Hemos dejado atrás dos tercios de la carrera, ya hemos visto abandonos, desfallecimientos y acción, pero llega la hora de la verdad.
Etapa 15. Lyon – Grand Colombiere, 174 Km
El cierre de esta segunda semana es el que más recuerda al Tour que conocemos, varias jornadas con distancias interesantes y un paso por difícil por el Macizo Central antes de llegar a la cita con los Alpes. Esta etapa la vivimos hace poco en el Tour de l´Ain, cambiando la ciudad de origen que en lugar de ser Lyon era Saint Vulbas.
Pero una vez que la carretera se pone cuesta arriba se repiten exactamente los mismos puertos en el mismo orden Montée de la Selle, Col de Biche, ambos de primera categoría, para después buscar la cima de la Grand Colombier (Hors Categorie) con 17 Km de ascensión en los que veremos explotar a más de uno.
El 8 de agosto Primoz Roglic se mostró intratable, permitiéndose el lujo de descolgarse de la cabeza para colocarse a la altura de Egan Bernal y ver como iba. A pesar de la superioridad mostrada por el esloveno y su equipo, las distancias en la cima fueron mínimas y muchos señalaron que estaba alcanzando un momento óptimo de forma demasiadas semanas antes de la ronda gala.
El Ineos parece haber sacado lecciones también de lo que ocurrió en agosto. Chris Froome y Geraint Thomas que ese día mostraron más voluntad que piernas han sido sustituidos en la escuadra británica por Richard Carapaz y Pavel Sivakov. Será interesante ver en qué situación llega la carrera y si el colombiano puede devolverle el desplante a Roglic.
Segunda jornada de descanso.
Como ocurrió en el primer día de descanso, el fantasma de los abandono forzosos volverá a estar presente, a nivel deportivo puede ser irrelevante pero a día de hoy el director de la carrera ya no forma parte de la caravana.
En los días venidero no olvidemos que el clima puede hacer que la carrera de hace un mes no se parezca en nada a lo que vamos a ver. En los Alpes el mes de septiembre es un mes lluvioso y los chaparrones pueden ser intensos, que la lluvia y las malas condiciones impidan a la carreta afrontar alguno de los puertos es una posibilidad nada descartable. Crucemos los dedos.
Etapa 16. La Tour du Pin – Villar de Lans 164 Km
Otra vez una distancia más propia del cicuito sub-23 que de una etapa de alta montaña del World Tour, eso sí, cargada de media montaña. Parece propicio para que a alguien se le atragante la jornada de descanso y explote. Una de las últimas oportunidades de los abonados a las fugas para llevarse el gato al agua.
Cinco puertos encadenados y con muy poco terreno de recuperación. Muy cerca de la meta el Montée de Saint Nizier du Moucherotte (1ª Categoría) con 11 generosos kilómetros de ascenso, antes Col de Porte y Cote de Revel (2ª Categoría) y una tachuela de cuarta, después los un breve puerto de tercera para acabar en alto otra vez. Puede ser un buen botín de puntos en la lucha por el maillot a lunares de la montaña, especialmente si está metido en batalla algún corredor que sabe que no tiene ritmo para aguantar con los líderes de la general en los Hors Categorie que están por llegar.
Etapa 17. Grenoble – Méribel Col de la Loze, 170 Km
Muchos consideran este día el definitivo dentro de la carrera y algunos artículos le cuelgan el cartel de etapa reina. Desde luego hay motivos para pensarlo, hasta este punto no se han superado los 2000 m de altitud en ningún momento y esta jornada la carrera lo hace en dos puertos consecutivos, ambos fuera de categoría.
La primera de las dos montañas es La Madeleine con sus 17 Km al 8,5% uno de los pocos puertos de esta edición que realmente suenan a mitología ciclista. No en vano, si la carrera llega a su cumbre será la vigésimo sexta vez que se cruza en el Tour, la primera por cierto en 1969 con el vasco Andrés Gandarías a la cabeza. Mucho cuidado con la meteorología, porque su descenso puede complicarse mucho.
El segundo monstruo de la jornada está diseñado con mucha mala leche. Históricamente los puertos de la carrera francesa son muy largos, con rampas duras, pero pensados como una prueba de resistencia de muchos minutos o incluso horas, por el contrario La Vuelta, destaca por lo contrario, porcentajes de escándalo en puertos relativamente breves. Parece claro que hay un afán en la carrera de este año por “vueltizar” el recorrido, con etapas más cortas y explosivas.
Meribel Col de la Loze viene a poner paz entre los amantes de los puertos largos y tendidos y los amantes de los cortos y empinados. Como seguramente escucharemos decir a Pedro Delgado en la retransmisión de Teledeporte se trata de “Un puerto largo, pero duro”. Meribel es un puerto habitual de paso, de esos de poner las piernas a cocer hasta que explotan, este año algún sádico ha decidido que eso está muy bien, pero ha encontrado la manera de prolongar el sufrimiento de los ciclistas durante 5 Km más con desniveles que alcanzan el 24%. Lo que viene siendo un puerto alpino del Tour al que le han pegado encima una cuesta de cabras asfaltada al estilo de la ronda española.
Por el lado negativo hay que decir que estos dos colosos están muy solos y que tal vez un tercer puerto que colocara la carrera más cerca de los 200 Km haría las delicias de los fans de la vieja escuela.
Etapa 18. Méribel – La Roche sur Foron, 175 Km
Último día en los Alpes, todo el que no tenga los deberes hechos tiene una última reválida. Sería maravilloso que la carrera llegará abierta a estas alturas, de ser así esta jornada puede prestarse a la fantasía. Si alguien quiere emular a Froome en la Finestre de 2018 tiene aquí un lugar perfecto para hacerlo.
A partir del Km 25 la Cormete de Roselend (1ª Categoría) pone la ruta otra vez al límite de los 2000 metros de altitud, 18 Km a cocción lenta. Desde la cima comienza un sube y baja continuo sin llanos de transición entre cotas. Primero la Cote de la route del Villes (3ª Categoría), después algo un poquito más exigentes Col des Saisies (2ª Categoría) de casi 15 Km. Este se enlaza con otro puerto de primera Col des Aravis, para acabar subiendo el último Hors Catégorie de este 2020 el Montée du Plateau des Glières, con una parte alta de sterrato, este lugar ya fue visitado en el 2018 dando unas imágenes realmente espectaculares, si el mal tiempo hace acto de presencia podemos tener una verdadera escabechina en este sector.
El puerto tiene además una especial significancia en la historia de Francia porque fue el refugio de montaña de La Resistencia durante los años de la ocupación alemana y el régimen colaboracionista de Vichy. Hasta la meta será todo bajada a excepción del puerto no puntuable de Fleuries, la etapa tiene los alicientes necesarios como para que podamos ver un cuerpo a cuerpo entre los líderes de la general. Todo dependerá de lo tostados que lleguen a esta última semana.
Desde aquí a París solo quedará una pequeña oportunidad más que es esa breve crono con final en La Planche des Belles Filles.
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