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Tsitsipas sacó magia de la caja

En un partido cambiante y de muchas emociones, Stefanos Tsitsipas ganó la segunda semifinal del Masters 1000 de Madrid en la “Caja mágica” con parciales 6-4, 2-6, 6-3 en 2 horas 34 minutos y con plenos merecimientos ante un Rafael Nadal que ha mostrado este 2019 que es humano en el polvo de ladrillo. Se consolida otro nombre en la élite, y tambalea un imperio hecho en arcilla de cara a Roland Garros.

Hora de la segunda semifinal de un vibrante Masters 1000 de Madrid, con las emociones a flor de piel por lo que dejó el partido antesala, y nos disponíamos a presenciar el choque entre el mejor jugador de la historia en polvo de ladrillo: Rafael Nadal, el Rafa de la gente, el de la casa, el hincha del Real, y el flamante campeón de Estoril, el griego Stefanos Tsitsipas, quien llegó a la capital española con un trofeo bajo el brazo.

Este sería el cuarto enfrentamiento entre ambos con tres victorias previas para el N° 2 del mundo, y todos ellos definiendo cosas importantes, ya sea finales como en Barcelona 2018 y Canadá en ese mismo año, o la más reciente en las semifinales de Australia en este 2019.

Antes de haber comenzado el partido, Nadal comandaba la serie ante Tsitsipas con 3 victorias sobre ninguna del griego.
Imagen: ATP.

Tsitsipas dio el primer golpe del partido

El match comenzó con intensidad, pero ya con los primeros problemas para Rafa, quien cometía los primeros tres errores no forzados del partido, y de entrada tuvo que enfrentar doble situación de quiebre en contra. Terminó cediendo su saque y Tsitsipas tomando la batuta del set.

Primeros minutos y ya la situación para el balear se hizo adversa. Únicamente lo ayudó un gran passing de derecha que despertó momentáneamente sus ánimos y los del público.

Un Tsitsipas que tuvo como estrategia hostigar el revés de Rafa, pero que también cometía varios errores no forzados en esta labor, también comenzó su juego de servicio enfrentando un triple punto de quiebre en contra. No confirmó el quiebre, y las cargas se nivelaron inmediatamente como si nada hubiera pasado.

En el tercer juego del partido y solo 15-15, fuimos testigos de lo que sería el resto del partido: un intercambio de golpes bastante largo, con apertura de ángulos y bolas pesadas que exigieron física y mentalmente a ambos; este punto, terminó con una gran ejecución de derecha invertida de Rafa.

El partido nos dejaba ver un Nadal jugando bastante tenso, pues solo en el cuarto game, ya acumulaba 8 errores no forzados, algo bastante inusual en su juego; no obstante, se las arreglaba para no dar su brazo a torcer y continuar combatiendo en el set.

Un error no forzado, luego una gran ejecución de derecha invertida o un efímero golpe con alta carga de topspin al revés de su rival, era parte de lo que se podía apreciar dentro de la irregularidad en el juego del 11 veces campeón de Roland Garros en la primera manga

Por su parte, el tenista helénico, y número 9 del mundo, acudía a golpes profundos y con poca altura, haciendo daño constante al juego de su rival, imposibilitándole hacer uso de su tan acostumbrado topspin; el revés, era la principal arma de Stefanos para llevar a cabo su estrategia.

Con 20 años de edad, Tsitsipas ya se dió el gusto de ganarle a Nadal, Federer y Djokovic en tan solo 9 meses.
Imagen: ATP Twitter.

Mientras Rafa era poco efectivo cuando tenía oportunidades de quebrar el saque, Stefanos hacía lo que el español no podía, ya que en el 3-3, con una gran capacidad de anticipación y aceleración en su derecha, junto con idas a la red, quebró el saque del español por segunda vez para adelantarse 4-3 y servicio.

Pero pareciera que el griego sintiera no respetar a Rafa cada vez que le quebró, por lo que acto seguido cedió su servicio de nuevo, para dejar todo nivelado una vez más.

Ninguno tenía la suficiente fortaleza para adueñarse del partido teniendo las oportunidades para hacerlo, y el defender el servicio no fue algo que comprendieron los dos, pues otra vez Nadal cedió el suyo y dejó las cosas 5-4 y servicio para el griego, quien finalmente, y con una volea, por fin recordó que se deben ganar los juegos con el propio saque para así llevarse la primera manga por 6-4 en 57 minutos.

Para rescatar, el puntazo del set: 5-4 y 30-15, era una subida a la red de Tsitsipas; con un golpe de recurso alto, Nadal hizo que Tsitsipas tuviera que regresar al fondo de la cancha con un tiro flotado, que dio tiempo a Nadal de ir a la red y definir con un sobrepique cargado de sensibilidad para dejar la pelota dormida a pocos metros de la mitad.

Rafa reaccionó y niveló el partido.

Arrancó el segundo set, y con él por fin la regularidad, pues Nadal defendía al fin su saque con tiros profundos y cargados de aceleración a través de su derecha, y atacaba el servicio de su rival con un winner de derecha paralelo. Tsitsipas hacía lo propio, y esta manga, a diferencia de la primera, arrancaba sin alteraciones.

El intercambio de golpes desde el fondo de la cancha y con cambios de dirección comenzaron a ser la constante en este parcial, con un Nadal que extrañamente en esta etapa del año ha tenido que ir luchando punto a punto con su tenis, su consistencia y su confianza.

No por nada se le vio a Rafa repetidamente entre puntos con posturas muy gestuales y emocionales, tratando de motivarse y hallar explicaciones. Recordemos que afrontó esta instancia sin títulos previos en la temporada de polvo de ladrillo, y con el set en contra, se configuraba una situación bastante inusual en él y sus registros perfectos en esta superficie.

Tsitsipas sorprendía cada vez más, con golpes como una volea de recurso y control cruzada ante un revés paralelo pesado de Nadal que dominó con mucha clase Tsitsipas.

En el sexto game del set (2-3, Tsitsipas al servicio), y con un error no forzado de revés, se presentó el primer quiebre del parcial para Nadal, que comenzó a tomar la delantera. Rafa pudo confirmar esa rotura ganando su juego de servicio con un ace, para seguir adelante y ponerse a punto de cerrar el parcial con un 5-2.

El mallorquín fue ganando confianza y solidez en sus golpes, siendo un factor importantísimo y notorio en el objetivo de regresar al partido; con derechas pesadas, profundas y punzantes, y que incluían winners, extendió su tendencia ganadora para cerrar con total contundencia el segundo parcial por 6-2 con una pequeña ayuda de Tsitsipas y un error no forzado de revés paralelo, dejando todo a la definición de un último set.

 

La clave del set para Nadal fue un cambio en la ejecución de su drive, con menos efectos, más peso, golpes más planos y menor altura, para hacerlas más punzantes y pesadas.De 4 winners a 9 y una mayor velocidad, fue la mejoría en este golpe.
Imagen: ESPN

 

Set decisivo y golpe final para Tsitsipas

El set decisivo arrancó de la misma manera que games más recientes del partido hasta ese momento, con Rafa consolidando su juego y ganando su servicio para liderar de arranque, e inquietando el comienzo del juego de servicio de su rival con una devolución ganadora de revés cruzado, pero un Tsitsipas concentrado, hacía valer lo suyo y demostraba esa paridad que tuvo este enfrentamiento desde el inicio.

En el tercer juego (1-1, Nadal al servicio) se presentó el primer peligro de quiebre, pero fue solucionado rápidamente por Rafa. Ni el balear ni el helénico daban su brazo a torcer, encontrando la regularidad y una adecuada ejecución de su plan de juego para el momento que más lo necesitaban, pues el final se acercaba cada vez más.

Con cada game se veía un juego más esquemático y de profundidad, sin mayores riesgos, desde la línea de base y con muy pocas subidas a la red, salvo cuando se necesitaban.

Sin embargo, en el quinto game (2-2, Nadal sirviendo) se iniciaría el derrumbe del N°2 del mundo. Un error no forzado con el drive por parte del español le entregó el primer quiebre a Tsitsipas, para que tomara la batuta de la manga final.

El quiebre conseguido le dio moral al joven griego que con dos derechas potentes y un smash, revirtió una doble situación de quiebre en contra, confirmó su saque, y se fue adelantando aún más en la carrera hacia la final con un 4-2 en el bolsillo.

La solvencia que venía mostrando Nadal fue diluyéndose nuevamente, regresaban las dudas y con ellas la combinación de errores no forzados, unos pocos tiros ganadores y otra vez golpes sin suficiente peso, configurando una montaña rusa de la inconsistencia.

Y como si fuera la sentencia a esta nebulosa, Rafa dejó una volea estéril que quedó en la red, cediendo por segunda vez consecutiva su saque. Todo en bandeja de plata para Stefanos, para que con su servicio quedara ante el último obstáculo que se interponía entre él y la final.

Una estadística que lo dice todo: contra rivales del top 10 en polvo de ladrillo, Nadal solamente ganó 1 de los últimos 10 partidos habiendo perdido el primer set.
Imagen: La verdad.com

Con recursos poco ortodoxos y 3-5 abajo, Rafa renunciaba a irse de Madrid, y batallaba contra 4 match points en su último juego se saque, hasta con un punto de dramatismo puro en el que la faja de la red hacía las veces de juez: tras un dropshot, Tsitsipas dejaba un contradrop haciendo que la pelota se quedara suspendida, convirtiendo ese segundo en una eternidad.

Ni siquiera la faja pudo impedir que el ganador de 80 títulos se equivocara otra vez, y con un revés que dejó en la red, sucumbió nuevamente en su feudo con un 6-3 en el set decisivo, en una muestra dramática de un performance que ha languidecido este año y que deja serias dudas y fuertes preocupaciones de cara a Roland Garros.

Quizá, y tristemente para sus fanáticos, Rafa ya no sea el mismo que se imponía a placer en la arcilla, pues son más frecuentes sus despedidas en esta superficie antes del encuentro final, dejando más sombras que luces.

En la medianoche española, y luego de 2 horas y 34 minutos de partido, Stefanos Tsitsipas puso el golpe de Knockout y se quedó con la segunda semifinal de Madrid.

Así, este imponente joven de 20 años accede a su segunda final de un torneo de Masters 1000, y espera llevarse su segundo título en 2 semanas, el cuarto en su carrera, en lo que nos hace atestiguar semana a semana la confirmación de la llegada de un potencial nuevo miembro a la élite del tenis mundial.

¡El puntazo del partido!: tercer set, 1-1, Nadal al servicio y 15-30, un punto intenso y largo, con cambios de dirección y un slice de drive cruzado que exigió a Tsitsipas pero que resolvió con un passing ganador.

El griego espera terminar de completar su obra derrotando al incómodo, pero siempre efectivo Novak Djokovic. La mesa está servida, y sobre las 17:00 hora local, será la caja mágica quien dirima una nueva final entre dos magos que han brindado grandes funciones a lo largo de la temporada. Tsitsipas o Djokovic, uno de ellos será el nuevo mago principal de Madrid.

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