posiciona entre los grandes candidatos para el último monumento que podremos ver este año en Flandes.
Tercero y quinto fueron sus dos acompañantes en el podium de Yorkshire, Mateo Trentin y Stefan Küng los dos ofreciendo unas prestaciones brutales pero un poco negados de cara a la victoria.
La carrera que se disputa sobre las trincheras de la Primera Guerra Mundial nos ha dejado un recital de ciclismo de ese en el que no se guarda nada para el día siguiente ni se especula. Plato principal en este super domingo ciclista en el que tenemos la vista puesta también en la el Giro, la Paris-Tours, el Ciclocross de Gieten y la modalidad femenina de la propia Gante Wevelgen.
Seguidme en @FAremberg y seguid toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo