Análisis Más Psicología Deportiva

La Actitud: postura corporal y sonreír, grandes aliados del rendimiento (II)

Preguntas sin respuesta

¿Cuántas veces hemos ido a una competición pensando de antemano que ya teníamos el partido perdido? o ¿Cómo es posible que con un resultado más que favorable, fallemos un golpe o un sencillo lanzamiento y a partir de ahí el rival le dé la vuelta al partido y nos remonte?

¿Y si con tan solo una pausa para analizar nuestra postura o, una sonrisa para enfocar el error desde otra perspectiva hubiesen sido suficientes para cambiar el desenlace de la competición? ¿Estarías dispuesto/a a entrenar esto como los tiros libres, la volea de derecha, un pase con tu pie no dominante o perder unos segundos tras cometer el error para que éste no te afectase en tu rendimiento? Si tu respuesta es un SI rotundo ¡No te pierdas esta segunda parte del post!

Retomemos el listado de los ejemplos del post anterior:

Problemas de pareja

C) Tras un partido muy igualado en el que pierdes el primer set 4/6 muy justo, ganas el segundo set 6/2 con un notable dominio, y el tercer set se está disputando con una igualdad milimétrica llegando al tie break, no hay ninguna bola de mini break. Vais 5 iguales y saca el rival, queda una bola fácil de revés para el jugador del drive, intenta una chiquita que no necesitaba ir muy ajustada porque implicaba demasiado riesgo innecesario a pesar del momento del partido, esa bola toca la red y se queda en campo propio…

Estamos 6-5 abajo, con saque y es bola de partido. Mi compañero sirve, tomamos la iniciativa en el punto, jugamos tenso, queda una bola para un smash, que en la vuelta de la pared de fondo devuelve el rival, hago una contrapared para continuar el juego, los rivales han permutado la posición de juego (esto implica que hay una ventaja táctica para nosotros), nos batimos en un duelo de voleas donde finalmente haces una volea de abajo hacia arriba quedando una bola flotante que el rival remata para hacer el 5-7 y llevarse el partido.

El pádel es un deporte de pareja en el que los aspectos individuales suman o restan al equipo, por lo que un pensamiento negativo presente en uno de los jugadores afecta a ambos y ocurre igual en deportes de equipo como el baloncesto, donde afectaría al colectivo. Veamos la situación descrita en el anterior ejemplo:

https://www.youtube.com/watch?v=gZY_BqpmXE4&feature=emb_title

Dupla negativa

Si observamos detenidamente, Fernando Belasteguín tras ejecutar la chiquita de revés y fallarla, hace un gesto de arrepentimiento o pena, en el que encoge los hombros y probablemente cierra los ojos a modo de queja por la decisión tomada, gesto que no beneficiaría al rendimiento mental posterior según Paredes (2013). Lo que seguro que Bela hace seguidamente es respirar profundamente para bajar el nivel de activación y desprenderse de la imagen mental donde ha fallado ese golpe del que tanto se arrepiente, el problema es que tiene que reactivarse (vemos como intenta hacerlo moviendo las piernas mientras su compañero sirve) y reconcentrarse en menos de veinte segundos; es evidente que por muy entrenado que esté a estas situaciones, ese golpe se va a estar repitiendo en su cabeza y va a entrar en sintonía con el tono muscular y su lenguaje corporal.

Dupla positiva

Si nos fijamos en la otra dupla del encuentro, que había perdido el set anterior 6/2 y se encuentra en el mismo momento crucial del partido, vemos enfocado a Maxi Sánchez, quién habla con su compañero, sonríe y asiente con la cabeza.

En el siguiente punto, Agustín Tapia sirve con match point en contra, miren la posición de sus hombros, al igual que los de su compañero, Bela, se encuentran relajados.

Lo que ocurre a continuación es que la pareja formada por Maxi Sánchez y Mati Díaz pasan de estar defendiendo en su match point, a atacar sin retroceder con una actitud dominante aún estando en una transición que no es ventajosa resultando victoriosos en el encuentro.

 El poder que tiene la postura corporal y la sonrisa como parte de una actitud positiva son de una magnitud descomunales, son un recurso que no conlleva mucha práctica para dominar y que todos los deportistas pueden emplear. Así que cada vez que tenga todas las razones del mundo para enfadarse o “poner mala cara”, recuerde estos ejemplos tan ilustrativos, coja la costumbre de sonreír, erguir su espalda, levantar su cabeza y transformar la corriente negativa de estrés en una corriente positiva que le ayude a afrontar esas situaciones con mayor probabilidad de éxito (Girod, 2007).

 

BIBLIOGRAFÍA

Girod, A. (2007). Tenis, Entrenamiento de la fuerza mental. Madrid: Ediciones Tutor.

Paredes, B., Stavraki, M., Briñol, P., & Petty, R. E. (2013). Smiling after thinking increases reliance on thoughts. Social Psychology. 44 (5) 349-353. doi: 10.1027/1864-9335/a000131

Javier Tirado González

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