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Puños de selva: del Amazonas hasta los Estados Unidos

 

El boxeo no es un deporte tradicional en la amazonía colombiana. Muchos prejuicios caen cuando se profundiza en el mundo de las doce cuerdas, frecuentemente asociado a una tríada de brutalidad-irracionalidad-masculinidad. Lo cierto es que estamos ante un deporte que teje interrelaciones complejas, que compete tanto al cuerpo como a la mente. No es posible ser púgil sin entrenar, sin un esfuerzo físico que exige el desarrollo de habilidades que van mucho más allá́ de la potencia muscular. Además, no es posible ser un campeón sin un profundo trabajo anímico y psicológico.

Davis Coelo y su equipo

Estas son las condiciones físicas y mentales que tienen los nueve jóvenes y el entrenador Davis Coelo, primer boxeador profesional de Leticia (capital de la amazonía colombiana), quienes participaron en el primer intercambio de boxeo liderado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, en el marco de la iniciativa Diplomacia Deportiva y Cultural. Cuando empezaron a entrenar lo único que tenían era voluntad. Las manos de los boxeadores son sus herramientas de trabajo. Fueron esas mismas manos las que le dieron forma al gimnasio ubicado en la Casa Lúdica del barrio La Esperanza. Los sacos de entrenamiento hechos con la arena del río y las pesas moldeadas con cemento reciclado de obras inconclusas le dieron forma al club de boxeo.

Primeros torneos

Con entrenamientos diarios, de seis de la tarde a ocho de la noche, empezaron a crear una pequeña comunidad de boxeadores. La constancia y la disciplina de los jóvenes y su entrenador llamaron la atención de las autoridades y la comunidad. Participaron en torneos realizados en Brasil y Perú para fomentar el espíritu competitivo hasta logar la representación en el Festival de la Confraternidad Amazónica en julio de 2018. Los jóvenes, que tenían apenas unos meses de entrenamiento, ya mostraban resultados deportivos. Las medallas no se hicieron esperar y el grupo empezó a crecer. Más jóvenes, incluidas niñas, decidieron inscribirse en el proceso. Durante el Festival, el Fondo de Empleados de la Carrera Diplomática y Consular de la Cancillería (Femdi) realizó una donación de implementos deportivos que incluía un ring de boxeo. El proceso continuó creciendo: en poco más de seis meses de formación, el club ya contaba con campeones interfronterizos y 40 niños, niñas y adolescentes entrenando diariamente.

La aventura estadounidense

Al año de haber conformado el club, llegó la noticia del intercambio deportivo que se realizaría en los Estados Unidos con nueve jóvenes que habían demostrado mayor compromiso deportivo y académico. La disciplina inculcada en cada golpe, en cada gota de sudor, también fue transformando paulatinamente los resultados académicos. La selección de estos se hizo difícil.

Los meses previos al intercambio fueron de preparación. El grupo seleccionado, en conjunto con sus familias y el entrenador, comenzaron a alistar la documentación necesaria para el viaje. Continuaron con los entrenamientos y, además, gracias a las gestiones realizadas por la Embajada de los Estados Unidos en Colombia, asistieron a clases preparatorias en inglés guiadas por el Centro Colombo Americano.

Finalmente llegó el día de la salida de Leticia. Ninguno había montado en avión. Lo más lejos que habían ido de sus casas era hacia Tabatinga (Brasil) y otros un poco más lejos, hasta Iquitos (Perú). Llegaron a Bogotá el miércoles 10 de abril para asistir a la cita de la visa en el Consulado de los Estados Unidos. Adicionalmente, tuvieron una agenda oficial que incluyó visitas al Palacio San Carlos -sede de la Cancillería colombiana-, la Casa de Nariño, el Centro de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte y el Museo Nacional, entre otros.

El sábado 13 de abril se alistaron desde temprano para salir a Washington D.C. en un vuelo con conexión en Miami. Abordaron dos aviones para llegar a su destino. En los Estados Unidos cumplieron la agenda que incluyó Washington D.C. y Filadelfia, con actividades deportivas, académicas, culturales y sociales que les permitió tener una inmersión cultural profunda (ver: https://www.cancilleria.gov.co/en/newsroom/news/jovenes-casa-ludica-leticia-viajaran-estados-unidos-participar-intercambio-boxeo).

Rocky Balboa

Durante el intercambio, una de las actividades que más disfrutaron fueron los recorridos, en Filadelfia, por el antiguo gimnasio de la famosa película Rocky y el actual gimnasio de la película Creed, que hace parte de la saga de Rocky Balboa. Los jóvenes habían visto todas las películas por indicaciones del entrenador Coelo, con el fin de animarlos y motivarlos previo al viaje. Fue una sorpresa para todos cuando llegaron a la puerta del gimnasio Front Street Gym, de la película Creed, donde tuvieron una sesión de entrenamiento.

Al salir de la práctica, querían pasar por el gimnasio en donde se había entrenado y hecho campeón Rocky Balboa. Haber recorrido las escaleras de la entrada del Museo de Arte de Filadelfia y la estatua de Rocky no había sido suficiente. Querían saber más de la historia del famoso boxeador italoamericano. Buscaron la dirección en internet y antes de continuar con las actividades de la agenda se dirigieron al antiguo gimnasio de Rocky. Al llegar vieron que estaba abandonado. Hacía mucho tiempo no se entrenaba ahí y solo quedaba la fachada del edificio, pero eso no los desmotivó para disfrutar de ese momento e intentar recrear una de las imágenes más famosas de toda la película.

 

Pie de Foto: jóvenes recreando foto emblemática de la película Rocky

De vuelta a casa

A su regreso al país, el grupo del Amazonas lideró un proyecto de réplica que llamaron “Luchando por nuestros sueños desde el pulmón del mundo”. Con estos liderazgos jóvenes se ha creado, mantenido y desarrollado un proceso con deportistas que literalmente, luchan cada día por alcanzar sus sueños.

Las historias de estos boxeadores sacuden el alma. Muchos dicen que son personajes que vienen de sitios de donde no vendría cualquier otro deportista, porque para boxear deben surgir desde lo más bajo, donde las puertas están cerradas, hasta que encuentran un cuadrilátero, porque el boxeo refleja la vida humana, en donde damos todo hasta que suene la campana, en donde no pierde el que cae, sino aquel que no se levanta.

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(Fotos: del autor)

2 Responses

  1. Historias inspiradoras como estas son las que quiero leer siempre.
    ¡ Gran artículo !

    1. Muchas gracias. Tienes nuestras puertas abiertas por si quieres formar parte de nuestra familia.
      Un saludo.

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