Partido correspondiente a la décimoséptima jornada de la Liga Guerreras Iberdrola. En las gradas el seleccionador nacional absoluto, Carlos Viver.
Visitaba A Sangriña el Super Amara Bera Bera, el último equipo que había conseguido asaltar el fortín guardés en Mayo de 2016 y que se presentaba en tierras gallegas con la necesidad de no perder la estela de los equipos en cabeza, el propio Guardés y Rocasa Gran Canaria Ace.
Partido importante entre 2 equipos que se conocen, se respetan y, cuyo bagaje particular, es claramente favorable al conjunto vasco. Con esta premisa, esperábamos un duelo táctico de Puche y Prades para desequilibrar la balanza.
Pasados los primeros minutos estaba claro que algo no estaba funcionando en las filas guardesas ni en defensa ni en ataque.
Planteaba Prades una defensa 3:3, pero que no inquietaba en absoluto la circulación de balón de un Bera Bera que buscaba ataques largos y toda la anchura del campo, cuyos laterales y central estaban muy alejadas y a medida que movían balón cogían velocidad para colarse sin piedad por los espacios que dejaban las números 2 gallegas o para finalizar desde el extremo izquierdo de la máxima anotadora del Bera Bera, Leire Aramendía.
En ataque tampoco funcionaba la táctica planteada por Prades, los cambios defensa–ataque, perjudicaban a la velocidad del Guardés.
Ante un equipo como el Bera Bera tienes problemas si no aguantas el balón y lo juegas con inteligencia. Ni Estela Doiro, ni Anthía Espiñeira conseguían imprimir la velocidad necesaria, las laterales se estrellaban contra Nora Azurmendi y Estitxu Berasategi, Bera Bera estaba muy cómoda en su defensa 6:0, ya que Guardés no lanzaba desde el exterior y Castellanos desbarataba los demás lanzamientos.
Comenzaron los cambios en el banquillo guardés, empezando por la portería en la que Carratú había hecho buenas paradas, pero Prades buscaba un revulsivo que afianzase la defensa y desde ahí poder construir un ataque con garantías.
Los cambios fueron continuos en el equipo local, pero tampoco el cuerpo técnico tenía el día y había momentos de desconcierto y los cambios no se hacían con la fluidez que requería el choque.
Marcador al descanso (7-14).
Bera Bera seguía explotando el cortocircuito de las gallegas y ni siquiera el paso por vestuarios parecía arreglar la situación.
Prades incansable buscaba soluciones, pasaba Guardés a un 6:0 con otras protagonistas. Y en ataque que sus chicas moviesen el balón con más criterio, pero los palos hacían su aparición y no se aliaban con las locales, y si no, estrellaban sus balones contra Castellanos.
Puche pedía más y más largos los ataques, para desesperar todavía más a las guardesas. Pero para ello, había que seguir finalizando las jugadas en goles, y las chicas del Bera Bera empezaban a especular con el marcador (11-20).
Y precisamente esa decisión comenzaba a dar confianza a las gallegas, Estela Carrera bajo palos empezaba a parar lanzamientos.
En ataque Prades buscaba soluciones, y ponía nuevas jugadoras y hacía cambios de posiciones, así veíamos a Rosario Urban empezando a volar en el extremo derecho, a Jennifer Gutiérrez en el lateral izquierdo, dando más ritmo y a Alesia Kurchankova en el lateral derecho lanzando y asistiendo a su extremo.
Los últimos 10 minutos se hicieron muy largos para Bera Bera y muy cortos para Guardés que, por fin, había encontrado la fórmula que abría el cerrojo de la defensa vasca, y acortaba los 10 goles de diferencia hasta ponerse a 1 a falta de un escaso minuto.
No hubo milagro y la remontada no se producía, caía A Sangriña ante el último verdugo que lo había conseguido, un gran Super Amara Bera Bera.
Fuente imagen destacada: Sexto Anillo.
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