Ciclismo Clasicas

Sagan y Van Avermaet en busca del ‘Infierno del Norte’ contra el todopoderoso Quick Step

El campeón mundial Peter Sagan (Bora Hansgrohe) y el campeón olímpico Greg Van Avermaet (BMC) lucharán mañana por llevarse la clásica de adoquines más famosa del mundo. Conseguir la victoria en el velódromo de Roubaix no se presenta nada sencilla puesto que en frente tendrán al Quick Step, el equipo que ha ganado todas las principales clásicas de primavera en este 2018. La París-Roubaix se celebra este domingo sobre un trazado de 257 km, contando con 54 km de adoquín repartidos en 29 tramos.

Nicki Terpstra (Quick Step) se presenta como el rival a batir puesto que viene a buscar el doblete tras conseguir Flandes, y sin olvidar su otra gran victoria esta temporada en la E3 Harelbeke. En su mismo equipo tendrá a Philippe Gilbert (Quick Step)  que actuará de jefe de filas pero a la vez también de freno para controlar a Sagan y Van Avermaet y al checo Zdanek Stybar (Quick Step).

Sin embargó el campeón olímpico viene a defender su corona lograda el año pasado y es un rival que conoce muy bien la zona. Tratará de emplear una táctica más efectiva esta vez puesto que es el único gran favorito sin victoria reseñable en las clásicas de este 2018.

El eslovaco Sagan tratará de ganar por primera vez esta carrera que se le resiste año tras año y eso que lleva unos cuantos años entre los máximos favoritos para ganar la París-Roubaix. El campeón del mundo pese a ello llega a la gran carrera con la tranquilidad de haber ganado este año la Gante Wevelgem.

Otros grandes nombres a tener en cuenta serán John Degenkolb (Trek Segafredo), Sep Van Marcke (Lotto-Jumbo), Alexander Kristoff (UAE Team Emirates) y Geraint Thomas (SKY).

Adentrándonos más en la participación española, las miradas estarán puestas en qué es capaz de hacer Iván García Cortina (Bahrein Mérida) tras su gran actuación en Flandes y también en Marc Soler (Movistar) que vendrá a probarse de cara a su labor de gregario en el Tour de Francia.

La París-Roubaix se considera la clásica de las clásicas, ya que sus rugosos adoquines bien encumbran a sus ganadores en las hojas doradas del ciclismo. Los 29 tramos de adoquín son un traqueteo constante que impiden a un equipo controlar la carrera y que solo permite a los mejores defenderse individualmente para poder optar a la gloria.

Los primeros 93 km de la prueba son más de fugas y de intentos de gente que quiere dejarse ver. Lo realmente importante empieza en el km 162, a solo 95 km a meta en Arenberg. Esta trinchera es la que selecciona la carrera. De 2,4 km de duración esta sección de pavé en bajada marca una criba y es la zona por excelencia más reconocible dentro de la París-Roubaix.

Desde este punto la Roubaix entra en su fase más importante, que encadena los grandes sectores a atravesar. Mons-en-Pévèle y Campin-en-Pévèle serán otros dos sectores con mucho movimiento pero el punto donde los favoritos suelen lanzar su órdago final se sitúa en Carrefour de l’Arbre a menos de 20 km a meta.

Pese a ello cualquier punto de la carrera puede lastrar las aspiraciones de los corredores por ganar, desde un pinchazo o una caída. Mañana saldremos de dudas y veremos quién ha sido el más fuerte en el ‘Infierno del Norte’.

Foto: Mapa Roubaix. ciclo21.com

Foto: Eurosport.com

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