Rugby

El rugbier, secta o placer

Todo el mundo cree que sabe lo que quiere ser desde pequeño, unos astronautas, otros policías, muchos futbolistas, etc. Es mentira, pero como soñar es gratis, todo el mundo lo hace.

Al final el tiempo pone a cada uno en su sitio según los pasos que haya dado en su vida. El destino le dirige, sin saberlo, hacia lo que le deparará el futuro. Es así, por mucho que se empeñe hasta el más rebelde.

Unos pocos privilegiados

Por suerte, cada vez hay más población con suerte en este mundo, en esta vida. No lo saben porque lo disfrutan en ese momento pero los que han pasado por ahí sí que lo saben. Y cada día intentan disfrutar de la suerte que han tenido por ser los elegidos.

A modo de ejemplo, y para verificar todo lo dicho anteriormente, podemos leer en la despedida de un jugador internacional inglés hace unos días: “Bueno, oficialmente es hora de firmar y colgar mis botas. Ha sido un viaje durante 16 años que he logrado todo lo que podría haber soñado y más. Gracias a todos los clubes que he representado y a todos los chicos con los que he jugado. Ha sido especial”.

Ya en la segunda etapa, son ellos mismos los que explican a los demás lo que les ha pasado en la vida y la fortuna que han tenido de pertenecer al clan de los elegidos.

En busca de la felicidad

Su anhelo es que todos, chicos y chicas, puedan disfrutar y soñar con lograr lo que ellos han logrado. Y no para, no para nunca esa enseñanza. Es parte de la vida, de su vida y de la de todos los que le rodean. Es simple, repartir felicidad. Ese es el objetivo primitivo. Después vendrán otros, pero la base es esa, conseguir la satisfacción plena y disfrutarla el tiempo que toque.

Al final, rememorando toda la vida, se da cuenta de lo fácil que es obtener un triunfo tan sencillo. Al final, se da cuenta de lo que ha sido, un rugbier.

@ShamrockRC

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