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Relevancia sobrevenida

Si la II Guerra Mundial, la de Corea o la de Vietnam no pudieron con la ceremonia anual del draft, tampoco ha podido el maldito SARS-CoV-2, de modo que, celebrada su 85ª edición de manera remota desde Bristol (Connecticut), ya tenemos, como todos los años, a un #1, a un Mr. Irrelevant y a 253 jugadores elegidos entre medias. El tiempo dirá si los team managers y los scouts hicieron bien su trabajo y si las expectativas se han cumplido. Son muchísimas las decepciones que nos han dado las primeras elecciones del draft a lo largo de la historia, desde JaJa Marcus Russell a Aundrey Bruce, pero invirtamos ahora el debate ¿algún Mr. Irrelevant ha logrado superar su insignificancia convirtiéndose en una elección rentable para su franquicia?

Sisto Averno

Pues sí, desde luego. Miren, en el draft celebrado en 1951 en el Hotel Blackstone de Chicago, después de nada menos que de treinta rondas, los Browns eligieron en el pick #362 a un guard de nombre renacentista: Sisto Averno. No obstante, fue trasferido a los Colts, donde tuvo un rendimiento extraordinario, al convertirse en un Sixty Minute Men, jugando tanto con la unidad ofensiva como defensiva. Las lesiones le retiraron en 1954, volcando su actividad posterior, ya como abogado, en la defensa de las condiciones de los jugadores sobre el emparrillado.

Jacque Mckinnon

Diez años más tarde, serían los Eagles los que quedaron de postre en la edición de 1961, celebrada precisamente en Filadelfia, seleccionando al fullback de la Universidad de Colgate, Jacque MacKinnon, el cual firmó sin embargo con los Chargers de la AFL, franquicia dirigida entonces por una de las mentes más preclaras de la historia del football, Sid Gilliam. Gilliam utilizó por vez primera a dos tight end en una formación, Kocourek y al propio MacKinnon, quien se proclamó campeón de la AFL en 1963. All Star los años 1966 y 1968, promedió en su carrera 19.6 yardas por recepción y seis touchdowns. En 1976, ingresó póstumamente en el Hall of Fame de los Chargers. No está nada mal para un farolillo rojo ¿no les parece?

Bill Kenney

Bill Kenney no fue, en puridad, el Sr. Irrelevante de 1978, no en vano Dallas eligió en último lugar a un Lee Washburn que, sin embargo, nunca llegó a pisar un training camp, por lo que debe considerarse al quarterback de Northern Colorado como el patito feo de aquel draft. Elegido y cortado por Miami, dos años después recala como suplente de Steve Fuller en Kansas, donde juega algunos partidos de manera solvente como consecuencia de las lesiones del titular. En 1983, todo indicaba que seguiría en el banquillo, después que los Chiefs eligieran a Todd Blackledge en el glorioso Quarterback class of 1983. Sin embargo, Kenney respondió con sendos records de la franquicia en yardas de pase (4,348) y pases completados (346) y una llamada al  Pro Bowl de ese año. En 1988 abandona a la familia Hunt como el segundo mejor pasador del equipo tras Len Dawson, fichando por los Redskins como suplente de Rypien, retirándose al final de esa temporada y dedicándose exitosamente a la política local de Missouri.

Ryan Succop

Y cómo no, Ryan Succop, el último pick del draft de 2009. No se detengan en que ostenta el mejor porcentaje de field goals de la NFL de un rookie en una temporada. En que ha logrado el mayor numero de patadas exitosas consecutivas (56) desde dentro de la yarda 50. En que ha hecho en Kansas más field goals que nadie siendo rookie y más en un solo partido (6) o que con Titans ostenta también el récord de field goals consecutivos dentro de la yarda 50. Insisto, olviden todo eso y contéstenme a esta sencilla pregunta ¿Se puede considerar irrelevante a alguien que en febrero de 2018 firmó un contrato de cinco años por 20 millones de $? Pues eso. Cuídense amigos.

@IgnatiusFinch

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