Ciclismo Crónica Tour de Francia

Los Alpes dan vida a Quintana

Nairo Quintana, el colombiano del Movistar Team, consigue la victoria en la etapa 18 del Tour de Francia y se coloca como el mejor de su equipo en la general mientras Bernal saca 32” al resto de favoritos y Alaphilippe salva el maillot amarillo.

Llegó la decimoctava etapa del Tour, la primera del tríptico de los Alpes. El público tenía puestas muchas expectativas sobre ella, catalogada como etapa reina por sus 208 km de longitud y la dureza e historia de sus puertos, especialmente el Col d’Izoard y el Galibier, ambos de categoría especial.

Algunas de estas expectativas se cumplieron, y otras muchas no. La fuga del día tardó más de lo habitual en formarse, y se peleó mucho más por entrar en ella que en la mayor parte de las etapas precedentes. Finalmente, la escapada quedó compuesta nada y más y nada menos que por 34 ciclistas: Geschke, Pauwels y Van Avermaet (CCC), Amador, Verona y Quintana (Movistar), Impey, Juul Jensen y Adam Yates (Mitchelton-Scott), Caruso (Bahrain-Merida), Moinard (Arkea-Samsic), Wellens, De Buyst y Benoot (Lotto-Soudal), Teunissen y Jansen (Jumbo-Visma), Bardet, Cherel y Frank (AG2R), Ourselin (Total Direct Energie), Rossetto y Perichon (Cofidis), Arndt y Kämna (Sunweb), Van Baarle (INEOS), Ladagnous (Groupama-FDJ), Richeze (Deceuninck Quick-Step), Lutsenko e Izagirre (Astana), Henao (Emirates), Bernard (Trek-Segafredo), Woods y Bettiol (Education First) y Politt (Katusha). El mejor clasificado en la general era Nairo Quintana, a 9’ 30”.

Pese a ello, el pelotón dio bastante libertad al grupo cabecero desde que este se formó definitivamente. De hecho, la ventaja de la fuga sobre el pelotón llegó a alcanzar los ocho minutos, con lo cual ‘el Cóndor’ rozaba el pódium virtual del Tour. Sin embargo, Landa había declarado el día anterior que tenía pensado atacar en el Col d’Izoard, y llevar tres compañeros delante hacía pensar que eso sería lo que ocurriría. De hecho, en plena ascensión a este mítico puerto que fue escenario de las gestas de Bobet o Coppi, el Movistar comenzó a imponer un durísimo ritmo al pelotón. Este se vio diezmado con la pérdida de importantes gregarios como Gaudu o Kwiatkowski. La ventaja de la cabeza de carrera se redujo tres minutos.

No obstante, el ataque de Landa para conectar con sus compañeros y dar un golpe a la general no llegaba y finalmente la escuadra navarra dejó de tirar del grupo, de forma que este se relajó comandado por el INEOS, permitiendo que algunos corredores se reincorporaran.

La fuga se fue reduciendo a medida que los corredores más fuertes de la misma iban incrementando la dureza. Aunque Julien Bernard y el campeón olímpico Greg Van Avermaet lo probaron, fueron neutralizados y no fue hasta la última ascensión del día, el Galibier, cuando Nairo Quintana hizo el ataque ganador con el que dejó atrás a sus compañeros de aventura. El de Boyacá coronó en solitario y, tras 19 km de descenso, llegó a meta en Valloire con 1’ 35” sobre Romain Bardet, segundo clasificado de la etapa y nuevo líder de la montaña.

Egan Bernal en el Galibier / Russ Ellis (Team INEOS)

Poca guerra entre los hombres de la general

Por detrás de los fugados del día, un reducido grupo de los mejores no dejaba de mirarse mientras, al mando del INEOS, se ascendía el Galibier. Aunque parecía que todos habían decidido guardar fuerzas, en los últimos kilómetros de la subida pasó al ataque otro colombiano, Egan Bernal, sin respuesta del resto de favoritos. De hecho, el primero en responder fue su compañero, Geraint Thomas, que redujo las diferencias que el joven campeón del Tour de Suiza había generado. Bernal entró en meta finalmente 32″ por delante del resto de favoritos, colocándose segundo en la general. Los demás entraron juntos después de que Julian Alaphilippe (Deceuninck), que se había descolgado poco antes de coronar el Galibier, realizase un arriesgado descenso para defender con uñas y dientes su maillot amarillo un día más.

Aniversario feliz para Quintana

Este primer asalto a los Alpes ha supuesto un chute de vida para Nairo Quintana, que alcanzaba la gloria después de varios días descolgándose y perdiendo tiempo respecto al grupo de los mejores. Y bien es cierto que el destino es caprichoso: el 25 de julio de 2018 el corredor del Movistar Team levantaba los brazos en el Col du Portet, en unas circunstancias muy parecidas a su triunfo un año exacto después. Si bien en los últimos años Quintana se está acostumbrando a las críticas de los aficionados por su forma más conservadora de correr, en las últimas dos ediciones del Tour ha sido el que, junto a la clasificación por equipos, ha hecho que Movistar Team no se vaya de la ronda francesa sin premio.

Además, las duras rampas del Izoard y el Galibier han sido el trampolín que ha impulsado a Quintana de nuevo a una buena posición en la clasificación general. Aunque tiene bastante tiempo perdido respecto al líder, Alaphilippe (3′ 54″), se coloca séptimo, el mejor clasificado de Movistar. La escuadra española ahora tiene tres hombres en el top 10 de la carrera (Quintana séptimo, Landa octavo y Valverde décimo). Tras la cuestionada estrategia de la etapa de este jueves, es una incógnita cuál será el plan que trazarán para las dos etapas alpinas que restan antes de París.

De lo que no hay ninguna duda es de lo apretada que está la general, que se resolverá entre el viernes y el sábado. Alaphilippe tratará de conservar su maillot amarillo, si bien no lo tiene nada fácil con la oposición del dúo INEOS, un potente Thibaut Pinot y las locuras a las que el Movistar Team nos tiene acostumbrados.

Clasificación general tras la 18ª etapa del Tour

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