Al final, la estrategia de saltarse la cortísima temporada de cancha dura estadounidense, probó ser la mejor decisión para Rafael Nadal. Haber jugado allí, para en solo dos semanas verse obligado a jugar el Roland Garros, habría puesto en peligro su meta de empatar el récord de 20 títulos grandes que, hasta el momento, posee Roger Federer. En el caso de Novak Djokovic, si bien lamentará por un buen tiempo su exabrupto en el US Open, este le permitió llegar más descansado a París, y convertirse en una amenaza real para desbancar al rey de la arcilla, y continuar su carrera para superar igualmente al Maestro.
Ni el otoño parisino, ni las bolas lentas, pusieron en riesgo al dúo más dominante de los últimos años. Y es que al final de cuentas, todos los jugadores estaban en igualdad de condiciones. Y en esa circunstancia, Djokovic y Nadal, continúan siendo superiores al resto de los jugadores.
Y ese dominio se hizo evidente a medida que avanzaban por el cuadro. En el caso de Nadal, no ha cedido un solo set a lo largo de seis partidos. Y aunque ciertamente el español no necesita un cuadro cómodo para llegar hasta la final, la realidad es que los jugadores que tuvo que enfrentar, no representaban una amenaza real en este escenario. Djokovic sí ha tenido que emplearse algo más, y es que, a partir de la cuarta ronda, se ha topado con jugadores clasificados que lo han vencido en el pasado. Pero por algo el serbio es en estos momentos el indiscutible número uno del mundo. En todos los encuentros, supo superar la adversidad, para alcanzar su quinta final y enfrentar el mayor reto que puede tener un tenista sobre la arcilla. Superar al doce veces campeón del Roland Garros, Nadal.
En la última década, ambos tenistas han establecido una rivalidad que ya es histórica. Al momento, el serbio domina la serie con 29 partidos ganados, mientras que el español ha logrado salir por la puerta ancha en 26 ocasiones. De esos encuentros, siete se han dado en el Roland Garros, de los cuales Nadal ha dominado seis de ellos. El último encuentro, sin embargo, se lo llevó el serbio en tres sets. Pero ese partido se dio hace cinco años, y se siente muy lejano para tomarlo como referencia. Los últimos tres partidos en arcilla, los cuales se dieron en Roma y Madrid, entre el 2017 y el 2019, fueron dominados por Nadal, por lo que el español tiene claro que, si hay una superficie donde él parte aun como el favorito, es en esta.
La final tiene todos los elementos para convertirse en un clásico instantáneamente. Los máximos jugadores del momento, se enfrentan no solo para continuar su gran rivalidad, sino para complicar aún más, el intenso debate de quién es el mejor jugador de la historia. De ganar Nadal, empataría con Federer. Si ganara Djokovic, cerraría como nunca antes, la brecha entre el Big 3, y se convertiría en el único jugador en haber ganado todos los títulos del Grand Slam, en al menos dos ocasiones.
En unas horas sabremos el resultado. Pero desde ya sabemos, que ganó el tenis.
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Fuente de la foto principal: Roland Garros
