El plan
El problema de los planes es que a menudo no funcionan. Y si nadie es capaz de solucionar el embrollo cuando las cosas no salen como lo previsto te arrastran los acontecimientos. Seguidamente, los hechos transcurren igual que fluye la corriente de un río en un día tranquilo. Cómo un arroyo sin tempestad. Y los cálculos que se habían analizado, quedan en la nada. Y si nadie es capaz de aventurarse o hacer el idiota el resultado, en muchas situaciones, a toro pasado, es el arrepentimiento. Porque en demasiadas ocasiones, la realidad es una mierda.
De la Dauphiné
Hasta la catástrofe de las caídas y los abandonos, en el Critèrium, cuando el puzle ya estaba casi terminado, lo que pudimos ver, es, que el Jumbo era el equipo más fuerte y Roglic el corredor más en forma. Trasladado a las primeras etapas del Tour, ya que, por sorprendente, esta edición nos brinda la montaña pronto, es igual a la etapa de hoy. Sin embargo, el Tour no es la Dauphiné.
Nada nuevo bajo el sol
Primera etapa acabada en alto. Final con puerto mítico hoy, gracias a la etapa del 71; Orcières-Merlette, por el tan magnífico como trágico Ocaña. Y esprint de 16 al final de un puerto tendido y subido a ritmo de rodador. Primero Martin, después Jungles y Van Aert, para lanzar el esprint del ganador Roglic, un kuss tant esplendido como en Dauphiné. Y en los últimos metros, igual que el Critèrium, Bernal, se aparta incapaz de seguir a Primoz, a Pogacar y a Landa cada día mejor. Y esta es la razón para arrepentirse de una victoria en contra de la lógica. Todos entrando en el mismo tiempo.
Regalar segundos cuando podrían robarlos
Muchos por el covid, el confinamiento y el año vivido o no vivido, han llegado cortos de forma, o eso parece. Nadie cree que Roglic sea el caso. La mayoría dudamos de si podrá aguantar este pico de forma, esta explosividad, tres semanas. Hoy tenía poco que perder y bastantes segundos que ganar. Ocaña, seguramente, hubiera preferido vivir muriendo que intentar seguir vivo por no morir. Quizás haya sido por miedo, pero el puzle estaba casi acabado.
