Se dio la sorpresa en el Palau Blaugrana con la histórica victoria – primera en feudo catalán – de Peñíscola RehabMedic ante el FC Barcelona Lassa por 1-2. Los palos fueron un aliado ideal para los pupilos de Juanlu Alonso en la obtención de esta proeza, ya que hasta en 8 ocasiones se toparon con ellos los jugadores azulgranas.
La previa de este choque venía precedida por la euforia culé tras su exitosa clasificación para la siguiente ronda de la Champions League, fase que además participarán como anfitriones. Por su parte, el conjunto castellonense llegaba con la intención de sumar su primera victoria tras rozarla en otras grandes pistas como la de Anaitasuna o el Jorge Garbajosa donde cosecharon sendos empates.
Con estos ingredientes comenzó a rodar el balón en el 40×20 de la ciudad condal. Los visitantes salieron a pista más descarados en la faceta ofensiva y suyas fueron las primeras ocasiones de gol. Por su parte, los de Andreu Plaza no encontraban la manera de llegar a la meta defendida por Molina y hasta el minuto 9 no consiguieron su primer acercamiento con serio peligro.
Cuando todo hacía indicar que los locales habían despertado llego el primer gol de Peñíscola. Dani Montes provocaba una falta al borde del área que el propio jugador mandaba a la escuadra de la portería defendida por Didac Plana (0-1). Tras romperse la igualdad en el electrónico, los catalanes se hicieron dueños del partido y atacaron sin descanso la meta rival, pero ni Esquerdinha, ni Adri Ortego ni Leo Santana lograron igualar la contienda antes del descanso.
Tras el paso por vestuarios, los castellonenses encontraron al aliado perfecto para conseguir sumar su primera victoria en el campeonato liguero. Éste compañero de viaje fue la madera de los palos que defendía Molina, donde hasta en ocho ocasiones los atacantes blaugranas estrellaron sus ofensivas.
Tanto iba el cántaro a la fuente que al final se rompió y en el minuto 26 conseguían el empate con un remate de volea de Esquerdinha tras una precisa asistencia de Didac. Cuando todo hacía indicar que la remontada local estaba cerca, llegó un nuevo jarro de agua fría para la parroquia local y es que tan sólo dos minutos después del empate, Hugo conseguía establecer el 1-2 tras una brillante jugada personal.
Los minutos restantes fueron un monologo azulgrana, que lo intentó de todas las maneras. A falta de 5 minutos colocaron a Dyego como portero-jugador para intentar salvar los muebles, pero hoy no era el día. Cuando no salvaba Molina, el mejor jugador del partido, eran los palos. Así pues, el marcador no se volvería a mover y los 3 puntos volaban a Castellón en lo que fue, a buen seguro, la sorpresa de la jornada.
Imagen destacada vía www.peniscolafs.com
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