Tras tres semanas de descanso, UFC volvió a su programación habitual por todo lo alto: con un combate por un título mundial. Amanda Nunes (15-4) iba a defender su campeonato de peso gallo en su tierra natal, Brasil, y no quería decepcionar a sus compatriotas.
Enfrente tenía a Raquel Pennington (9-5 y #2), una luchadora que, poco a poco y sin hacer ruido, ha derrotado a Jéssica Andrade, a Bethe Correia, a Elizabeth Phillips y a Miesha Tate, la excampeona, de forma consecutiva. Eso sí, llegaba al combate después de año y medio sin pelear, así que su estado físico era una incógnita.
El árbitro Marc Goddard dio las indicaciones pertinentes a las luchadoras y los ojos de los asistentes se centraron en el centro del octágono. Rápidamente, Pennington cayó al suelo. Nunes había lanzado una patada baja tan devastadora que su rival no pudo mantenerse en pie. Sin embargo, no fue suficiente para capitalizar la victoria. «Rocky» se levantó en un instante, pero Nunes aprovechó la ocasión para presionarla contra la celda. Dos minutos y medio de persecución. La «leona» no paraba de golpear, mientras que la estadounidense solo podía defenderse. De repente, Pennington reaccionó con un par de rodillazos bien colocados, por lo que la brasileña tuvo que ceñirse de nuevo a la técnica inicial: una presión elevada. Y le funcionó. Tras finalizar el primer asalto, la aspirante ya había recibido un total de 30 golpes. La mitad, dirigidos a la cabeza. 11, a las piernas.
El segundo período empezó con la misma imagen. Una leona cazando a su presa. El esquinero de Pennington animaba a su peleadora y le pedía que tomara iniciativa. Y eso hizo. Agarró las piernas de su rival para intentar derribarla, pero Nunes se defendió correctamente con rodillazos. Sin embargo, la insistencia de la aspirante se llevó el gato al agua y consiguió derribar a la campeona. Allí se mostró un gráfico que indicaba la mayor igualdad de este asalto: Nunes había golpeado 22 veces. Pennington, 16. Parecía que la estadounidense había encontrado una salida a la cámara del terror.
El tercer round pasó de ser un reflejo de los otros a mostrar un aspecto completamente diferente. Nunes llevaba la ofensiva, pero esta vez, Pennington dio un paso hacia adelante y le plantó cara, lo que obligó a la brasileña a emplear su mejor ground & pound. La buena defensa de la aspirante impidió que sufriera daños mientras estaba en el suelo, así que Marc Goddard las separó. Intercambios constantes de golpes, dominios alternos… Y cinco minutos más al cajón. Poco a poco, «Rocky» iba logrando ganar terreno, pero el cansancio empezaba a hacer acto de presencia.
La fatiga ya había dominado los cuerpos de las contrincantes. Tanto Nunes como Pennington bajaron un nivel la intensidad. La clave se encontraba, de nuevo, en la presión y los agarrones. La brasileña logró otro derribo, pero Pennington se levantó a base de golpes. Poco después, fue la estadounidense quien intentó un TakeDown, pero la campeona reaccionó con un intentó de Kimura. Finalmente, las defensas de derribo fueron las vencedoras de este asalto, y retadora y campeona se fueron al quinto y definitivo asalto.
Amanda Nunes volvió a llevar la batuta durante los primeros compases, pero Pennington la cogió a continuación. Nadie quería que Guilherme Bravo, Sal D’Amato y Derek Cleary, los jueces del encuentro, decidieran quién era la ganadora. Cuando se superó la barrera del primer minuto, Nunes completó con éxito otro derribo, pero esta vez, la historia iba a ser diferente. Lejos de buscar la sumisión, la brasileña empezó a atacar brutalmente a su oponente. Grandes cantidades de sangre tiñieron la lona de color rojo. A los 2 minutos y 36 segundos, el referí decidió que el castigo ya era suficiente. Amanda «Leoa» Nunes había retenido el campeonato de peso gallo femenino de UFC.
La próxima rival de Nunes podría salir del combate que enfrentará a Holly Holm y a Megan Anderson. Sin embargo, en la entrevista post-combate, la brasileña no quiso desafiar a nadie. En un momento de celebración, quiso mostrar respeto a su oponente, Raquel Pennington, y a la pareja sentimental de ésta, la también peleadora de UFC Tecia Torres. El orgullo no es solo de la campeona, sino de todo un colectivo.
En la pelea que abría la cartelera principal, el legendario «fenómeno» Vitor Belfort (26-13 (1) y #9) disputaba su último combate en UFC. Delante tenía a otra leyenda de las artes marciales mixtas brasileñas: Lyoto Machida (23-8 y #12). Las emociones salieron a flor de piel cuando Bruce Buffer pronunció por última vez en el octágono el nombre de «Vitor ‘Phenom’ Belfort».
Una vez sonó la campana, las muestras de respeto siguieron. Machida parecía no querer golpear a Belfort. Belfort no quería golpear a Machida. Hasta que se cansaron. Años y años de batallas, la guerra en la sangre. Belfort se cansó de andar en círculos y golpeó al «dragón». Como respuesta, un par de patadas golpearon el cuerpo del «fenómeno». Machida se sentía cómodo. Delante tenía a una leyenda, pero ésta no mostraba signos de querer intercambiar golpes sin ton ni son. Belfort, a pesar de los abucheos del respetable, prefería esperar a que se abriera una ventana… y la aprovechó. Una combinación de puñetazos salida de la nada impactó en la cara de Machida. El excampeón de peso pesado ligero pudo salir del problema sin excesivas complicaciones y, cuando la intensidad subió un par de niveles, la campana impidió un temprano KO.
Machida vio la debilidad de Belfort: no bloqueaba las patadas. En la marca del minuto, Machida lanzó una patada frontal que envió al «fenómeno» directamente a la habitación de los sueños. Un KO muy similar al que Anderson Silva propinó en 2011 a, justamente, Vitor Belfort. A pesar de haber ganado, Machida se arrodilló ante el cuerpo de su rival. Las leyendas se respetan.
Machida aprovechó para lanzar un mensaje a otra leyenda de UFC: Michael Bisping. En esta ocasión especial, Belfort también tuvo la oportunidad de despedirse del público, quien le agradeció sus años de esfuerzo y dedicación con una sonora ovación. Esta no será la última vez que Belfort ponga pie en un recinto de UFC. El Salón de la Fama lo espera.
Fuente: @ufc
Estos son los resultados de UFC 224:
- Amanda Nunes derrotó a Raquel Pennington por TKO (puños) en el Round 5 (2:36) y retuvo el campeonato de peso gallo femenino de UFC.
- Kelvin Gastelum venció a Ronaldo «Jacaré» Souza por Decisión Dividida (29-28, 28-29, 29-28).
- Mackenzie Dern se impuso a Amanda Cooper por Sumisión (mataleón) en el Round 1 (2:27).
- John Lineker noqueó (puñetazo) a Brian Kelleher en el Round 3 (3:43).
- Lyoto Machida venció a Vitor Belfort por KO (patada frontal) en el Round 2 (1:00).
- Cezar Ferreira derrotó a Karl Roberson por Sumisión Técnica (triángulo) en el Round 1 (4:45).
- Oleksiy Oleinik sometió a Júnior Albini con una estrangulación Ezekiel en el Round 1 (1:45).
- Davi Ramos se impuso a Nick Hein por Sumisión (mataleón) en el Round 1 (4:15).
- Elizeu Zaleski dos Santos derrotó a Sean Strickland por KO (patada giratoria y puños) en el Round 1 (3:40).
- Warlley Alves venció a Sultan Aliev por TKO (interrupción médica) en el Round 2 (5:00).
- Jack Hermansson derrotó a Thales Leites por TKO (puños) en el Round 3 (2:10).
- Ramazan Emeev se impuso a Alberto Mina por Decisión Unánime (30-27, 30-27, 30-27).
- Markus Perez venció a James Bochnovic por Sumisión (mataleón) en el Round 1 (4:28).
Lyoto Machida y Oleskiy Oleinik se llevaron los bonos a actuación de la noche por un valor de 50.000 dólares. Kelvin Gastelum y Ronaldo Souza se llevaron la misma cantidad cada uno, al ser su pelea designada la mejor de la noche.
Foto: www.ufc.com
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